El verano será intenso en las oficinas del Laboral Kutxa, más de lo previsto pues la marcha de Velimir Perasovic no se esperaba. Tras renovar el pasado marzo por un año más, hace una semanas se comprometió con el Efes. El club turco pagará una compensación para romper ese contrato, se habla de 350.000 euros, y la segunda etapa del entrenador croata llegará así a su fin.
A partir de ahí, la entidad baskonista tendrá tres frentes abiertos. El primero es contratar un nuevo técnico. Los favoritos son Fotis Katsikaris y el serbio Sasa Obradovic, ex del Alba Berlín y que ya estuvo a punto de ser fichado hace dos veranos, cuando finalmente el que llegó fue Scariolo.
El tercer reto del verano es la reconstrucción total de la plantilla pues las bajas serán numerosas. Está ya fichado el pívot alemán Johannes Voigtmann. Acaban contrato y se van Adams y Causeur. También acaban pero tienen oferta de renovación Bourousis y Mike James. Retener al pívot griego es complicado por su cotización mientras que hay optimismo con el base estadounidense.
Tienen contrato y en principio continuarán Corbacho, Shengelia, Blazic y Tillie. Les queda un año más firmado a Planinic, Hanga y Bertans. El futuro del croata parece muy condicionado por la continuidad o no de Bourousis. El otro cinco de la plantilla, Ilimane Diop, se presenta al draft de la NBA en unos días y es muy posible que se marche.
Hanga tiene ofertas de equipos de Euroliga y su venta es probable porque se podrá sacar dinero por él mientras que el próximo verano se iría gratis si decidiera no seguir en el equipo vitoriano. Los derechos en la NBA de Bertans pertenecen a los Spurs y hace unas semanas se especulaba con que podrían ofrecerle probar con ello y ver si se incorpora a la franquicia de San Antonio.
Volviendo al tema del entrenador, Obradovic se acerca más a priori a la imagen de técnico de perfil duro que ha gustado en el club en el pasado con el propio ‘Peras’ y con Dusko Ivanovic. En su contra pesa el hecho de no conocer la liga española y de venir de una mala temporada en el Alba. Katsikaris siempre ha gustado en la entidad baskonista y estuvo en la agenda en pasados veranos. Conoce bien el basket español y la Euroliga y habla castellano perfectamente. Además, su buena relación con Bourousis podría ser un gancho para retener al pívot.