Entrevista a Dani Miret: «En España formamos bien a los jugadores jóvenes, lo que hay que solucionar es el salto desde edad junior al profesionalismo y que los clubs ACB se impliquen»

El verano del baloncesto en categorías inferiores ha sido espectacular para España. Todas las selecciones masculinas y femeninas han ganado medalla, del sub 16 al sub 20, algo inédito. Pero también hubo muchas medallas otros veranos desde el 2010, o MVPs españoles en los campeonatos de selecciones y no para de escucharse que luego no hay espacio en los clubs profesionales de la ACB o la Liga Femenina para estos chicos y chicas. O que se van a Estados Unidos a terminar su formación en una universidad.

De todo ello hemos querido hablar con Dani Miret, oro con la selección sub 18 el pasado 7 de agosto. Lleva varios años como seleccionador en estas categorías y 15 temporadas en el Joventut, el club que más y mejor forma, trabajando en diferentes puestos y ahora como ayudante del primer equipo.

-¿Cómo habéis vivido los distintos seleccionadores de las categorías inferiores esta lluvia de medallas? Supongo que os conocéis mucho.

Con alegría unos por los otros, nos conocemos desde hace años. La Federación apuesta por un grupo de entrenadores estable, muchos jóvenes, y se busca un seguimiento y detección de jugadores jóvenes, incluso desde niños. Vamos todos en la misma línea, tenemos todos un staff increíble: fisios, delegados, ayudantes, médicos, preparadores físicos… Son un equipo humano impresionante. Hay que llegar bien a un campeonato, para disputar un partido de cuartos, una semifinal, una final hay que estar muy bien preparado y esa gente aparece poco en las fotos pero son vitales para lograr éxitos.

-¿Un poco sorpresa para vosotros mismos que en cada selección haya medalla? Porque imagino que se puede conocer a los jugadores propios y un poco a los chavales rivales, pero a estas edades todo suele ser un poco imprevisible en cuanto a rendimiento y regularidad.

Es muy difícil prever si vas a sacar medalla o no. Son campeonatos cortos y muy duros, pasas la primera fase y luego ya el partido de octavos es durísimo. Todos los encuentros son muy competitivos y no puedes calcular cómo van a actuar los rivales, qué tienen preparado, cómo van a explotar chicos que igual son suplentes al principio y luego son los mejores de sus selecciones. El día a día es muy importante, la concentración, saber que los rivales también son buenos y también desean ganar una medalla. Es un buen momento para explicar a los aficionados y al propio mundillo del baloncesto que habrá veranos donde se trabaje bien y quizá no haya medallas. Jugaremos bien, pero igual pierdes en el cruce aunque hayas hecho un buen trabajo. De hecho, yo suelo preguntarme: ‘Hemos ganado, bien. Qué podemos hacer a partir de ahora mejor. Porque para seguir ganando tenemos que seguir haciendo bien las cosas y mejorar en otras’. Ojo con pensar que ya lo hacemos todo excelente, en chicos medallas, en categoría femenina, igual. Esta lluvia de medallas, si te confías, te puedes debilitar. Yo no pensaba en más o menos medallas sino en hacer un buen trabajo de preparación y en el campeonato y estoy seguro que mis compañeros en otras selecciones, lo mismo.

-¿Qué os dicen los entrenadores rivales? Porque al final, no todos los veranos son tan buenos como éste, pero desde hace 25 años España gana medallas de forma abundante en las categorías inferiores.

Sienten admiración, te preguntan cómo hacemos para tener este nivel técnico y de fundamentos en tantos chavales, que siempre parezcan tan bien conectados a los campeonatos, sin perder la cabeza. Yo aquí quiero destacar una cosa de la que se habla poco: tenemos unas magníficas escuelas de baloncesto por toda España. Entrenadores y monitores en un montón de ciudades que trabajan con ilusión y un buen hacer, que ponen la semilla que da el fruto que luego nosotros recogemos. Pero el talento, la formación, la educación, eso se lo transmiten ellos. La educación deportiva es muy importante, el ser buen compañero, respetuoso con tu entrenador o monitor o no protestar si estás en el banquillo sin jugar es algo que no se enseña en una semana. Es gente que trabaja para crear aficionados al baloncesto, jugadores, árbitros, padres que igual dejan de jugar a los 16, 18 ó 20 años pero que luego verán partidos y luego llevarán a una escuela de baloncesto a sus hijos. Esa gente anónima que inicia a los chavales, que se levanta a las 8 de la mañana un sábado para llevar a un equipo de niños o niñas a un colegio para un partido, luego a otro grupo a otro, luego va a otro pabellón… Esa gente es impagable.

-¿Cómo hacer para que los chavales que han sido medalla o los que se quedaron fuera de la convocatoria final no se desanimen al ver que es tan difícil llegar al profesionalismo, a un equipo ACB? O que ven que desde hace unos años apenas se abre paso a chicos que también fueron medalla un verano. Es esa transición desde el junior de 18 años al que logra hacerse un sitio en la ACB donde vemos todos el problema y no me refiero a jugadores españoles sólo sino a canteranos en general formados aquí, sean de la nacionalidad que sean.

Lo primero es eso, se tiene que percibir como un problema. Si los equipos ACB no se sienten partícipes del problema, no lo vamos a solucionar. Yo entiendo que un club se diga: ‘yo quiero a los dos o tres mejores de mi cantera, a ver si pueden llegar a mi primer equipo, el resto de la plantilla la ficharé’. Vale, lo entiendo. Pero si te importa que no saques canterano hacia tu primer equipo, o que saques pocos o que tengan problema de adaptación al profesionalismo que supone la ACB, incluso estar en la Leb Oro, ya estás implicado en buscar soluciones. Implicarlos es lo primero, los formamos bien, muy bien, pero hace falta más.

Y las soluciones pasan por invertir, en más formación, en mejores entrenadores de categorías inferiores. Y algo que es barato a priori, alargar la categoría junior un año más. Esto es básico. Que sea una etapa de tres temporadas, hasta los 19 años, no hasta los 18 como hasta ahora. Todos los equipos quieren tener un buen equipo junior, pero cuando llegan a los 18 empiezan los problemas. Esos chavales necesitan una competición propia, no todos están preparados para el EBA o la Leb Plata. Que los junior sigan compitiendo contra los de su edad. Se acusa mucho a los clubs ACB, que tengan un vinculado en Leb, etc. Ojo, miremos también a las federaciones autonómicas. Igual que hay campeonatos de mini, cadete, junior, que sigan con otro para los de 18 a 19 años. La Federación Española seguro que ahí puede ayudar. A veces hay equipos EBA sin capacidad económica para competir o para tener buenos jugadores, seguro que hay clubs en muchas ciudades que pueden cederles junior de 18 años o de tu Leb Plata o de tu vinculado en Leb Oro. Oye, si los pones en pista, a jugar, yo te los cedo un año.

-Evidentemente, es un asunto complicado que requerirá poner a muchas personas, federaciones y clubs de acuerdo.

Son muchas cosas, hay varios temas más a plantearse. Pero también los aficionados y clubs deben entender que si pones chicos jóvenes igual al principio pierdes y entonces hay críticas, el aficionado deja de ir al pabellón porque para ver perder a su equipo… El perder es parte del deporte y de la formación. Hace unos años yo estaba en la Leb Oro con el Prat y descendimos, como lo hizo el Barça B esa temporada. La Leb es buena y dura y si tienes jóvenes en el campo, puedes perder. Vas a tener menos físico, dureza y experiencia que los otros y entonces compites pero muchas veces no ganas. Equipos vinculados a una universidad sería otra cosa fantástica porque a muchos les permitiría estudiar una carrera. O a un centro de formación tipo el Siglo XXI que había hace unos años, donde puedan entrenar mientras van al instituto. Son muchas cosas a valorar.

-¿Y una liga sub 20 ó sub 22 o una liga de filiales ACB que permita a los jóvenes competir contra sus iguales?

Es otra posibilidad a estudiar. Hay una Minicopa cuando son infantiles pero luego no existe nada de eso después de edad junior. Así que dejan de estar en el foco salvo si juegan la fase final de la Euroliga o algo así, pero eso son unos pocos equipos en Europa. Les faltan competiciones atractivas de su nivel donde compitan, mejoren, se equivoquen tomando decisiones en pista… El problema no son los cuatro o cinco mejores jugadores de cada generación, esos van a llegar arriba de una forma u otra. El problema es del sexto al vigésimo, esos son los que necesitan más apoyo, formación, entrenamiento y competición. Ayuda en suma. A esos son a los que no estamos ofreciendo suficientes espacios formativos o de competición. Muchos de ellos quizá acaben en la LEB y puedan tener una carrera en este deporte hasta los 33 ó 35 años, que ya está bien porque es una magnífica competición aun siendo la segunda categoría, pero muchos quizá no hayan podido estudiar y se ven a esa edad retirados y sin un futuro profesional. Por eso equipos vinculados a una universidad o que permitan estudiar a los que lo deseen serían interesantes. Si el horizonte es un EBA o Leb Plata que me ofrece 500 euros al mes, normal que muchos chicos digan que no y se retiren como viene pasando estos años. Desde luego yo no se lo aconsejaría a mi hijo. Chavales que eran talentosos y que deciden dejar el baloncesto hay muchos.

-Pero es que incluso en esos cuatro o cinco mejores de cada generación que dices hay problemas para ubicarlos en la ACB. Marc García fue MVP del Europeo sub20 en el 2016 y seis años después sigue sin afianzarse en la ACB, por poner un ejemplo. ¿Un club ACB ya no puede ocuparse de la formación de un chico de 19 ó 20 años, no hay paciencia para terminar de integrarlo y que sea útil?

No se puede generalizar, cada club tiene una estructura o filosofía diferente. En todo caso, jugadores de los que se esperaba mucho cuando tienen 17 ó 18 años, 19, si luego hacen carrera en la ACB aunque no sean estrellas ojo, que no es fácil estar en esta liga. Pero hay un paso clave, de edad junior a equipo profesional donde estamos viendo los problemas. Ahí habría que individualizar, no conozco cada caso claro. Pero a esa edad no todos están para entrenar en ACB con profesionales de máximo nivel. Hay que ver quién está para eso y quién para estar en EBA o Leb. Quién necesita centrarse en técnica individual o en mejorar en defensa porque en la ACB si no defiendes o eres un portento ofensivo o no juegas. Y luego está el trabajo y actitud de cada canterano, que no todos aprovechan las oportunidades que los equipos ACB a veces dan. Llegar arriba también depende de ellos. En cuanto a la estructura de equipos, la reflexión es: ¿cómo podemos hacer para que en vez de dar 10, 15 ó 20 huecos en las plantillas a chavales, canteranos, juniors, como los llamemos, sean 40 oportunidades? ¿Qué hacemos con los que no llegan o no reciben la oportunidad de llegar a la ACB o sufrieron lesiones graves a los 17 ó 18 años? Caso de Héctor Alderete, que ha tenido dos. Pues habrá que tener paciencia con él porque su desarrollo va a ser más tardío. Preocuparnos por los chavales con talento en un deporte, el que sea, es lo que nos mejora como sociedad, que tengan buenos valores deportivos les ayudará luego en su vida profesional y serán buenos chicos para nuestra sociedad.

-Estás en el Joventut. ¿Cuánto hay de trabajo, análisis, puesta en común entre el entrenador, Carles Duran, el responsable deportivo Jordi Martí, tú, los entrenadores del junior para decidir los pasos a dar con los mejores canteranos? Porque al final sois los que más jugadores formáis y dais paso en la ACB. Dimitrijevic, López-Arostegui y Joel Parra por citar a los más recientes, pero ya aparece Pep Busquets y se acaba de anunciar que Maronka y Kraag van al primer equipo ya esta temporada, mientras que Adrià Domènech ha dejado la Penya y se va al Oviedo. Supongo que también es inevitable que a veces haya decisiones o apuestas que el tiempo demuestre que son equivocadas.

Que te vas a equivocar alguna vez, eso seguro. La gente que toma decisiones, se equivoca. El que no, nunca, claro. Por mucho que seas considerado de los mejores, como lo es el Joventut y especialmente esas dos personas que nombras lo son, a veces los chicos no llegan al nivel que se esperaba. O no trabajan con 20 años como debían. Domènech es un gran chico y ha estado muchos años con nosotros, pero ahora pensamos que es bueno que siga en otro sitio, sin la red del Joventut y ojalá le vaya bien y un día vuelva. Al final se trata de conocer mucho a cada jugador, de estar cerca suya, de apoyo, como decía antes. Está la estructura del Joventut pero luego también hay una parte que corresponde al jugador. Si le haces un plan físico, debe cumplirlo. Si entrenas bien pero compites mal en los partidos. Si tu mentalidad no mejora de año en año… Y otro punto, de estos chicos que han ganado oro o plata, ¿los vamos a aguantar en pista cuando tengan tres partidos malos? Si de un profesional con larga trayectoria a veces leemos o escuchamos, está acabado, se tiene que retirar, pues de un chico se dice, éste no vale, no progresa, no se merece más oportunidades. Y eso les afecta. Cada jugador es distinto y cuándo va a dar un salto enorme en su rendimiento y físico a veces no puede saberse. Incluso conociéndolos mucho. Por mucho que analices, no siempre vas a acertar.

-Si en España hay pocas oportunidades para los jóvenes y vamos viendo casos de jugadores que se van a Estados Unidos a un High School, al Overtime o a una universidad, ahora se prevén mas casos porque las universidades allí van a poder pagar, algo que la normativa actual prohibía. Ya se habla de un cambio brutal en el deporte universitario de ese país porque los acuerdos con contratos de cien mil dólares para arriba se prevén numerosos y se habla de acuerdos en pocos años de un millón o más.

Toca a todos cambiar mentalidades, los clubs los primeros porque las familias y jugadores van a tener unas ofertas de estudio, formativas y económicas que aquí difícilmente se van a poder igualar. Aquí somos buenos formando y allí se cree que son muy buenos y yo no creo que lo sean tanto. Insisto, aquí necesitamos más formadores buenos, más plazas en los clubs para técnicos especialistas en formación. Hay poco trabajo para formadores profesionales y muchas veces mal pagado. Ojo, es que de una universidad se van a llevar a esos pocos entrenadores y entonces tendremos un problema serio. En el futuro va a haber muchos cambios, muchos chicos se están yendo, especialmente chicas. Vale, no a todos les va bien, alguno ha vuelto frustrado, pero si vas becado y te sacas una carrera al tiempo que juegas a tu deporte pues entiendo que haya familias que apuesten por esta opción. Tenemos buenos formadores en casi todas las federaciones autonómicas y clubs profesionales, en las selecciones de este verano había representación de muchos equipos y ciudades. Sacamos jugadores en todos los rincones pero nos falta articular campeonatos y tener equipos distintos a lo que venimos teniendo, vinculados a universidades, a un LEB, no sé, para que esos chicos a los 18 años no vean que, si paso la edad junior, mi futuro en el baloncesto profesional no está ya nada claro en España.