Nueva York, 24 de junio de 2004, es turno de la tercera elección del Draft que pertenece a los Chicago Bulls y el afortunado es Ben Gordon (Londres, 1983), escolta de la universidad de Connecticut. Ese mismo año se había proclamado campeón de la NCAA con 21 puntos en la final ante Georgia Tech. Su compañero de universidad, Emeka Okafor, había sido seleccionado antes que él, el número dos, y el número uno del Draft fue Dwight Howard.
El futuro prometía para Gordon y más si atendemos a ciertas similitudes: 20 años antes, en el draft de 1984, Michael Jordan era seleccionado también en tercera posición por los Bulls, con la misma edad y después de dos pivots.
Comenzó los tres primeros partidos de titular, pero pronto se iban a dar cuenta de que era mejor arma saliendo desde el banquillo, y ya no volvió a salir de inicio. Partidos como un triunfo sobre los 76ers en el que anotó 31 puntos (19 en el último cuarto) en 25 minutos, los 29 puntos en 25 minutos, incluyendo nueve en la prórroga para derrotar a los Heat o los 35 puntos (22 en el último cuarto) en 23 minutos que le endosó a los Bobcats, le fueron convirtiendo en un especialista y revulsivo en los minutos importantes.
A pesar de que los Bulls realizaron un pésimo inicio de nueve derrotas, se recompusieron y poco a poco una plantilla inexperta y joven (Duhon, Deng, Gordon, Nocioni, Tyson Chandler y Eddy Curry) junto al veterano Antonio Davis, entre otros, fueron escalando posiciones en la Conferencia Este hasta alcanzar la cuarta plaza para playoffs (47-35); una clasificación que no conseguían desde la marcha de Jordan, Pippen, Jackson y compañía en 1998. Ben Gordon realizó 15,1 puntos (40,5% en triples), 2,6 rebotes y 2 asistencias en 24,4 minutos y fue nombrado `Sexto hombre del año’, es de momento el único novato y el más joven en conseguir dicho premio. También fue elegido para el mejor quinteto de novatos pero el mejor rookie fue su ex-compañero Okafor.
En la siguiente temporada ya empezó a alternar titularidades con suplencias y terminó con 16,9 puntos por partido pero sus porcentajes de dos no eran buenos, acertaba más desde la línea de tres. Como ejemplo, ya terminando la temporada, el 14 de abril de 2006, convirtió los nueve triples que lanzó frente a los Wizards, igualando el récord de triples sin fallo en un partido que había logrado Latrell Sprewell en 2003.
En su tercer año realizó muy buenas actuaciones, como los 40 puntos del 27 de diciembre y los 41 puntos del 2 de enero, ambos saliendo de suplente. El 4 de marzo de 2007 alcanzó su tope personal con 48 puntos, 20 en el último cuarto, en una victoria sobre los Bucks. Promedió 21,4 puntos, 3,1 rebotes y 3,6 asistencias en 33 minutos por partido, acabando líder de puntos del equipo. Los siguientes dos años siguió siendo el mejor anotador de los Bulls con 18,6 puntos y 20,7 puntos, pero tras las cinco temporadas se convirtió en agente libre y le contrataron los Pistons con los que aumentó considerablemente el salario.
A pesar de su aparente progresión y un mayor sueldo, no hizo sino descender sus números; una bajada de minutos (27,9) y del porcentaje de triples (32,1%) le llevaron a sumar 13,8 puntos en su primera campaña en Detroit. En las dos temporadas restantes como jugador de los Pistons aportó un poco menos, en total una estancia de tres temporadas con una media de 12,4 puntos y sin alcanzar los playoffs.
Pero no se fue de vacío, dejó momentos históricos con los de Michigan: el 9 de enero de 2010 en un partido ante los 76ers anotó el punto número diez millones de la historia de la NBA. El 21 de marzo de 2012 volvió a repetir el récord de nueve triples sin fallo (9/9 vs. Nuggets) alcanzando 45 puntos y en el último encuentro arrasaba con siete triples en el segundo cuarto a los 76ers. La calidad e irregularidad de Gordon era obvia.
Ese verano es traspasado junto a una 1ª ronda de Draft a los Charlotte Bobcats por Corey Maggette; el sueldo del escolta británico-estadounidense iba incrementando pero su rendimiento decrecía. Aportó 11,2 puntos en 20,8 minutos en su primer año y en marzo del año pasado con sólo 19 partidos disputados y un pésimo porcentaje en el lanzamiento (34,3%) fue cortado.
La franquicia de Orlando Magic apostó por su resurgimiento y le contrató en julio de 2014 por dos años, pero solo una temporada estaba garantizada, pasando de ganar 13.200,000$ a 4.500.000$. En una entrevista concedida en octubre, a NBA.com, se mostró ilusionado: «Creo que es un gran año para mí », «Nunca he tenido un año antes como el del año pasado en el que básicamente ni siquiera jugara. Este año es para restablecerme y quién realmente soy como jugador. Quiero tratar de ser lo más coherente que puedo ser a diario, si eso es poner mi trabajo en el gimnasio o en los partidos. Quiero dejar fluir mi duro trabajo y aprovechar esta oportunidad.»
En dicha entrevista comentó que cuando jugó para Scott Skiles y Vinny Del Negro (con los Chicago Bulls) tuvo sus mejores temporadas. Se refería a que los entrenadores que han sido jugadores en posiciones parecidas a la suya comprenden más su juego. «No sé si es solo una coincidencia o si es que ellos conocen el juego y la comprensión de la posición (escolta). Tal vez eso lo hizo más fácil para mí. Esperemos que tenga el mismo éxito aquí con Jacque. »
Pero nada fue como esperaba, su presencia en juego se limitó a 14,1 minutos, en los que promedió 6,2 puntos. Además el entrenador y ex-jugador Jacque Vaughn, con el que tenía esperanzas de volver a resurgir, fue despedido tras 52 partidos.
En junio de 2015 fue cortado y los Warriors quisieron ponerle a prueba en pretemporada. Solo llegó a disputar dos encuentros de pretemporada con los de Arizona.
Estuvo meses sin equipo, aunque consiguió vestir la camiseta de la selección de Gran Bretaña en los partidos clasificatorios para el Eurobasket de 2017. Aportó 9,2 puntos, 4,2 rebotes y 3,3 asistencias.
Después de casi año y medio (enero 2017) sin equipo se enroló con los Texas Legends de la NBA Development League. En esta competición ha vuelto a desarrollar su juego, anotando 15,2 puntos con un 45,6% en triples en 25 partidos.
A sus 34 años, todo indica que esa va a ser su última experiencia deportiva profesional, puesto que el 1 de junio fue arrestado por disparar sin razón las alarmas de incendio en su edificio de apartamentos de Los Ángeles y el mes pasado fue hospitalizado para una evaluación psiquiátrica después de un altercado con una mujer en una tienda. Los policías llegaron y encontraron a una mujer encerrada dentro de la tienda, llorando y temblando junto a la puerta después de un enfrentamiento con Gordon, según el informe policial. Ella le dijo a la policía que Gordon había cerrado la puerta de la tienda después de una discusión. Aunque no resultó herida, dijo que Gordon había destruido objetos dentro de la tienda. Una vez que la policía liberó a la mujer, ella les dijo que Gordon se estaba escondiendo en la parte de atrás con un cuchillo. Al encontrar a Gordon en el baño, los policías lo esposaron y luego lo llevaron a un hospital cercano.
Parece ser que Gordon había regresado a su ciudad natal para abrir su negocio, Of Our Own, un centro de rehabilitación y recuperación deportiva. Tiene negocios en Los Angeles, pero no parecen irle bien las cosas. El pasado sábado fue detenido por la policía y liberado tras pagar una fianza de 50.000 dólares por amenazar con un cuchillo a un inquilino de un pido que tiene alquilado.
Ostias que gran artículo. Pregunté por él en el artículo de los triples.
Maestro ha leído mis plegarias jajajaja.
La NBA genera muchos jugadores así casi en cada hornada de rookies, gente que parecía destinada a ser buenos jugadores y luego se quedan a medio camino. O caen a los infiernos tipo Antoine Walker o este Gordon.
Es una lástima ver cómo jugadores q tienen mucho»potencial», desaparecen del panorama, ya sea x la presión mediática q recae sobre sus hombros, o xq se les va la pinza (su excompañero Curry sin ir más lejos)…
Hola, ¿te refieres a Eddy Curry? Entre los problemas cardíacos y el asesinato de su hija de 10 meses y su ex-novia, no me extraña que no haya ido bien.
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