La Conferencia Oeste vuelve a estar tan abierta como el año pasado con la diferencia de que si hace doce meses aparecían los Clippers para llegar lejos en los playoff ahora no cuentan y les toca una reconstrucción. Los Dallas Mavericks, Phoenix Suns, Denver Nuggets y Oklahoma City Thunder copan los pronósticos como principales candidatos a llegar a las finales y nosotros añadimos a los Timberwolves. Fueron siete campeones de Conferencia diferentes las últimas siete temporadas y vamos camino de lo mismo.
Los análisis en Estados Unidos prevén diferencias de cuatro-cinco victorias entre el mejor del Oeste y el quinto clasificado y lo mismo entre el sexto y el décimo, así que cualquier lesión, traspaso o circunstancia inesperada puede alterarlo todo. Lo curioso es que se mira a equipo hay muchos notables, como decimos, pero ninguno sobresaliente: alguno porque sólo tienen un gran quinteto y un par de suplentes, otros porque dependen en demasía de un par de jugadores, otros porque son solventes pero sin una estrella de primer calibre de las que ganan partidos en playoff y alguno porque sus leyendas están cuesta abajo y no se intuye que estén bien rodeadas. Si quieres leer la previa del Este, la tienes clickando aquí.
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Si respetamos el escalafón de la pasada temporada, cuesta pensar que los ‘Mavs’ no puedan verse de nuevo en las finales del Oeste y luego aspirando de nuevo al anillo. Sí, han perdido a un jugador que resultó clave, Derrick Jones Jr, para dar ese gran rendimiento como equipo junto con las dos incorporaciones hechas a mitad temporada pasada, Daniel Gafford y P.J. Washington, pero éstos siguen y por el alero han llegado dos fichajes que a priori deben mejorar al equipo texano y darle una variante ofensiva importante. Desde los Warriors aterriza en Dallas una leyenda del triple como Klay Thompson, sí, ya con 34 años y que viene de una temporada regular, pero todo un especialista en cortes y en las esquinas para aprovechar los pases de Doncic e Irving o para generarles espacios bien abierto. Lo mismo Naji Marshall, un tirador de los Pelicans que hizo un 40 por ciento en triples la pasada campaña.
Quentin Grimes es un base de los Knicks que desembarca en los Mavericks para dar descanso a Irving y Doncic y alarga la rotación. Lástima la reciente operación de Dante Exum, que no volverá hasta enero. En playoff tendrán una rotación básica de nueve jugadores con estos tres refuerzos pero está claro que para llegar lejos la clave son sus dos tremendas estrellas de perímetro y que Klay vea este año como el de su renacer y quizá la última ocasión de poder ganar un anillo.
En Oklahoma creen, como muchos expertos, que están ante su gran año. Su verano no fue de grandes nombres porque las estrellas y secundarios principales estaban bajo contrato. Se trataba de aumentar la rotación en alguna posición concreta. Se movieron poco pues: traspaso con los Bulls para hacerse con Alex Caruso a cambio de Josh Gidey, firma de Isaiah Hartenstein y renovaciones de Aaron Wiggins e Isaiah Joe. La lesión que sufrió hace unos días Hartenstein les altera la preparación pues estará de baja mes y medio.
Parecía que el pívot saldría de ‘cinco’ titular por su calidad defensiva y en el rebote y eso desplazaría al emergente Chet Holgrem al puesto de ‘cuatro’ y a Luguentz Dort al banquillo. Veremos si hay alternativas a esa previsión. La mezcla de muchos jóvenes con los que llevan unos pocos años como los propios Caruso y Hartenstein y su gran líder, Shai Gilgeous-Alexander, es avalada por muchos especialistas en Estados Unidos.
Pero también genera dudas en otros, que creen que aún no son un contender maduro. Si Shai sigue a nivel MVP, los dos fichajes cumplen, Holgrem da otro paso y Jalen Williams se confirma como un alero titular de garantías, el quinteto que tienen es sobresaliente, más la ayuda desde el banquillo de Cason Wallace, Dort, Wiggins, Dieng, Joe y Jaylin Williams es interesante, mientras que el serbio Topic se perderá toda la temporada por lesión.
Los Suns vuelven a ser un candidato con asterisco. Si el año pasado pagaron el tener a tres estrellas anotadoras como Booker, Kevin Durant y Bradley Beal pero un equipo poco compensado, sin ningún base puro de garantías y con Booker demostrándose que es un escolta y que es ahí donde mejor rinde, ahora han mejorado algo. Pero tienen dos problemas aparte por delante. Van a ganar 50-55 partidos en la fase regular sin problemas con este trío y el fichaje de un base director puro que no necesita apenas anotar y se ciñe al equipo como Tyus Jones, nueve temporadas de experiencia además, parece un buen logro.
El problema grande es cómo equilibrar el quinteto. Si Durant es el ‘cuatro’ Beal ha de salir de alero con su 1,93 de altura, algo que ya se vio el año pasado que no funcionaba. Si Durant coge la posición de alero alto, Beal debe aceptar ser suplente e intentar que otro de sus fichajes en la agencia libre, Mason Plumlee, juegue como ala-pívot. A todo ello hay que sumar que el bosnio Nurkic es su único pívot grande fiable, que lo necesitan en forma y cerca del aro pero que no es un intimidador. Es decir, esto Suns están hechos para ganar anotando muchos, muchos puntos y en playoffs eso no suele bastar, hay que defender también en series a siete partidos muy duras.
Sobre todo porque la franquicia de Denver reconocía la semana pasada su preocupación por la falta de tiradores ya que cuentan con dos apenas, el excelente Michael Porter, y su base, Jamal Murray. Es verdad que Christian Braun acabó muy bien en el triple los meses finales del pasado curso pero con poco volumen de tiro. Por supuesto, su gran estrella, Nikola Jokic, también puede anotar desde el perímetro, pero no es su fuerte. Ahí aparece entonces el nombre de Aaron Gordon, que anota 15-20 puntos cada noche pero no es un tirador fiable. Dado que acaban de firmarle una extensión por cuatro años y 133 millones de dólares, lo normal es que se quede con ellos y que el jugador tenga la cabeza ya sólo puesta en ofrecer su mejor versión porque lo necesitan.
Los Timberwolves fueron una de las grandes sensaciones de la NBA la pasada campaña y cayeron en la final del Oeste frente a los ‘Mavs’. Seguramente notaron en ese peldaño la inexperiencia y después de todo el año capeando bien con algo que pocos aceptaban, la presencia en cancha a la vez de dos grandes, un Rudy Gobert que sólo vale bajo el aro y Towns abriéndose a tirar, la fórmula se demostró válida.
Pero lejos de persistir en ella han decidido este septiembre intercambiar a Towns, que se marchó a los Knicks, de donde llegan dos muy buenos jugadores, Julius Randle y Donte DiVincenzo. Con Randle tendrán ahora un ala-pívot pequeño de mucha movilidad y habrá más espacio en la pintura para Gobert y el 1×1 de la gran estrella de los Wolves, un super anotador como Anthony Edwards. Junto a ellos tres completan su quinteto el veterano base Mike Conley y el alero Jaden McDaniels. Disfrutaron del mejor sexto hombre, Naz Reid, y ahora también está un tirador de prestigo como DiVincenzo, así que cómo no van a pensar a lo grande en Minneapolis.
Los Pelicans llevaban dos temporadas esperando ese gran salto que no llegó y cortaron por lo sano este verano: salidas de Valanciunas, Larry Nance Jr. y Dyson Daniels. Los fichajes fueron Dejounte Murray, Daniel Theis, Jeremiah Robinson-Earl y Javonte Green. Pero todo vuelve a girar en torno a dos nombres, Zion Williamson, que queda como teórico cinco titular para jugar con cuatro abiertos y más ritmo, algo que no era posible con Valanciunas en esa posición.
El otro es Brandon Ingram, que no ha logrado ser ni una estrella de primer nivel ni un escudero fiable. El traspaso de Ingram está sobre la mesa como opción clara para la franquicia de New Orleans y algún jugador muy diferente o algún veterano que sepa sumar con 20 minutos en pista puede ser la solución para compensar la plantilla.
Con Murray-McCollum tienen una gran dupla exterior aunque necesitan a Zion sano para ser un equipo que se mueva en la quinta-sexta plaza del Oeste y luego en las eliminatorias, ser mentalmente competitivos para superar la primera ronda.
Los Kings son uno de los equipos seguramente más atractivos de ver pero se echa en falta mayor colmillo para competir más duro en los momentos clave. La calidad de su plantilla es indiscutible pero también que ni Sabonis ni De’Aaron Fox se han mostrado como estrellas de esas que sabes que te ganan partidos en las eliminatorias. La eliminación el pasado abril en el play-in contra unos Pelicans sin Williamson dejó mal sabor de boca en Sacramento.
De hecho, sus promedios con los Bulls las dos últimas campañas son de 24,3 puntos y 5 asistencias. Con sus tres líderes más un escolta como Keon Ellis y un buen ala-pívot como Keegan Murray, 15,6 puntos y 5,7 rebotes de media la pasada temporada, presentan un excelente quinteto y de los más compensados de toda la NBA.
Vamos ahora con una serie de equipos que deben moverse entre el puesto sexto si cualquiera de ellos lo hace bien o el undécimo y fuera del play-in para el que peor lo haga. Los Lakers no parecen haber mejorado lo más mínimo su plantilla este verano. De hecho, no hay fichajes y las caras nuevas son dos rookies, Dalton Knecht y Bronny James, hijo de Lebron y uno de esos asuntos mediáticos en el inicio de la temporada como lo fue ya a lo largo de los meses previos. Y tema que puede estallarle a la franquicia por ese olor a capricho de la estrella que forzó la llegada de su hijo.
Los Clippers han perdido a Paul George camino de Filadelfia y a Westbrook, que se fue a Denver, y han fichado a Derrick Jones Jr., Nicolas Batum, Kevin Porter Jr, Kris Dunn y Mo Bamba. Jugadores correctos de los que te dan una rotación amplia, pero ninguna estrella. La que tienen, Kahwi Leonard, sigue con problemas de rodilla y su participación es incierta en estas primeras semanas y ofrece dudas de una presencia continuada. James Harden y el croata Zubac son los lideres pues de la franquicia angelina y seguro que Norman Powell y Terance Mann siguen estando bien. Incluso con Leonard sano cuesta verles alcanzar las 42-45 victorias pero si lo logran, el play-in sería el premio para ellos.
Los Warriors merecen el respeto a su memorable etapa del 2014 al 2023. La pasada temporada fue una hecatombe para ellos y no estuvieron en los playoff. La salida de un histórico como Klay Thompson fue la consecuencia. Su puesto debería ser para su principal fichaje, Buddy Hield, aunque puede que éste salga desde el banquillo como sexto hombre. Stephen Curry y Draymond Green siguen como principales baluartes, seguirán con un agujero en el puesto de ‘cinco’ y dependiendo mucho de que Wiggins vuelva a ser el del 2022, su último anillo, y no el de los dos últimos años. El rookie Podziemski también debe asentarse como escolta titular, siguen esperando la explosión de Kuminga… Demasiadas cosas en el aire ahora mismo con ellos.
Utah Jazz y los Blazers sufrirán para llegar a las 20 victorias y los Spurs para superar las 25, salvo sorpresa aunque éstos al menos pueden aspirar a que Wembanyama se consolide como gran estrella, ahora guiado por el veterano base Chris Paul.
Finalmente, en los Rockets hay esperanzas de ser la revelación del Oeste con la mezcla de veteranos que tienen, Steven Adams, Jeff Green y Fred VanVleet, junto a jugadores sólidos como Aaron Holiday y un gran defensor y tirador como Dillon Brooks, que deben acompañar el definitivo crecimiento de dos potenciales All Star, el pívot turco Alperen Sengun y el escolta Jalen Green, sin olvidarnos de tres aleros como Amen Thompson, Jabari Smith Jr. y Cam Whitmore. Es una plantilla que defendía muy bien y sufría a veces en ataque. Algún traspaso de jóvenes por algún veterano de rol que ayude siendo un buen jugador de equipo puede ayudarles a dar un salto definitivo.