Valencia Basket, Bayern Munich, Pao y Baskonia, unos pasos por detrás de los equipos de la zona media; el Estrella Roja y el Asvel, bien rearmados

La Euroliga no suele perdonar un par de cosas desde que se disputa bajo el formato de liga de todos contra todos. La plantilla descompensadas o cortas, pagan con derrotas y sufrimiento el largo tránsito de casi siete meses jugando cada semana contra grandes rivales. Los vaivenes que han dado estos años el Baskonia y el Zalgiris, la línea descendente de los dos últimos años es clara. El Estrella Roja, como el propio Zalgiris o el Alba Berlín han sido trampolín de muchos jugadores para los principales clubes los últimos años, pero sufriendo para no estar en la zona baja.

El Bayern Munich es quien mejor ha gestionado las dos últimas temporadas un presupuesto de menos de 15 millones. Se han metido en playoffs acertando con muchos estadounidenses, desde Walden a Othello Hunter, además de acertar en su día con el alero Lucic, que sigue con ellos.

Este verano han hecho tres fichajes más de ese perfil mediano que luego les dan un gran rendimiento: Cassius Winston, Niklas Wimberg y Freddie Gillespie. Si es más conocido Elias Harris, que jugó hace unos cuantos años en el Brose Bamberg, pasó luego por Zaragoza y la liga japonesa y ahora recala en el conjunto muniqués.

Su última incorporación puede ser una de esas apuestas que salen de lujo o un petardazo. Isaac Bonga es un alero de 23 años que se fue con 19 años a la NBA y ha estado allí sin jugar durante tres temporadas y pasando mucho tiempo en la G League. Era un joven atlético y prometedor que ahora debe readaptarse a la máxima competición. Trinchieri sigue en el banquillo y si logra por tercera campaña tenerlos aspirando al playoff o al menos lejos de la zona baja, la temporada será un éxito para ellos.

El Valencia Basket está invitado a esta Euroliga por el veto a los equipos rusos. Y como no pueden saber si lo estarán la próxima temporada, seguramente no, pues no han hecho una inversión gigantesca. Presupuesto más contenido, 12 millones para la plantilla, y eso les aleja mucho de sus cifras de hace unos años y de las que gastan los diez principales presupuestos de esta competición.

Aun así, plantilla larga, perfiles polivalentes, jugadores que conocen la competición, buena mezcla de jóvenes y veteranos, otros con mucho margen de crecimiento como Pradilla, Radebaugh, Rivero, un líder como Chris Jones… Alex Mumbrú sabe la filosofía con la que deben afrontar el torneo, el playoff parece una quimera para ellos aunque competir y agradar en casa a su afición ganando bastantes partidos es factible.

El Panathinaikos abandonó, por sufrir continuos fiascos, el proyecto que tenía como eje a Nedovic y Papapetrou y una colección de americanos de todo tipo que no daban lo esperado y que no se adaptaban bien al club griego. Sus dos estrellas fueron vendidas y han iniciado un nuevo ciclo. Parece un equipo para crecer esta temporada y explotar en la próxima… si por fin tienen paciencia.

Su futuro a corto plazo pasa por un pívot de 2,20 y 25 años como Papagiannis, los hermanos Kalaitzakis, de 23, y el ala-pívot Mantzoukas, de 19. A su lado, jugadores fichados de buena trayectoria y garantías para el perímetro como el lituano Grigonis y el polaco Ponitka y otro lituano, el pívot Gudaitis.

Llevarán las riendas del equipo tres bases muy distintos y que jugarán en pista dos de ellos en muchos momentos, Paris Lee, Nate Wolters y Andrew Andrews. Junto a todos ellos el siempre controvertido Derrick Williams, un ala-pívot que no cuajó en la NBA ni lo hizo en el Valencia o el Maccabi. Veremos cómo rinde en el Pao.

El Asvel Villeurbanne ha buscado seguir siendo al menos competitivo ya que el playoff no es un objetivo lógico para ellos visto su potencial económico. Sin embargo, con las incorporaciones de un anotador clásico como De Colo y un pívot eficiente cuando está sano como Lauvergne, han completado un roster interesante.

Han traído también dos jugadores del baloncesto universitario estadounidense, Yves Pons y Anthony Polite, al combo belga Obasohan y al base Parker Jackson-Cartwright, que viene de una buena temporada en el Telekom Bonn. Con todos ellos más jugadores que continúan como el pívot Fall, Kahudi, Lighty o Diot, pueden conformar un equipo aguerrido y con calidad. En su pista desde luego son muy intensos siempre y difíciles de ganar.

El nuevo Baskonia está en proceso de reconstrucción así que esta temporada es un poco de transición. Entre su bajada de presupuesto y la marcha en agosto de Fontecchio a la NBA, que les dejó un buen dinero pero también pocas opciones de fichar pues el mercado ya estaba casi agotado, han sufrido para reforzarse.

La mejor prueba es que tenían apalabrado Rolands Smits pero su oferta fue menos competitiva que la del Zalgiris. Luego el alero lituano Brazdeikis también rechazó su oferta para unirse al club de su país. Sin Smits se quedaron asimismo con un buen cupo que hace dos posiciones, con experiencia en la Euroliga y que daría más que el cupo finalmente fichado, Dani Díez.

El caso es que el resto de contrataciones han sido buenas pero Fontecchio ha dejado un agujero grande. Y no encuentran el base que complete la plantilla a la espera de poder negociar el regreso de Vildoza. Darius Thompson parece el clásico jugador que sale relanzado del conjunto baskonista, como el propio Fontecchio, Mike James, Causeur, Bertans, etc. Daulton Hommes es un 4-3 prometedor y Markus Howard, un jugón que apunta a ser uno de los anotadores destacados de esta edición de la Euroliga. Kotsar es un pívot que puede dar cosas aunque sigue siendo un equipo con un déficit de altura y atleticismo claro en la pintura. A ver cómo responden al reto de jugar tantos partidos exigentes y si vuelve el mejor Giedraitis, que terminó muy mal la pasada temporada.

El Zalgiris también es de los que parece haber mejorado después de una temporada pesadillesca para ellos, llena de derrotas. De hecho, han anunciado un presupuesto muy superior al del pasado curso, más de 11 millones de euros. La buena base de lituanos que tenían, Ulanovas, Butkevicius, Kalnietis y Lekavicius, se ve agrandado con dos más fichados este verano, el ex NBA Brazdeikis, un potente alero, y el pívot Birutis, ex del Obradoiro.

Además, el ex barcelonista Smits, el base Keenan Evans, que llega desde el Maccabi, y el pívot Kevarrius Hayes, que proviene del Bursaspor turco. Parece una plantilla mejor estructurada para al menos aspirar a no estar entre los cuatro últimos.

Lo mismo que del Baskonia o el Asvel se puede decir del Estrella Roja. Buenos jugadores, buena afición pero el potencial de equipos como el Efes, el Madrid, el Barça, el Olympiacos, el Maccabi, la Virtus Bolonia y varios más hacen que no sea fácil estar a la altura de ellos aunque puntualmente puedan ganar a cualquiera.

El club serbio mantuvo del año pasado a Lazic, Dobric, Markovic, Mitrovic o Kuzmiz. Ficharon un serbio de renombre como Nedovic y hace pocos días, al veterano pívot Raduljika, que parece más una excentricidad que un refuerzo, y al joven Petrusev, que fracasó en el Efes y ahora necesita reivindicarse.

Otros fichajes han sido el pívot Hassan Martin, que llega tras dos temporadas en el Olympiacos, el base Jaylen Adams, que viene desde los Sidney Kings, el ala-pívot Ben Bentil, ex del Panathinaikos o el Armani Milano, y el escolta John Holland, ex del Bursaspor.

Finalmente, el Alba Berlín, club vendedor por excelencia. El presupuesto más bajo pero luego la nómina de jugadores jóvenes que suelen reunir suele competir bien. Seguro que este año lo vuelven a hacer.