El Barcelona ha fichado en cuatro días a Dorsey y Papanikolau y si Nemanja Bjelica hubiera dado el sí definitivo esta semana, habrían sido tres incorporaciones en un corto plazo de tiempo. Desde principios de semana hay un acuerdo entre el Barça y el Laboral Kutxa para realizar el traspaso. El jugador coqueteaba con la opción de irse al Fenerbahce tras un encuentro privado con Obradovic. Luego vio que la oferta turca era inferior y vio la opción azulgrana como la mejor para él.
Con todo encarrilado, Bjelica se echó para atrás de nuevo. Sin embargo, desde el Barcelona advierten que el tiempo se acaba y que deberán moverse por otro cuatro si el serbio no responde ya. Lógicamente, no pueden dejar que se escapen otros alas-pívot interesantes en el mercado porque el baskonista no da el sí y firma.
Así que este asunto debe quedar resuelto pronto y el Barça podrá centrarse en el refuerzo más difícil que afronta a priori, el de un base-escolta de perfil anotador. Goudelock es más un dos y todo apunta a que seguirá en la NBA.
Quien parece ya descartado es Moss pues el alero estadounidense no tendría sitio en la plantilla ya con Abrines, Rabaseda y Papanikolau más el propio Bjelica pudiendo jugar en esa posición.