ACTUALIZADO: Joan Creus ha anunciado esta noche que deja de ser el Manager General de la sección de basket del Barcelona. Es una decisión que tomó hace semanas y que hoy se hace oficial. Se va así un gran responsable de los males del Barça los dos últimos años. «Si no se consiguen los objetivos, hay que dejar paso a otros proyectos. Tengo claro que esta etapa se ha acabado. El objetivo de un club como éste es ganar uno de los tres títulos grandes cada año. Es una norma no escrita pero es lo que nos exigen», explicó Creus.
Esta mañana ya te contamos que su futuro estaba fuera del club. «Debemos darnos dos o tres días para analizar todo y luego tomaremos las decisiones que sean». Así se expresaba anoche tras el partido Joan Creus, máximo responsable de la sección de basket del Barcelona. Con un dirigente así difícil que las cosas funcionen. Creus no quiso hacer autocrítica, al contrario. Vio «al equipo compitiendo contra un buen Real Madrid y estuvimos a punto de forzar el quinto partido». Cuando se le pidió un balance de otra temporada sin títulos importantes, echó balones fuera tras dos años sin conseguir uno. «Es que si miramos el balance de cuatro años para acá, es uno. Si lo hacemos de siete años hasta aquí, sale otro. Claro, si miramos los dos últimos años pues no hay títulos salvo una Supercopa».
Creus no quiso valorar fichajes, 13 en dos años, ni errores ni asumió ninguna culpa. En realidad lleva meses así. Haciendo ver que el responsable del equipo es Xavi Pascual. El entrenador lo detectó hace tiempo. Como también la frialdad de casi toda la directiva hacia su figura. Ayer pudimos ver cómo estaba en el vestuario solo con algún ayudante mientras los dirigentes estaban fuera, en la zona mixta.
Todos sabemos que el ciclo de ocho temporadas y media de Pascual ha acabado. Un ex jugador que lleva cuatro meses de primer entrenador como Jasikevicius es el relevo que quiere una parte del club. Otros abogan por un entrenador con más experiencia. A esos les gusta Sito Alonso. También el italiano Trinchieri, del Brose Baskets.
En pocos días tendremos la respuesta. Pascual deja como legado cuatro Ligas Endesa, 3 Copas del Rey, 4 Supercopas ACB y una Euroliga. También el magro balance de estas dos últimas temporadas. Dos años donde los errores en casi todos los fichajes, alguna lesión inoportuna y sus errores al apostar por algún jugador y no dar paso a otros le han hecho daño.
Pascual reconoce que «todo el mundo tiene su parte de responsabilidad, yo asumo toda la que tengo, que es mucha, más que nadie, pero para ganar las cosas se tiene que hacer muy bien hechas a todos los niveles».
Pero tampoco puede obviarse que el Barcelona tiene graves problemas en la sección desde hace tres años. Se han escapado Rudy Fernández o De Colo. Se apostó por Tomic como jugador estrella. Se dejó ir a Ayón por considerarlo fuera de la élite por una vieja lesión en el hombro. No se supo entender a Hezonja. Weems y Delaney estuvieron cerca hace uno y dos años respectivamente y no fueron suficientemente valorados ni el club fue capaz de cerrarlos. Para colmo, la renovación de Oleson el año pasado cuando se iba a fichar a Pau Ribas y la contratación de Arroyo han supuesto un problemón viendo su pésimo rendimiento.
Muchas de estas cosas han pasado por el distanciamiento de Creus y Pascual. Otras por errores de la directiva. Y muchas por la cacofonía de voces en la sección, con directivos por libre, con mucha gente opinando, con poco consenso entre todos para ir en una dirección. Y desde luego por tener a Pascual estos dos años sin confiar plenamente en él. Ganaron la Liga hace dos años y eso hizo que le mantuvieran cuando varios en el club querían echarlo.
Hay fichajes y operaciones que se han hecho al margen de Pascual evidenciando que su opinión no cuenta.
Todo este desastre es más que probable que signifique la salida también de Pascual tras la de Creus. Rodrigo de la Fuente llegó el pasado verano a la sección y en el club azulgrana quieren que sea el hombre fuerte ya. Fue compañero de Jasikevicius y eso cuadra con que pueda ser su apuesta. Además, con el lituano en el banquillo, el Barça sabe que tiene una persona carismática al frente para que no se mire mucho al palco y un líder hacia la prensa y los aficionados.
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