Lo primero que hay que decir es que el abuso al recurso del pasaporte express, que llevamos años criticando en esta web, tenía que generar problemas jurídicos. La policía italiana ya detuvo a un jugador hace años en un aeropuerto al constatar que su pasaporte era falso. Como lo era aquel búlgaro de Mickeal también hace unos años. Luego hemos tenido a la ACB dando una moratoria en la pasada Supercopa y colando a cuatro jugadores que intentaban acreditar el papeleo para poder disputar el torneo. Luego a Meythaler en Sevilla insinuando que estaban a punto de comprar los dos pasaportes que necesitaban y luego a Slaughter y Panko compartiendo número de pasaporte.
Por hacer un resumen.
Pero como digo una cosa, digo la otra: hecha la ley, hecha la trampa y los clubs supieron hacerlas. Era poco estético pero era legal recurrir a estos pasaportes.
Y lo que hizo en mayo el CSD para frenarlos fue emitir un decreto con toda la pinta de ilegal y contrario a la legislación de la Unión Europea. En cuanto alguien presente una demanda en un tribunal o ante el propio CSD, se va a comprobar.
KC Rivers no puede seguir en el Real Madrid porque el CSD no valida su pasaporte de Guinea Bissau y el permiso de trabajo que legalmente se le ha concedido en España. Dos papeles que le valen en toda Europa pero no para la ACB.
Así que el jugador estudia presentar esa demanda porque siente que se ha atentado contra su derecho al trabajo y a la libertad de contratación. El Madrid no lo quiere como extracomunitario porque ya tiene a tres, cuatro si contamos a Campazzo, al que busca ceder.
Rivers no puede acreditar vínculos deportivos con esa federación guineana porque su selección no está clasificada para el Afrobasket. Lo curioso es que los pasaportes de Bissau de Mike James y Colton Iverson en el Laboral Kutxa sí han sido validados por el CSD.
La clave es que al ejecutar la opción de renovación automática, el club baskonista puso fecha anterior a la promulgación del decreto del CSD. El Madrid no, negoció un nuevo contrato con Rivers y tuvo que presentar de nuevo los papeles ante el Consejo, que no los da por buenos. Así que los servicios jurídicos del club blanco indicaron que no se le podía renovar en base a ese pasaporte cotonou.
Ojo, porque Slaughter está en una situación similar. Con un matiz imporante. Él sí tiene contrato garantizado para este curso pues renovó para dos temporadas en mayo del 2014. Pero los servicios jurídicos del Madrid recomiendan que no se le dé de alta como cotonou gracias a un pasaporte de Guinea Ecuatorial. Al menos mientras no presente nuevos documentos acreditativos de su vinculación con ese país. En ello está el pívot. Mientras, podrá jugar la Euroliga sin problemas pero en la Liga Endesa no se le dará de alta por ahora salvo lesión de los dos extranjeros, Thompkins y Ayón.
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