El Unicaja se metió en la final de la Champions League una vez más. Campeón el año pasado en Belgrado, también podrá luchar en Atenas este domingo, contra el Galatasaray, por un nuevo título. Recordemos que ya han ganado esta temporada la Copa del Rey, la Supercopa y la Copa Intercontinental. Aunque el AEK fue superior durante 16 minutos de la segunda mitad, luego el equipo malagueño salió bien del bache y terminó ganando por 71-65 después de estar seis puntos abajo. El 8 de 34 en triples fue muy malo pero los de Ibon Navarro sí estuvieron bien en el rebote, 19 ofensivos además, así como activos en defensa. Provocaron 19 pérdidas a su rival, de ellas 13 fueron robos directos, algo clave en esa recta final del choque.
Si el Unicaja empezó anotando mucho y con confianza, el segundo cuarto fue todo lo contrario. Malo y de escasa anotación, así que un 37-31 al descanso. Fue a peor en la reanudación mientras su rival crecía. Un gesto de Alberto Díaz pidiendo calma a los suyos a falta de 4:25 para finalizar el tercer cuarto (42-42) resume a la perfección el sentir de Unicaja, sobre todo después de perder varias oportunidades de ponerse a nueve puntos y acabar siendo superado por los griegos.
Porque para colmo de males de los malacitanos, se encendía Hunter Hale, máximo anotador de la temporada en AEK, que andaba desaparecido en el primer tiempo. En un visto y no visto, mientras el pabellón retumbaba por cómo anima la hinchada de AEK, Ibon Navarro pidió tiempo muerto con 51-44 en contra.
La defensa ateniense subió el nivel un peldaño más y a Unicaja le costaba encontrar su juego a campo abierto. Sabía muy bien la fórmula el veterano entrenador Dusan Dakota, que en la previa calificó al Unicaja como un espejo donde mirarse.
Entonces apareció primero el ala-pívot Tyson Pérez, fundamental para contagiar a sus compañeros de intensidad y adrenalina; lo hizo también Yankuba Sima, con un dos más uno que reavivó al Unicaja, y pronto las piezas empezaban a encajar. Málaga se veía de nuevo por delante con un triple de Osetkowski (61-62) a 5:27 del final.
Aguardaba su momento Kendrick Perry con un triplazo aprovechando un cambio en los bloqueos y, seguidamente, dos tiros libres que fueron oro. Los robos de balón, sobre todo uno de Tyson Carter, llegaron en el mejor momento y a falta de dos minutos y 29 segundos, Unicaja ganaba de seis gracias a una defensa de libro. De ahí ya no supo levantarse AEK y Unicaja jugará otra final en busca de su cuarto título esta temporada.
71- Unicaja (23+14+13+21): Díaz (4), Kalinoski (5), Barreiro (5), Osetkowski (14), Sima (3) -quinteto inicial- Perry (10), Tyson Pérez (10), Kravish (8), Tillie (0), Balcerowski (0), Carter (5), Taylor (7).
65- AEK Atenas (20+11+24+10): CJ Bryce (9), Hubb (6), Gray (10), Netzipoglou (0), Golden (19) -quinteto inicial- Skordilis (0), Flionis (0), Kuzminskas (5), Kouzeloglou (2), Hale (9), Tucker (5).
El Galatasaray eliminó al Laguna Tenerife en la primera semifinal después de mostrarse claramente superior en la primera semifinal. Muy fallones los insulares y débiles en defensa.
Antes del descanso llegaría el punto de inflexión, el principio del fin para Tenerife: un parcial tremendo de los turcos frenó a La Laguna, que de ir ganando 40-25 se encontró con el 41-37, ejemplo perfecto de la dureza y el factor sorpresa de estas finales. Al descanso, un 43-40.
Tras el parón, la película empeoró, porque el ritmo lo impusoGalatasaray, que le dio la vuelta al partido en el tercer cuarto, canasta a canasta, con un vendaval arrollador: el marcador lucía 49-59 al ecuador del tercer cuarto y el parcial de todo el cuarto fue de 12-24 a favor de los turcos. Los gestos de contrariedad de Txus Vidorreta desde el banquillo lo explicaban todo.
Debía despertar el Tenerife, un equipo fiable siempre, más esta temporada, donde no había conocido la derrota en BCL, y debía hacerlo ante un equipo enchufado, que se marchó a los últimos diez minutos ganando de nueve puntos.
Pero se sucedían las posesiones y seguía contra las cuerdas (64-80, min. 36), muy superado en la defensa del rebote, con el ex ACB Ángel Delgado haciendo mucho daño, Will Cummings aportando muchos puntos (21) y, sobre todo, el poderío interior de Ebuka Izundu, autor de 21 puntos, diez rebotes y 28 de valoración.
Un golpe ya insalvable, pese a que remaron en los últimos minutos para maquillar el resultado hasta el 80-90 definitivo. No habrá, por ende, una final española en Atenas como la hubo el año pasado en Belgrado. El 6 de 29 en triples y los problemas en el rebote fueron datos de un mal partido lagunero.
80- La Laguna Tenerife (24+19+12+25): Huertas (18), Fitipaldo (7), Kramer (4), Doornekamp (4), Shermadini (11) -quinteto inicial- Jaime Fernández (2); Scrubb (11), Kostadinov (0), Badji (4), Costa (12), Abromaitis (7).
90- Galatasaray (20+20+24+26): Palmer Jr (15), Cummings (21), Young (8), Delgado (7), Koksal (2) -quinteto inicial- Wallace (3), Kabaca (5), Blumbergs (2), Izundu (21), Tuncer (6).
Ojalá que la próxima temporada se unan más equipos de la Euroliga y de la Eurocup,para darle más competitividad a la BCL..con este mismo nivel la laguna y el unicaja siempre saldrán campeones y siempre favoritos en la Intercontinental..
Ya se le va notando en los momentos calientes de la temporada la cierta falta de músculo y o potencia en el Laguna Tenerife, la misma tónica de las últimas temporadas, un rodillo por su calidad técnica y táctica que no lo garantiza todo.
Ojalá gane Unicaja la copa.
Saludos a todos….colapso del Lenovo en el tiro de tres y el rebote, echando en falta la presencia de Shermadini, lastrado por las personales y el flojo partido de entre otros Kramer. Muy buen torneo de Champions.League , aunque a mi parecer, faltaron fuerzas al final, producto del cansancio de competir en ACB. Suerte para el Unicaja en la final donde tendrá que tener cuidado con este equipo muy bien armado.Creo que hay bastantes posibilidades y deseamos se traigan el titulo para Málaga.
y Tenerife ha malgastado una ventaja de 13 puntos a mediados del segundo cuarto; le ha dado vida a un Galatasaray que tiene un nivel muy inferior y al que lo más normal es que Unicaja le gane comodamente; el entrenador del equipo turco sabía que si a Tenerife no le entran los tiros exteriores y le hacen un partido físico entra en problemas graves y así poco a poco han sacado del partido a Tenerife; una pena porque una final española era lo que apetecía y por nivel de los equipos resultaba lo más lógico; aunque en una Final Four la lógica pocas veces se cumple.
Tenerife ha malgastado una ventaja de 13 puntos a mediados del segundo cuarto; le ha dado vida a un Galatasaray que tiene un nivel muy inferior y al que lo más normal es que Unicaja le gane comodamente; el entrenador del equipo turco sabía que si a Tenerife no le entran los tiros exteriores y le hacen un partido físico entra en problemas graves y así poco a poco han sacado del partido a Tenerife; una pena porque una final española era lo que apetecía y por nivel de los equipos resultaba lo más lógico; aunque en una Final Four la lógica pocas veces