La ACB cuesta 12 millones y los clubs se hartan de pagarla (4ª parte); llevan 3 años sin analizar las cuentas

La revolución que ha iniciado la inmensa mayoría de los clubs, decepcionados unos y cabreados otros, para hacerse con el mando de la ACB y apartar a los que han sido sus gestores vive esta semana un capítulo vital. La ACB tiene una infraestructura tan sobredimensionada que cuesta cada año 12 millones de euros y los clubs se han hartado de soportarla ya que eso no permite que les lleguen ingresos a ellos. Como te adelantó esta web el viernes pasado mañana martes los clubs que han dado este golpe de mano para hacerse con el mando de una ACB que en teoría les pertenece, y en la realidad no, emitirán un documento explicitando sus planes e intenciones.

Además, el portavoz que han elegido, Josean Querejeta, presidente del Caja Laboral, se reúne con Eduardo Portela para pedirle que se aparte y deje la presidencia de la ACB.

Tiene que quedar claro, explican los clubs, que esa es una condición innegociable. El presidente de la ACB debe marcharse. Portela no puede seguir al frente de la patronal. La semana pasada ya consiguieron la dimisión de su segundo, Josep Senespleda, y ahora quieren que Portela se eche a un lado. Le quedan dos años de mandato pero no quieren forzar su marcha con una votación para echarle, prefieren convencerle que que acepte voluntariamente dejar paso a una nueva generación de dirigentes que traiga nuevos aires y nuevas ideas a un ente tan anquilosado, envejecido y carcomido como es la ACB tras casi 30 años de ‘portelismo’.

¿Qué significa que los clubs se han hartado de lo que consideran una mala gestión, qué significa su convencimiento de que se pueden generar más ingresos y repartir mejor los que se obtengan, qué significa que los clubs quieren el control de la ACB y que ésta no pase por encima de ellos?

Pues muy sencillo. Acabar con situaciones como que los clubs, dueños de la ACB se supone, puedan ver las cuentas de la propia ACB, tocarlas, analizarlas, recibirlas con tiempo y poderlas discutir en una asamblea. Llevan tres años sin poderlas ver, según han contado a esta web varios de ellos.

Llegan a una reunión, se las exponen y les piden que las voten ipso facto. Así se evita la oposición y la crítica porque si alguien levanta la voz, queda marcado como disidente. Pero es que este último año ni siquiera se han aprobado así. La ACB dividió a los clubs en tres grupos de seis equipos y se votaron en esas reuniones de seis. Evidentemente, los clubs son cómplices de este mamoneo por no plantarse.

Asimismo, los clubs han entendido que debe cambiarse la gestión al ver cómo cada año la infraestructura ACB cuesta 12 años y los ingresos menguan, así que lo que reciben al acabar el año los equipos de derechos televisivos y publicitarios son cifras ridículas: de 70.000 euros a 120.000 los que no juegan el playoff, un poco más los que sí y algo más el campeón.

Un modelo nuevo, una mejor captación de ingresos, un mejor marketing, un gasto menor en la ACB signficará que en vez de generarse 16 millones y gastarse de forma fija 12 ambos conceptos se distancien al crecer uno y reducirse el otro.Y que en vez de repartirse menos de tres millones los 18 clubs se repartan el doble o el triple en unos años. Están convencidos de ello.