Tras las renovaciones de Ayón, Maciulis, Thompkins y Campazzo el pasado verano más luego las de Carroll y Randolph en los pasados meses, el Real Madrid tiene su plantilla muy hecha para los próximos años.
Ahora es el turno de Felipe Reyes, que acaba contrato y llevaba un tiempo en conversaciones para renovar. El pívot quería dos años, el Madrid uno al principio y luego uno más un segundo opcional.
Al final parece que son dos asegurados y Reyes se retirará así de blanco en 2019.
Así que quedan sólo dos jugadores que acaben contrato este próximo junio, Draper y Taylor. El base no seguirá y la idea es recuperar a Campazzo para cubrir su marcha, siempre y cuando el base no encuentre una oferta atractiva en la NBA, idea que seduce al argentino.
En cuanto a Taylor, su rendimiento en el final de la temporada marcará su continuidad. Es un jugador más asentado y que ha encontrado su rol en el equipo. En junio se decidirá su futuro.
El Madrid tiene nombres en la agenda para esa posición. Al ya conocido de Adam Hanga se une otro como Marko Guduric. El jugador serbio del Estrella Roja gusta en la entidad blanca y es una alternativa a valorar si no siguiera Taylor. Cumplió 22 años el pasado mes, mide 1,99 y es una de las jóvenes realidades del país balcánico.
Un jugador ya con dos temporadas de experiencia en la Euroliga y que es muy completo. Este curso ha promediado 8 puntos y 2 rebotes.
Hanga tiene como primera opción marcharse a la NBA y es muy difícil ahora mismo pensar en incorporarlo, aparte de que será puesto en tanteo por el Baskonia y habría que pagar una cifra importante para liberarlo.
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