El Fiatc Joventut salió el pasado mes del concurso de acreedores y con un plan de pago de sus deudas asumible para la entidad. Todavía queda trabajo y unos cuantos años para tener el club saneado en lo económico. Eso condiciona la parcela deportiva porque limita mucho el presupuesto y la confección de un equipo competitivo. Pero lo peor ha pasado, explica el presidente Jordi Villacampa en Sport.
Si ya tenía previsto irse el pasado verano y aguantó al final toda esta temporada, Villacampa ahora sí tiene intención de dejar el cargo de forma definitiva, pero no pone fecha: «Cuando esté todo arreglado, me voy. Dejaré la presidencia». Añade que cuando todo esté firmado explicará los detalles en rueda de prensa y «será Baspenya (el grupo de accionistas mayoritario con un 22,5% que preside Marcel Riera) el que decida el camino a tomar y el nuevo presidente».
En lo deportivo, Villacampa es claro: «Debemos mentalizarnos de que tenemos un objetivo muy claro: salvar la categoría. Hay que trabajar para superar al mal momento, estar todos muy unidos y poner las bases para volver a ser grandes en el futuro». No quiere hablar de entrar en Copa o playoffs porque «hay que esperar. Ya veremos como funcionan las cosas para marcar el objetivo. Hay ocho equipos por arriba que pueden ser superiores y a los demás nos tocará sufrir. De momento hay que acabar de completar la plantilla porque aún falta alguna pieza y conjuntar al equipo».
Seguro que entre todos los que salten de la estructura ACB, alguno podrá incorporarse a tareas de Gestión, Representación y Dirección Deportiva de la Penya. Allí hay mucho talento. Y cerca de casa.
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