Pero a continuación menciona otras cosas y ataca a la prensa de Madrid. Sobre la obligación de ganar, el técnico señala que “esta situación es bastante ilógica para mí después de estar veinte años en los banquillos. El equipo está pasando por una transición en el liderazgo de un grupo heterogéneo, muy joven e interesante. La verdadera batalla del Real Madrid es convivir con la anacrónica necesidad de la victoria. Hoy en día la esencia del deporte es competir a alto nivel. Se puede competir y se puede ganar”, pero no lo considera obligado.
No era fácil porque ve falta de grandeza en el actual Madrid: “Un entrenador es grande si tiene detrás a una gran entidad, con dos o tres jugadores importantes, dentro y fuera del campo como Ginóbili o Rigaudeau, Danilovic o Brunamonti, Pittis y Nicola, Smodis”. Es decir, que le faltaban estrellas.
Y una de las que tiene, Felipe Reyes, se lleva un buen sopapo de Messina: «Salió una entrevista sin ningún sentido de Felipe Reyes, que no debía haber salido. En un gran club esto no debe ocurrir. Luego la vuelta del partido con Siena, donde íbamos primeros, que no contaba, la Caja Mágica estaba medio vacía y jugaba el equipo de fútbol. Todo cierto. He visto mucha inmadurez», reitera.
Y en otra entrevista en Walla Sports de Israel ha dicho de su plantel que «tenemos muchos jugadores jóvenes que tienen un papel importante, a excepción (Pablo) Prigioni. Entiendo su corazón: no es fácil jugar aquí en Madrid porque hay muchas expectativas. Existe una presión… los jugadores son seres humanos, pero tendrá que ser para todos. Ahora que no estoy allí, deben ser hombres». También señala en esta entrevista que en los últimos partidos sus jugadores «se rindieron» en referencia a las duras derrotas y pobre imagen dada en Valencia y Valladolid y frente a Montepaschi.
Pide respeto a su decisión de dimitir porque “he dejado un trabajo, un año y medio de contrato y la posibilidad de jugar una nueva ‘Final Four’ de Euroliga, la décima. Lo único que puede venir de todo esto, espero, que sea respeto. No estoy por encima de nada. Dejarlo no es normal, pero no soy un héroe. He hecho un gesto del que me sentía obligado por el bien y el futuro del Real Madrid», advierte.
Además, de la plantilla Messina dice que tras su renuncia como técnico blanco ha «recibido mensajes de los jóvenes, de los americanos y de Pablo Prigioni». Por otro lado, el ya ex técnico carga contra la prensa: «El enemigo no son los periódicos de Barcelona, sino los falsos amigos periodistas de Madrid. El Real Madrid está rodeado de una prensa sin dignidad. Busca enturbiar. Protegen al jugador español sobre el extranjero, ponen a unos en contra de los otros».
El entrenador de Catania revela que le dijo al presidente que «le expliqué que el Real Madrid debe de tener una estructura de gestión que proteja al entrenador. Una figura que existe en todos los grandes clubes como Minucci en Siena, Kuschenko en Moscú y Querejeta en Vitoria. Si no, te vuelves loco».
Respecto a su sustituto, Lele Molin, su segundo en estos años, cree que «podría ser la elección correcta». «Creo que es el mejor hombre para llevar a cabo el programa técnico de trabajo y el crecimiento del equipo». Por último, Messina desveló que se despidió de José Mourinho, técnico del equipo de fútbol y con el que ha mantenido una buena relación. «Le aprecio y no puedo revelar lo que me ha dicho, pero ha sido muy afectuoso», subrayó.