El jugador norteamericano ya está en libertad tras declarar anoche ante el juez, después de que fuera detenido por zarandear a un Guardia Civil en el aeropuerto de Bajaras. Según Marcus Slaughter, él no zarandeó ni empujó a nadie, y se le insultó llamándole «puto negro». Ha pedido que las cámaras del aeropuerto salgan a la luz para comprobar su inocencia.
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