Conferencia Este: los Bucks, con la incorporación de Lillad, y los Celtics, con Porzingis y Jrue Holiday, van a por el anillo; Miami Heat y los Sixers se descuelgan de ellos

El nivel medio del Este ha bajado los dos últimos años, primero se fundieron los Raptors poco después de su histórico anillo luego los Nets, consumidos por sus fracasos, los Pacers no lograron dar el salto que se esperaba… sólo los Cavaliers han conseguido crecer en este tiempo. De los cinco peores equipos de la NBA, según casi todos los analistas, seguramente cuatro estén en el Este, Raptors, Pistons, Wizards y Hornets más los Spurs en el Oeste.

En esta Conferencia Este siguen siendo los Bucks y los Celtics los que mandan, Miami Heat han competido bien estos años pero se quedan lejos y los Sixers no han dado el salto previsto, ni con Simmons al lado de Embiid y Tobias Harris ni tampoco con James Harden el pasado curso. Éste confía aún en un traspaso y los Sixers se quitarán un problema con su salida al tiempo que podrían recibir algún buen jugador que relance sus opciones.

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Así están los diez equipos favoritos al playoff en el Este:

Más allá de que los Bucks y los Celtics son los muy favoritos en esta Conferencia sólo los Sixers pueden alterar el pronóstico, pero deben optar por un par de jugadores de peso medio por Harden o una superestrella, difícil de conseguir pues Harden ya tiene 34 años y su egoísmo creó ya problemas en los Rockets y en los Nets, donde también pidió el traspaso, dinámica que se repite en los Sixers. Miami Heat y los Clippers mantuvieron negociaciones por la Barba pero no fue posible el acuerdo de momento.

Los Sixers tienen buenos argumentos sin Harden para sentirse un top 5 del Este sin problemas porque un MVP como Embiid, un buen anotador como Harris más Maxey y Melton ya es un buen cuarteto sobre el que construir. Y buenos complementos como Green, Oubre, incluso Tucker, aunque viene de una mala temporada. El turco Korkmaz podría aporta mucho pero no parece haber confianza en él. Plantilla quizá corta de nueve-diez jugadores por eso acertar con quien venga por Harden puede ponerles al nivel de los mejores o dejarles lejos.

Los Bucks dieron a mediados de septiembre un golpe de efecto demoledor al cerrar un intercambio entre tres equipos que hacía llegar a Damian Lillard a Milwaukee. Sí, perdían a Jrue Holiday y luego éste aterrizó en Boston para convertir a ambos contendientes en super favoritos del Este, pero es que con Lillard los Bucks se hacen con un jugador muy especial.

Un base que ha promediado 25 puntos con los Blazers las últimas ocho temporadas, que se fue a los 32 el año pasado, a 34 en los playoff del 2021… Un anotador brutal y que, como Curry, te puede resolver un partido clave con dos triplazos desde ocho metros. Con él en pista Antetokounmpo se verá menos exigido, tendrá menos defensores pendientes de él, más espacios…

Pero ojo que estos Bucks también van a contar, si no hay más contratiempos, con Middleton sano a priori después de perderse casi toda la temporada pasada. Otro que se va a beneficiar de que las defensas se concentren en las dos estrellas del equipo. Como sacará partido de ello un pívot grande con movilidad y buena mano en el triple como Brook Lopez.

Son cuatro jugadores de un talento brutal y mucha experiencia en playoffs. Sin percances físicos graves, es una plantilla para ganar 55 partidos sin problemas y para irse a la 60 si quieren pelear por el factor cancha a favor en las eliminatorias. Pero también es un equipo de presente, la edad de Lopez, Middleton y Lillard hace que sea esta temporada y la próxima cuando deba caer el anillo antes de reconstruir el equipo.

Por otro lado, su entrenador es un debutante, Adrian Griffin, que ha sido más de diez años técnico ayudante. Ahora tiene un trasatlántico al que llevar al éxito. Asimismo, la segunda unidad va algo justa, como les pasa a los Celtics y los Suns, los otros grandes favoritos, no así a los Lakers, incluso a los Nuggets. Connaughton, Payne, Portis, Beasley van a tener que aportar y se confía también el joven Beauchamp, que afronta su segunda temporada en la NBA.

Los Celtics, en las cuatro últimas temporadas, llevan una final de la NBA perdida y dos finales de Conferencia. Es decir, son un proyecto a las puertas del ansiado anillo. Con Tatum y Brown como pilares en el perímetro, anotación y liderazgo. No fue posible el título con Marcus Smart y un Al Horford más joven, pero siguen moviendo la coctelera bien cada verano para dar con la fórmula que les permita subir el último escalón.

Desde luego, con la llegada hace escasas semanas de Jrue Holiday han mejorado a Smart en cuanto a que es igual de buen defensor, con más cabeza en estático que su predecesor, buen asistente y triplista… Y como ganador de un anillo en el triángulo de los Bucks con Middleton y Antetokounmpo sabrá adaptarse bien y aportar lo que hace falta cuando lleguen los playoff.

Además del base, otro superfichaje con el letón Porzingis, lastrado en varios momentos por las lesiones pero que también ha tenido varias temporadas en Dallas y los Knicks de 22 puntos y 9 rebotes de media. Con él y los otros tres titulares indiscutibles los Celtics tendrán cuatro enormes fuentes de anotación. Además, Porzingis puede abrir la zona rival al irse a la línea de tres y dejar espacio a las penetraciones de Tatum, Brown y Holiday. O al juego cerca del aro de Horford, incluso es plausible ver a ambos juntos en cancha.

En la segunda unidad hay más dudas al margen del casi siempre excelente Derrick White. Las siguientes rotaciones flojean, lo mismo Hauser que Kornet. Otra de las caras nuevas, el alero Brisset puede ser importante. También el ucranio Mykhailiuk. En Boston están acostumbrados desde hace años a fichar agentes libres y jugadores rescindidos en enero-febrero para completar, a buen precio, la plantilla ofreciéndoles la opción de ganar un anillo. Seguramente por ahí pueda llegar la guinda, un interior que complemente a Horford y Porzingis puede hacer que un anillo esta temporada, y las siguientes, sea un sueño realizable.

Los Cavaliers están ante una temporada apasionante y vital para situarse como proyecto ganador en los próximos años. El pasado curso sólo hicieron la mitad del trabajo, cuartos del Este pero eliminados por los Knicks en primera ronda. Ahora han hecho cuatro fichajes interesantes para alargar la rotación y tienen diez jugadores muy buenos para volver a ganar 50 o más partidos.

Y luego cuatro más, esperemos que uno de ellos sea pronto Ricky Rubio, un pívot veterano como Tristan Thompson, Merrill y Wade en la tercera unidad. Este equipo no tiene techo en los próximos años pues Garland y Mobley están empezando prácticamente sus respectivas carreras y Allen apenas ha disputado seis temporadas, al igual que su gran estrella, Donovan Mitchell, quien promedió 28 puntos el curso pasado.

El amargor de esa derrota en primera ronda debe ser el motor que les impulse pues no tienen peor plantilla que los Sixers sin Harden o Miami Heat o los Knicks. La semifinal del Este y dando la cara ante un rival que puede ser los Bucks o los Celtics es el horizonte que deben buscar.

Miami Heat ha tenido un verano extraño con las salidas de Struss y Vincent y la retirada de Udonis Haslem. Han fichado sólo dos jugadores, Josh Richardson y Thomas Bryant, y dedicaron esfuerzos para conseguir vía intercambio a James Harden o Damian Lillard, pero éste acabó en un rival directo como los Bucks y con los Sixers no hubo acuerdo por la Barba.

Con Richardson ganan un escolta fiable para el banquillo pero con Lowry en 37 años y Kevin Love, en 35, las posiciones de base y ala-pívot son débiles. Con Butler, Herro y Adebayo tienen un buen trío pero da la sensación de que falta ayuda para más aparte de los tres citados más arriba y Caleb Martin saliendo del banquillo. Plantilla corta para entrar en playoff pero no para repetir en las finales de la NBA salvo sorpresa mayúscula.

Los Nets pueden ser el tapado del Este… si resuelven a su favor el enigma de Ben Simmons, una potencial estrella venida muy a menos y que ha jugado poco por lesiones y otras circunstancias las dos últimas temporadas. Sus carencias ofensivas y en el tiro, no mejoradas durante su carrera, lo condicionan mucho y las defensas rivales lo saben. La franquicia buscó un traspaso pero no llegó y el australiano dice estos días que se presenta muy motivado.

El caso es que con Simmons, Bridges y Dinwiddie los Nets tienen un buen backcourt y Dorian Finney y Dennis Smith Jr ayudarán, desde el banquillo, también O’Neale y Walker IV. Cam Johnson es un buen alero y Claxton, un excelente interior. Veremos si éste juega de falso ‘cinco’ o de ala-pívot al lado de alguno de los pívots que manejan, la posición más floja que tienen. Buen potencial anotador, versatilidad en varios exteriores y en Claxton, juventud y veteranía, material de sobra para aspirar a la sexta posición del Este en lucha con sus vecinos de los Knicks y quizá los Bulls.

Los Pacers lograron en julio uno de los jugadores libres más interesantes y refuerzo con experiencia en playoffs que les vendrá muy bien también como anotador de perímetro: Bruce Brown. Se unía a ellos tres semanas después de ganar el anillo con los Nuggets. Con esta novedad, la renovación clave de Haliburton y la llegada posterior del ala-pívot Toppin desde los Knicks la apuesta por la continuidad de la franquicia de Indiana es evidente.

Ganaron 35 partidos la pasada temporada, diez más que la anterior, insuficiente para pelear por el play-in pero este curso nada indica que, sin lesiones, no den el salto a las 40-42 victorias para meterse en las eliminatorias. Quizá la clave para lograrlo sea resolver el ‘caso Buddy Hield’. Como vemos en varios equipos del Este, hay unos cuantos jugadores en la puerta de salida. Con el fichaje de Brown y con uno de los mejores rookies del pasado año, Mathurin, pudiendo hacer de escoltas, no necesitan a Hield, movido a la posición de alero, donde han pescado además en el draft al prometedor Jarace Walker. Pero quieren un buen traspaso, un jugador para la rotación y una primera ronda del draft, doble petición que nadie satisfizo este verano y por eso sigue en los Pacers.

Los Knicks disputaron la semifinal del Este y ese es su techo a priori aunque si todo saliera bien para ellos ¿por qué no pensar en acabar por delante de Miami o los Sixers y eliminarles? Poco a poco si bien pueden sentir que el trabajo de los tres últimos veranos ha servido para construir un bloque sólido sin ninguna superestrella aunque sí lleno de buenos jugadores y con los roles bastante establecidos. El trío Brunson, Randle y Barrett garantiza entre 70 y 80 puntos prácticamente cada noche y además Quickley, Grimes y Hart son tres buenos complementos en el perímetro.

La posición de ‘cinco’ en la más floja a la espera de que Robinson despeje dudas a sus 25 años en su sexta temporada ya que se saltó la etapa universitaria y debutó muy joven. Garantiza rebotes, intimidación y es clave en defensa, pero anota poco y si tiene problemas físicos, como se vio la pasada campaña, su ausencia deja a los de la ‘Gran Manzana’ cojos.

Como les pasa a los Nets con Simmons y a los Sixers, con Harden, en el Madison también tienen un experiente abierto: el francés Fournier, un tirador se supone de garantías que empezó la pasada temporada de titular y luego se fue quedando sin minutos. No ha jugado en pretemporada y tiene firmados 18 millones, queda ver si alguna otra franquicia se lanza a por él y los Knicks se quitan un jugador que no necesitan y se refuerzan en la pintura, que parece lo lógico.

Los Bulls fueron equipo de play-in la pasada temporada y tanto ellos como los Nets y los Hawks lo lograrán de nuevo sin mucho problema. Pero a los de Chicago les faltan dos cosas para dar el salto a algo más. Tienen puntos de sobra con LaVine, Vucevic y DeRozan y la cuarta pata de esta mesa debería ser Lonzo Ball, pero está lesionado en principio para toda la temporada. Así que no tienen ningún base titular de garantías, veremos qué rendimiento dan Jevon Carter, su único fichaje de este verano, y Coby White. Asimismo, son uno de los peores equipos en triple, y ahí se confía en la explosión de Patrick Williams, un alero número 4 del draft del 2020 del que se espera mucho en la franquicia.

En los Orlando Magic tienen motivos para el optimismo, ya ganaron 34 partidos el año pasado y eso que el joven Jonathan Isaac sólo jugó 11 encuentros después de perderse dos temporadas por lesión y ahora mismo no se espera que juegue tampoco en la actual. Además, el pasado curso se lesionaron sus dos bases, Fultz y Suggs, que ahora están disponibles. Con ambos y el rookie del pasado año, Paolo Banchero, más los dos hermanos Wagner yendo a más de temporada en temporada, pueden sentir que dar un salto hacia las 40 victorias y a luchar por el play-in no debe ser difícil. Además, como complementos importantes tienen a Anthony Cole, Gary Harris y Wendell Carter. Asimismo, los especialistas apuntan a que se llevaron en el último draft a dos perlas que pueden tener impacto inmediato, Black y Howard.

Los Hawks pueden pensar en que no están lejos de los Pacers, los Nets y los Magic y probablemente sea así. Pero da la sensación de que sus rivales por el play-in están en mejor situación y sacaron mejor partido a los movimientos del verano.

En Atlanta han firmado dos nombres para tener fondo de armario y experiencia en finales apretados, Patty Mills y Wesley Matthews, pero este equipo se mueve a ritmo de Trae Young y Dejounte Murray, sus indiscutibles estrellas. A su lado, un cuarteto que debe ser básico A.J. Griffin, el serbio Bogdanovic, De’Andre Hunter y Saddiq Bey y cuya mejoría marcará adónde pueden llegar estos Hawks. En el puesto de ‘cinco’, sólo Capela.

Por debajo de estos once equipos hay cuatro de los que esperar nada en el caso de los Raptors, a los que quedan años de dura reconstrucción hasta que tengan suerte en el draft, y en los Hornets, que nunca dieron con la tecla en la larga era de Michael Jordan al frente de la franquicia. Además, LaMelo Ball no se sabe cuánto va a aportar y si se volverá a lesionar y tienen dos casos duros de gestionar por asuntos extradeportivos en Miles Bridges y Brandon Miller, así que es difícil contar con ellos para nada serio

En los Wizards hay una reconstrucción en marcha tras los traspasos de Beal y Porzingis. Con Kyle Kuzma y Jordan Poole tienen dos líderes en ataque y con Gallinari sano y Monte Morris, otros dos puntos sobre los que apoyarse. Gafford, Shamet, Gibson y el israelí Avdija también pueden ayudar.

Los Pistons están llenos de buenos jóvenes pescados en los últimos años en el draft, Cade Cunningham, Jaden Ivey, Jalen Duren, Marvin Bagley III y, este año, Ausar Thompson, más James Wiseman, llegado desde los Warriors en un intercambio de jugadores. Con ellos más el croata Bogdanovic, Alec Burks y Joe Harris deben dar un salto y mirar al play-in aunque parezca difícil como objetivo. Si no lo alcanzan, al menos estar en 35 victorias y pensar que la próxima temporada será la suya.

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