Conociendo un poco más a Sito Alonso, entrevista con el técnico del Dominion Bilbao: «Entrar en el playoff no va a ser conformismo, vamos con ambición»

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El próximo diciembre cumplirá 40 años pero es ya sin duda uno de los entrenadores emergentes en España pese a su juventud y llevar apenas seis temporadas dirigiendo equipos en la ACB. Pero como técnico, toda la vida pues lo era su padre y eso le permitió aprender el oficio en casa desde niño. Y empezar a ejercer con chavales con apenas 12 años en Zaragoza.

Tras tres años al frente del Gipuzkoa Basket, el pasado verano cogió la autopista para aterrizar en el Bilbao Basket. Además ha sido seleccionador sub 20 y técnico ayudante de la absoluta. Así ve y vive el baloncesto Sito Alonso, que se une a la lista de entrenadores de nuestra liga que venimos entrevistando en los últimos meses para irlos conociendo más en profundidad al margen de la actividad concreta en el que club que dirigen. La iniciamos -y puedes leerlas clickando sobre cada nombre- con Ibon Navarro, luego con Salva Maldonado, a continuación con Xavi Pascual, luego con Txus Vidorreta, con Alejandro Martínez, con Joaquín Ruiz Lorente y por último, con Joan Plaza.

Supongo que iba muy encaminado desde niño al baloncesto y a entrenar ‘por culpa’ de su padre.

Sí, todo fue bastante normal al entrenar mi padre y eso en el día a día influye porque se hablaba mucho en casa de baloncesto cuando era niño. Tampoco es que fuera una obligación porque yo jugaba al basket pero también hacía natación y judo. Fui yo el que decidió dedicarme luego ya sólo al baloncesto y tuve la suerte de que mi padre me enseñara muchas cosas y de que me diera un equipo en la Escuela Compañía de María, en Zaragoza, cuando yo tenía 11 años, aún no había cumplido los 12. Lo entrenaba dos días a la semana y desde 1987 siempre tuve algún equipo benjamín o alevín a mi cargo, masculino o femenino. En el Helios me hicieron luego coordinador de los equipos base cuando tenía 16 años.

¿Por qué no tuvo una carrera más larga de jugador?

Llegué a jugar en la EBA de los años noventa, que entonces era una categoría superior a la actual, pero tuve una lesión en el tendón de aquiles y eso me frenó. Había estado en todas las categorías inferiores del CAI Zaragoza, pero quería jugar a máximo nivel y vi que no iba a llegar. Al volver de esa lesión noté que no era igual, estaba en la EBA pero sin destacar. Ya era un segundo base, había perdido velocidad y no me vi capaz de llegar a la ACB. Así que me decanté por entrenar.

¿Fue una frustración no ser un jugador de élite? Lo digo porque os pasa a muchos entrenadores, que jugáis a un nivel local y de repente eso se acaba de muy jóvenes para empezar a entrenar. Te sucedió a ti, a Txus Vidorreta, Ibon Navarro, Joan Plaza, Alejandro Martínez…

Noooo, no lo viví así, como algo triste o frustrante. Tuve la suerte de empezar de inmediato como segundo entrenador de un equipo de Liga EBA y a los dos años de estar de asistente de Joaquín Arnal, pues el Monzón ya me dio la responsabilidad de coger el equipo en una categoría que tenía un buen nivel. Era 1999, no había cumplido ni 24 años y para mí era toda una responsabilidad. Fue una etapa fundamental en mi formación personal y como entrenador.

Lo que se aprende en estas primeras experiencias, ¿es luego clave en el crecimiento de un entrenador?

Siiií, es una formación básica. Yo he sido un afortunado por mi padre, que me ha ido guiando y me dio dos instrucciones básicas. Una, no esperar depender de la suerte sino de tu trabajo. Trabajar un poquito más si cabe que los demás. Y el no copiar, no hacer que los otros. Y una tercera, saber convivir con la victoria y con la derrota. Sacar cosas positivas de una cosa y otra. Pero luego eso lo debes aplicar por ti mismo. Y a mí me dejaron hacerlo en Monzón. Supieron entenderme en mis errores y también valorarme en mis aciertos y me dejaron libertad para entrenar como yo quería, haciendo cosas que yo creía que podían sorprender. Tuvimos unos años muy buenos en aquella EBA y creo que se valoraba a que Monzón por lo que hacía en la cancha. Me vino muy bien esa etapa de semiprofesionalismo.

¿El cambio grande en tu vida es cuando te llaman del Joventut en el verano del 2004?

Sí, ahí es cuando empiezo a entender un poco lo que es el baloncesto profesional. La Penya es otro nivel. El primer año me dan al CB Prat en la EBA, donde estaban dos proyectos del club como Flis y Panchi Barrera, y poder ver cómo funciona toda la Penya a nivel de base y cantera y su equipo ACB, que es un gran aprendizaje porque es el más tradicional junto a Estudiantes en cuanto a formación. Allí el aprendizaje es diario. Veía montones de entrenamientos en distintas categorías y tuve la suerte de que el técnico del primer equipo fuera además Aíto García Reneses, con el que tuve un master gratuito y aprendí mucho. Fu además un curso complicado, con muchas cosas buenas y algunas malas, y me sirvió de mucho.

Ahí, al lado de Aíto como su ayudante, ¿es cuando te das cuenta de que te faltaban muchas cosas como entrenador?

De lo que me di cuenta es de que podía ayudar al equipo. Que lo que yo había aprendido en equipos más pequeños o con técnicos más desconocidos para la gente podían ser útiles. Se acercaban muchas veces a lo que la persona que estaba allí al mando, que era Aíto, quería como son la exigencia diaria, la mejora del jugador y no sólo aprender y entrenar sistemas. el acabar la temporada a un nivel técnico-táctico muy superior al que había al empezarla, en lo defensivo y en lo ofensivo,.. Pero sí me faltaba el llevarlo a un nivel profesional de club, cómo trasladarlo a un jugador profesional de renombre. Y el cómo comportarme a nivel personal y profesional después de una victoria o una derrota. Ahí vamos, Aíto es un maestro. Se diferencia de todos los demás en muchas cosas, pero en esto desde luego, sabe canalizarlo muy bien para ser más fuertes luego.

En un equipo profesional, la gestión del grupo, de los roles y egos, ¿es casi más importante que la parte táctica?

Sí, seguramente. Es imposible tener a los doce jugadores contentos porque siempre que un entrenador apuesta por algo, hay unos beneficiados y otros que no lo van a disfrutar igual. Has de saberlo y de verlo para que no se convierta en un problema grave. Es otra de esas cosas que aprendí en mis tres años con Aíto y luego ya cuando me quedo yo de primer entrenador del Joventut. En nuestra primera temporada todo fue magnífico, muchas victorias y quedamos quintos. Y en la siguiente es cuando creo que de verdad me hago entrenador. Tuve un cese a mitad temporada pero aprendí en ella de verdad lo que es seir entrenador profesional ACB. Es casi lo que más le debo agradecer al Joventut de todos los buenos años que pasé allí. La primera vuelta fue espectacular, jugando bien, siendo fiel a mis principios y buscando arriesgar mucho metiendo muchos canteranos y chicos jóvenes. En el baloncesto profesional hay que arriesgar pero sabiendo exactamente dónde estás. Ese año en el Joventut lo aprendí.

Es curioso cómo lo expones. Afirmas que aprendiste mucho de aquel cese en marzo 2010 y de una temporada frustrante que empezasteis bien y se estropeó.

Sí, de verdad, fue un cese muy válido para mí. Luego tuve muchas conversaciones con el Joventut en los meses posteriores y me une una relación muy, muy buena con los responsables del Joventut pese a ese cese. Ellos supieron reconocerme cosas que se hicieron mal como club. Yo tuve mi parte de culpa por no dejarme aconsejar, creo, y arriesgué con una plantilla que estos años de crisis y presupuestos más bajo son habituales pero en aquella época no. Se buscaba abaratar un equipo que había dado muchas alegrías pero que era insostenible y había menos dinero. Arriesgamos con Oyenga como extracomunitario de 19 años, con Flis, Norel, Pau Ribas, Josep Franch, Pere Tomás… Eran muchos canteranos y muy jóvenes y no estuve fino a la hora de acertar con los más expertos que debían rodearlos y a la hora de entenderlos. Antes habían estado Bennett, Mallet, gente muy comprometida y no supe entender a los que fiché.

¿Se aprende entonces más como entrenador en una racha mala como esa segunda vuelta donde le echaron que cuando el año va bien y sin grandes problemas? ¿Uno se curte más?

No sé si decirlo así, tan radical. Depende también un poco de tu mentalidad. Cuando ganas sólo te llegan alabanzas y elogios y eso no siempre es bueno. Como tampoco lo es fustigarte cuando pierdes. A veces haces las cosas bien como entrenador y como equipo y pierdes. Y hay cosas positivas en muchas derrotas. Si no sabes ver lo positivo también cuando pierdes, no sacas provecho de las derrotas. Al final nos toca ser muy fuertes mentalmente cuando viene una mala racha.

Al final, supongo que la experiencia os dice a los entrenadores que hay que saber olvidar rápido tanto la victoria como la derrota. A los pocos días hay otro partido y de nada sirve regodearte en el anterior.

Diría más bien que hay que olvidar el resultado inmediato, pero no perder la vista a por qué han sucedido las cosas en un partido o competición, sean buenas o malas. Hay victorias que llegan después de un mal planteamiento o sin una buena sintonía tuya con el partido o tus jugadores y derrotas que, repito, se producen pese a dar lo mejor de ti. Simplemente el rival es mejor y hay que aceptarlo.

Si te pones un vídeo de un partido tuyo de hace ocho años, ¿te reconoces o has cambiado mucho como entrenador?

Síiiií, he cambiado mucho, claro que he cambiado. He evolucionado mucho, diría que casi donde más en mi relación psicológica con la plantilla. De cuidar el aspecto emocional en el grupo, de haber sabido aprovechar cosas nuevas para llegar a un grupo de jugadores como el coaching…. Este tipo de cosas en el manejo del grupo son importantes y han variado respecto a hace diez años. Por otro lado, me gusta exigirme mucho a nivel táctico e intento respetar lo básico pero poner también cosas que se salen de lo habitual y acertar o equivocarme con ellas.

¿Te adaptas a las plantillas que te dan o hay un tipo de juego o perfil de jugadores que casan mejor con tu filosofía de entrenador?

No, creo que cada plantilla tiene una personalidad propia al margen del entrenador que la dirija. El que un entrenador quiera que todos los jugadores se muevan como él quiere es un error. Nunca vas a tener las piezas necesarias para que eso ocurra, sobre todo al nivel al que nos movemos la mayoría. Pero incluso en equipos de máximo nivel no vas a poder pedir a todos los jugadores que se adapten a algo tuyo porque no va a funcionar. No todos los jugadores se moldean igual. Saber comprenderlo es fundamental, al final se trata de sacar de un jugador concreto sus virtudes y tapar sus posibles defectos.

¿Cómo se llega al corazón de un jugador que tiene 28-30 años o más, que puede tener títulos, haber estado a las órdenes de grandes entrenadores y le dices que tiene que mejorar esto o lo otro y te escuche?

Creo que cada día es más fácil hacerlo porque son muchos los ejemplos de jugadores que han conseguido mejorar muchas cosas con el paso de los años. Y eso sirve de modelo para otros. Quizá hace unos años llegaban a nuestra liga jugadores extranjeros muy buenos y con una trayectoria sólida y era más difícil convencerlos. Pero ahora todos entienden que la mejora individual de año en año te puede dar un contrato mejor. Si tú eres sólo un especialista en algo, puedes tener un hueco en la liga pero con un rol menor si no eres capaz de hacer alguna cosa más.

¿Te sientes cómodos con estas plantillas que estás manejando estos años con gente joven, otra más veterana, extranjeros que están empezando aquí…?

Sí, es una mezcla que va bien. Al veterano le ayuda notar el empuje del joven que viene por detrás y a la mayoría les gusta enseñar lo que a ellos otros les enseñaron. Y los jóvenes ven que progresan en detalles que te da entrenar y competir contra jugadores más hechos. Y si logras una armonía en un grupo así, el ambiente es fantástico y se trabaja muy bien.

Ver el nivel que alcanzó contigo un jugador que parecía muy de segunda fila como Doblas o el que están danto Colom y Todorovic en relación al año anterior, ¿es de esas cosas que satisfacen más que una victoria?

Sí, pero por ellos mismos, no por mí. Es lo que te decía antes, son jugadores que se dejan enseñar y que quieren mejorar. Entienden que sin un salto no van a seguir en la ACB. En el caso de Quino llevaba años en la ACB pero sabía que no había destacado. Buscaba alguien que le ayudara a crecer. Yo le dije que si él estaba dispuesto a trabajar duro para hacerlo, encantado de ficharle. Las ganas de mejorar de un jugador clave, todos los entrenadores estamos siempre disponibles para ayudar a un jugador. Pero luego depende todo de ellos. A veces algunos jugadores no se abren del todo para que un entrenador llegue del todo a él, pero cuando lo hacen, se da ese salto. Quino sólo ha hecho que explotar las virtudes que tenía eh, Sito Alonso no le ha enseñado de repente a jugar a baloncesto.

¿Y Todorovic? Será una sorpresa incluso para ti. Venía de dos años sin jugar nada y de repente va para MVP de la Liga.

Sí, un poco sí. Con él tenía la suerte de que nos conocíamos de cuando él era un chaval en el Joventut y eso fue una ventaja para que confiara en mí. El tiene un potencial enorme y le faltaba la madurez para empezar a enseñarlo. Es sin duda un candidato a MVP por su progresión y por lo que ha dado a nuestro equipo.

Vamos con cosas concretas del Bilbao Basket.  En varias ocasiones estas pasadas semanas ha dicho sin tapujos en ese bache de derrotas que había que reconocer que estaban mal.

Es que no sé por qué hay que ocultarlo, no se podía negar. No estamos como hace dos meses o tres. Ese no es el problema. Habíamos dado un bajón y todos lo sabíamos, como sabíamos que habíamos alcanzado un nivel tan alto y tan inesperado para muchos que era imposible mantenerlo los 8 meses. Pero creo que nunca dejamos de competir, y eso es lo importante. Hubo alguna derrota como la de Obradoiro que nos hizo daño por cómo fue. También habíamos dejado hacer algunas cosas que hacíamos antes y las echábamos de menos. Por último, está ahí que ha habido varias lesiones a la vez, jugadores jugando con molestias que no podían parar porque otros estaban lesionados… Si recuperamos el estado físico y esas cosas que hacíamos, acaberemos el año bien y compitiendo bien en el playoff. Aviso que entrar en el playoff no se va a convertir en conformismo, que vamos con ambición. Luego podemos perder, pero que no sea por falta de ambición y ganas de hacer un buen trabajo sino porque el rival aún lo hizo mejor que nosotros.

¿Por qué os habéis convertido según transcurría la Liga en uno de los equipos que más triples lanza? Porque tampoco tenéis uno de los mejores porcentajes y eso a veces da la sensación de que os limita.

Bueno, siempre ha sido una cosa que han hecho mis equipos. No sé si es una virtud pero sí creo en un juego donde el triple tiene creciente importancia. Ya en mis años en el Joventut éramos de los que más triples tiraban. Y luego pasa que la cancha se ha quedado claramente pequeña. No hay espacios para penetras ni para buscar situaciones de ventaja. Además, cada vez hay menos jugadores especialistas al poste bajo. Si no tienes un día acertado en el tiro y un jugador al poste bajo de alto nivel, anotar cuesta. Así que el triple se convierte en una solución lógica si hay un buen movimiento de balón y buenos bloqueos, puedes encontrar una buena posición de tiro.

Creo que también ha bajado la capacidad de penetrar de los jugadores para rompera la defensa y saber encontrar soluciones. Hay buenos físicos para ir hacia dentro pero a nivel táctico pocos saben cuándo hacerlo, cuándo no y qué solución encontrar cuando voy hacia la canasta. Por eso el triple es el recurso fácil. Pero eso no significa que sea lo bueno. Tiene que llegar a ser un buen lanzamiento y dentro de un juego equilibrado. Si abusas de él porque no encuentras otro tiro, malo. Nosotros lo vivimos en Miribilla contra el CAI, logramos buenos tiros pero ese día hubo un mal porcentaje y perdimos. Ahí es cuando tienes que tener alternativas y creo que las hemos encontrado para esos días en que no metes de fuera. El día del Obradoiro nos colapsamos tras conseguir una amplia ventaja y no supimos aplicar esas soluciones. Bueno, para eso seguimos trabajando cada semana, para mejorar.

10 Comentarios

  1. Vuelvo a darte la enhorabuena @Maestro por este tipo de artículos.
    Sito Alonso me parece unos de los tres mejores técnicos que actualmente entrenan en ACB,esperemos que siga su progresión y veremos donde acaba.Saludos

    • Gracias crack.
      Espero poder tener estas próximas semanas a Laso, Aíto y Pedro Martínez

      • Pues entre estos tres estan los otros dos a los que considero mejores.Gracias a tí ,creo que este tipo de artículos mejoran la web,no tienen muchas visitas pero que le vamos a hacer.Saludos

        • No consideras a Pedro Martinez entre los 3 primeros?
          Bromas aparte, hace mucho tiempo que no hay tantos entrenadores espanoles de tanta calidad. A lo mejor es porque al haber menos pasta se confía más en el producto local que en estos tipos con apellido acabado en -iv a los que se les supone calidad porque chillan mucho y aprietan en defensa.
          Tu que controlas mucho de baloncesto internacional, hay algún entrenador espanol que está triunfando en el extranjero? yo solo conozco a Poch y a Hustado, pero no se que tal les va

        • No hay demasiados fuera de ACB,en ligas europeas,y es una lástima ya que como demostró Plaza en Zalguiris,los entrenadores ACB tienen nivel para cualquier liga Europea.
          Jose Maria Izquierdo,pero como ayudante de Obradovic,es quizás el mas destacado.

          Por Sudamerica creo que andan Paco Olmos , Sergio Valldeolmillos ,Gustavo Aranzana,Ricard Casas,Luis Guil,Luis Pino,pero no sigo mucho basket fuera de Europa para valorarlos.

          Pep Clarós en Canadá llegó a la final,pero a sido vetado en esa liga al retirarse y no presentarse al úlimo partido por acciones violentas del rival.

          Como curiosidad tenemos todo un seleccionador Malgache,Angel Manzano de entrenar a Mirotic se fue a Madagascar.Saludos @Yastanaki

        • Gracias por la información, Petete. Y yo tampoco entiendo por qué no les llaman equipos punteros en Europa, supongo que será cuestión de marketing y representantes

  2. Enhorabuena por no hacer una entrevistas standard,
    Sito es un hombre claro, sin tapujos dice lo que siente y lo siente, el también tiene mucho potencial.
    Las ruedas de prensa pre y post partido, son claras, ciertas y razonadas, es siempre un plcer escucharle. Nadie ni él esperaba los resultados de BB este año, creo que el trabajo de unir veteranos y que éstos se involucren con los más jóvenes, he asistido a 2 entrenos y es increible como se ayudan todos, la fusión y el compromiso es tremendo, tiene entre sus jugadores al jefe de entrenos, al jefe de ataque, al de defensa, no sé si es mejor que otros, pero sí diferente y ahí están los resultados. Si el equipo está mal lo dice y se incluye, pero no arremete contra los jugadores, no públicamente como hacen algunos, Nos prometió que nos ibamos a divertir en Miribilla, y ha cumplido. Para mi es uno de esos buenos entrenadores con los que sueñas que estén en tu equipo muchos años, ojalá sea así, no quiero dejar pasar la simbiosis que se ha establecido (aumentado) entre el equipo y todo el pabellón, incluso nos felicita de vez en cuando y con razones.
    Además y para terminar hombre comprometido, dió su palabra y la mantuvo cuando estuvimos fuera de Acb, y ahí estamos, y ayer compró según prensa un importante paquete de acciones ahora que Bilbao Basket está en ampliación de capital, un crack.

  3. Me ha parecido una entrevista muy interesante pero me ha faltado alguna pregunta sobre la debacle de la selección española en el Mundobasket donde no olvidemos que Sito era uno de los entrenadores.

  4. Espero que siga siendo fuerte mentalmente y mejorando como persona y entrenador.

    Con toda la experiencia que acumula , desde el baloncesto de base al nivel de ACB y selección, y con 40 palos, creo que está en un momento de su carrera muy bueno.

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