El Real Madrid tiene el domingo, otra vez, una cita con la historia. Hace ahora un año sucumbió en una terrible segunda mitad y perdió la final de la Euroliga contra el Olympiacos. Esta vez tendrá enfrente al Maccabi y los blancos no quieren dejar pasar la oportunidad de recuperar parte de su gloriosa historia. La que empezó a brillar hace 40 años con la primera Copa de Europa de su palmarés en 1964 y la que se interrumpió en Zaragoza en 1995, fecha del último gran título continental.
Para el Barcelona, más vale correr rápido la cortina y esconder el destrozo en el salón. Recuperarse del atropello y empezar a pensar en los playoff ACB, donde habrá en disputa otro título. Esto es un batacazo que si no se olvida pronto te deja heridas profundas. Fue barrido de forma brutal en un segundo tiempo madridista antológico.
El partido empezó, sin embargo, con color azulgrana (13-6), pero al minuto 6 todo cambió y en ello influyó la entrada de Sergio Rodríguez. Su equipo apretó atrás y mejoró mucho en ataque hasta ponerse por delante y cerrarse este cuarto con un empate a 20. Eso sí, Darden y Bourousis sumaban con rapidez dos faltas cada uno.
Al Barça le siguieron creciendo los problemas porque del minuto 9 al 15 se pasó 6 sin anotar y luciendo un penoso 7 de 15 en tiros libres. Mejri se colgó y alargó a un 0-11 el parcial blanco. Navarro lo cortó con un triple pero Reyes se lo devolvio 10 segundos después y la diferencia siguió creciendo hasta un tope de 28-39 a tres minutos del descanso.
A uno era de 32-45 y al final ambos equipos se fueron a los vestuarios con un 37-45 tras un 5-0 que acercó a los azulgrana. El 9 de 17 desde la personal penalizaba a los de Xavi Pascual y eran un factor diferencial claro si se comparaba con el 9 de 10 madridista.
La tónica no cambió en la reanudación: el Barça sufría, atascado, sin chispa, incómodo. En cambio, el Madrid jugaba fluido, con ataques rápidos, recordando a aquel que arrasaba en noviembre y diciembre (39-53, min. 24).
El 47-63 en el minuto 28 empezó a dejar muy claro el camino hacia la final a los de Laso y Sergio Rodríguez remató al Barça con su cuarto triple en cinco intentos y con una bandeja para poner un resultado de paliza (47-70). La diferencia se fue a más de 30 puntos con los azulgrana desencajados y los blancos, y su afición, exultantes. Pero ojo, esto era una semifinal. El partido en mayúsculas es el domingo.
62 – Barcelona: Huertas (7), Oleson (8), Papanikolaou (6), Lorbek (8), Tomic (16) -cinco inicial-, Nachbar (7), Abrines (2), Sada (-), Navarro (3), Pullen (-) y Dorsey (5).
100 – Real Madrid: Llull (11), Rudy (12), Darden (6), Mirotic (19), Bourousis (7) -cinco inicial-, S. Rodríguez (21), Carroll (7), Reyes (11), Slaughter (4) Mejri (2) y Dani Díez.
