Ante la evidente dificultad del caso, el fiscal ha pedido ampliar a 18 meses más la investigación que se desarrolla en un juzgado de Madrid en relación a los pasaportes supuestamente falsos de Panko y Slaughter. Ambos jugadores ya no están en la liga española, pero militaban hasta el pasado junio en el Fuenlabrada y Real Madrid, respectivamente.
Nada más abrirse las diligencias, el pasado junio, el club fuenlabreño decidió personarse en la causa como parte afectada. La ACB se inhibió y también el Madrid. Ante las investigaciones periodísticas, la Asociación de Clubs decidió personarse pese a que su secretaria general, Esther Queraltó, fue llamada a declarar el 17 de julio por ese juez.
En vez de personarse entonces para velar por el buen nombre de la competición y defender los intereses generales, la ACB se inhibió y no reaccionó hasta hace diez días. El Barcelona decidió asimimo personarse. Y ahora lo hace el Madrid, según comunicó este martes en la asamblea de clubs.
El juez y las partes personadas están preparando las preguntas que Panko y Slaughter deben responder para ayudar en la investigación. No se descarta que cuando concluya su temporada en Francia y Turquía deban personarse en el juzgado para declarar.
El 9 de marzo lo hará Richard Nguema, copartícipe en la obtención de los pasaportes supuestamente falsos detectados en mayo con ayuda del consulado de Guinea Ecuatorial en Las Palmas de Gran Canaria.
El juez quiere escuchar asimismo el testimonio de Hugo López, ex extrenador de Panko y Slaughter y de los Malabo Kings de Guinea, persona que indicó a Panko que la federación de ese país buscaba nacionalizar jugadores para reforzar su selección. Panko inició entonces los trámites.
Por otro lado, Juan Ramón Montero, juez único de Competición de la ACB, ha abierto por fin un expediente para iniciar su propia investigación en el ámbito deportivo al margen de la judicial. Ha solicitado la documentación pertinente a las distintas partes que confluyen en este caso. Dada su conocida incompetencia puesto que siempre se declara ‘incompetente’ en cada expediente que abre, pues a saber qué decide este pobre hombre.
