Conociendo un poco más a Joaquín Ruiz Lorente, la transición de jugador a ser entrenador; entrevista con el técnico del CAI Zaragoza

Fue jugador durante muchos años en el CAI de su Zaragoza natal. Pasó también por el Unicaja, Valencia, Gran Canaria, Huesca, Lobos Cantabria… Como entrenador estuvo en la Federación Española en dos etapas distintas y luego entró en el conjunto maño como ayudante de José Luis Abós. La trágica muerte de éste el pasado verano hizo que el club confiara en Joaquín Ruiz Lorente como primer entrenador.

Esta es la entrevista que nos ha concedido:

Fuiste jugador muchos años. ¿Cuándo decidiste que querías ser entrenador?

Desde niño. Con 16 años ya me saqué los títulos de la época para entrenar chavales. El título superior me lo saqué en Granada coincidiendo con Oscar Quintana entre otros. Yo era un enamorado del baloncesto y siempre he estado vinculado a este deporte.

Es curioso que apenas unos pocos ex jugadores de la élite lleguéis a dirigir en la ACB. Laso, Perasovic, tú, mientras la mayoría han sido como mucho jugadores amateur.

Sí, también Joan Peñarroya en el Andorra. No lo sé a qué se debe. Yo recuerdo que desde que cogí una pelota de baloncesto con 8 años no he dejado de botar. Para mí este deporte es una forma de vivir, de sentir, de todo. Fui jugador y ahora entrenador, pero podría haber sido cualquier otra cosa relacionada con este deporte.

¿Cuánto cambia la figura del entrenador a ojos vista de ahora a como la mirabas hace 20 años cuando jugabas?

La perspectiva cambia. Mucho. Todo ha cambiado mucho. Antes, con perdón, creo que los jugadores éramos muy críticos sin razón en muchas ocasiones con el entrenador. El jugador por inercia es egoísta, está centrado en lo suyo y quiere jugar. Es uno dentro de un grupo. El entrenador no, tiene que mirar a todos por igual y pensando en el bien colectivo.

¿Te gusta dialogar con los jugadores? Es decir, haber sido jugador te hace saber que a veces hay que coger a uno del hombro y explicarle algo, o aclararle por qué no ha jugado un determinado día. Igual no de baloncesto sino de otras cosas para ver qué pasa por su interior.

Sin duda. Creo que hablo bastante con ellos y creo que de muchas cosas porque a veces hay circunstancias extradeportivas que influyen en el rendimiento del jugador. No todos los jugadores son igual de abiertos o receptivos pero si uno lo está pasando mal fuera de la cancha, va a jugar mal y el entrenador debe saberlo y comprenderlo. A mí me gustaba estar cerca de mis entrenadores, quizá por mi posición de base me tocaba dialogar con ellos más que a otros.

Seguro que de jugador sentiste más de una vez que era tratado de forma injusta o que no tenía el rol que merecía por su forma de entrenar o rendir. Es decir, sabes lo que pasa por la cabeza de un jugador o se habla en un vestuario tras una derrota o una mala racha. ¿Lo piensas?

Bueno, eso lo he sentido en mi época de jugador pero con el tiempo, lo relativizas. Aceptas que el entrenador pudo tener razón y el equivocado era yo aunque me sintiera maltratado. Ahora intento que esas cosas no pasen y puedo entender que algún jugador pueda sentirse mal. Cuando pierdes o vuelves a ver un partido tras jugarlo, claro que le das vueltas a las cosas y sientes que como entrenador te equivocas. Pero tomas decisiones rápidas en un momento de juego determinado pensando que es lo correcto. Eso es lo importante, estar convencido de lo que haces.

También es verdad una cosa, hablé con cada jugador individualmente al principio de la temporada. Les dije lo que esperaba de ellos y el papel que tendrían en el equipo. Me puedo equivocar, pero siempre desde la honestidad y buscando el bien del equipo.

Empezaste de ayudante, estuviste en la Federación… ¿La aspiración de ser entrenador ACB estaba ahí o con entrenar chavales o juniors te dabas por satisfecho?

Nunca lo pensé. Como te dije antes, me apetecía estar siempre en el mundo que me gusta, en el baloncesto. Luego te llegan las cosas. Tuve la oportunidad de estar dos veces con selecciones trabajando para la Federación Española en las que disfruté muchísimo. Competir con los mejores a nivel internacional y ver a los demás países fue algo extraordinario. Me llamaron luego del club de mi tierra, del equipo de mi vida, el CAI, y estaba muy feliz de ayudante.

La triste muerte de José Luis Abós cambió el panorama y te llevó a ser el primer entrenador, algo que él mismo quería. ¿Dudaste o lo viste como una gran oportunidad?

Nunca lo vi como una oportunidad, sinceramente. Lo he dicho antes otras veces, ojalá no hubiera pasado lo que pasó. El club me lo pidió pero sobre todo me lo pidió Jose. A partir de ahí, me hice cargo del equipo y tenía que haber sido temporalmente, hasta su vuelta. Pero falleció y ya quedó en mis manos para toda la temporada.

De ayundantes tenéis unas funciones, de primer entrenador todo depende de ti. Se trabaja más y se duerme menos.

¡Mi hijo dice que tengo muchas más canas! (se ríe). Sí, es así, decir que se vive de la misma forma de segundo que de primero sería mentir. La responsabilidad es mucho mayor y hay muchas cosas y gente en el club, los médicos que están pendientes de tus decisiones, no sólo la plantilla. Si las cosas van bien, vale, pero cuando van mal la tensión se acumula. Ahí es cuando intentas estar sereno y lúcido.

¿Crees que lo has conseguido? Porque te tocó escuchar pitos de tu afición en esa mala racha de enero-primeros de febrero. 

Pienso que sí, hemos seguido trabajando mucho y creyendo en nosotros aunque los resultados no llegaban y nos eliminaron de la Eurocup sin tener opciones de pasar esa fase. También dudas, eres humano, no un robot. Hubo momentos difíciles, pero noté el apoyo de mucha gente, del club, del presidente, de tu familia, de muchos aficionados. Hubo pitos y nuestra afición es exigente porque también es entendida. Pero también es cariñosa cuando el equipo juega bien y transmite a la grada. Es normal que piten cuando no estaban contentos.

¿Hay algún modelo de entrenador o de juego con el que te identificas especialmente?

Siempre he intentado adaptarme a todo lo que me iba sucediendo en mi vida. Y como entrenador, igual. Por lo que hemos hablado, me tocó coger un equipo hecho al estilo de lo que a José Luis le gustaba y que le había dado tantos éxitos y yo me he adaptado. En la forma de llevarlo día a día y en el plano táctico. Además, al haber jugado en muchos clubs y para muchos entrenadores, pues he cogido cosas de todos ellos seguramente.

Jugar Eurocup estos dos años te ha permitido conocer equipos y entrenadores de toda Europa y poder comparar: ¿el nivel de los entrenadores español es tan bueno como se nos dice?

Pienso que sí. Si ahora los 18 banquillos ACB están con entrenador español por algo será. Creo que lo vienen demostrando desde hace años. Los que trabajan con la cantera, no los olvidemos, hacen una gran labor de formación, los técnicos ayudantes ACB… El nivel es muy alto, hay ligas en Europa creciendo, como la alemana pero no es lo mismo. Nos hemos enfrentado a Collet, a Trincheri, técnicos contrastados y son gente que admira el baloncesto español.

¿Te sientes cómodo en este juego ofensivo que plantea habitualmente el CAI?

Sí, por filosofía de club es lo que nos va. Y José Luis acertó con casi todos los jugadores por los que apostó estos años. Siempre hemos buscado jugadores con mucho talento ofensivo y por gente alta capaz de abrir el campo. Creo que los resultados han mostrado que era una apuesta buena. El CAI ahora mismo está demostrando mucha estabilidad deportiva, son tres temporadas seguidas entre los ocho primeros porque de momento hemos estado en la Copa. Si las cosas van bien, ¿por qué cambiarlas?

¿Estás contento con cómo va la temporada? Como dices, estuvisteis en la Copa y en la Eurocup, eliminados en la segunda fase. Ahora peleando por entrar en los playoffs de la Liga Endesa.

Bueno, empezamos la temporada con lo que pasó con José Luis, muchas caras nuevas, entrenador nuevo, jugadores que no conocían esta liga… pues la temporada está siendo dura. Es así. Pero también estamos cumpliendo los objetivos que tenía el club, entrar en la Copa y competir en la Eurocup. No pasamos la segunda fase pero bueno, creo que hicimos un buen trabajo. En la Liga estamos peleando por estar otra vez entre los ocho primeros. Seguramente es la liga más competida de los últimos años y no va a ser fácil. Creo que el balance hay que hacerlo al final de la temporada, pero en el día a día estoy contento con mis jugadores.

¿Por qué tanta regularidad como equipo? No ya de mes a mes sino en un mismo partido, de una parte a otra, de un cuarto a otro.

Creo que cualquier equipo puede tener esas lagunas. El Real Madrid rompe muchos partidos en el tercer cuarto y otros no son tan buenos. Si analizamos al Barcelona, al Baskonia… seguro que vemos lo mismo. Lo bueno es que pese a esa irregularidad hemos seguido ganando partidos y consiguiendo objetivos. También hemos remontado partidos en los que el rival se nos fue de 11 puntos como el otro día en Valencia y lo ganamos.

¿Te ves en el playoff?

Desde luego lo vamos a pelear. Cumplir cada año los objetivos no es fácil para un club como el CAI. Esta temporada lo vamos logrando y la exigencia no nos viene de fuera, nos la ponemos el cuerpo técnico y los jugadores. Nosotros queremos disputarlos. Pero es que no se sabe cuántas victorias van a hacer falta. Igual logras 18 y no te valen cuando otros años sí. Así que sólo miramos al partido inmediato. Vamos partido a partido, nos hemos vuelto un poco como el Cholo Simeone. El siguiente es siempre el más importante y al final eso te llevará donde te lleve, bien sea al playoff o bien a tener tu récord de victorias pero quedarte fuera.