Lectura para el verano: «El día en que me dopé o me doparon desde la selección soviética»; así son los capítulos del libro ‘Tri, tri triple’

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Desde el pasado día 25 de junio está a la venta en librerías el volumen ‘Tri, tri triple’, donde se cuenta el baloncesto español del periodo 1982-1994 de otra manera. Clickando aquí puedes adquirirlo en las principales cadenas de venta como Amazon, Corte Inglés, Fnac y Casa del Libro. Es una obra publicada por Javier Maestro, fundador de esta web. Con un relato ágil, ameno y lleno de anécdotas contadas por muchos jugadores y entrenadores de esos años y por 25 periodistas que empezaban su carrera profesional esa década larga y la vivieron en directo para prensa, revistas, radio o televisión.

Si hay un redactor-narrador que resulta imprescindible para conocer mejor esa época pues empezó como un pequeño freelance y acabó siendo fundamental en diferentes revistas, como colaborador radiofónico y como voz luego de la NBA en Canal Plus es Sixto Miguel Serrano. Son cientos los recuerdos, vivencias  y anécdotas que atesora el periodista murciano. Con una memoria puntillosa además para los detalles y los lugares donde acaecieron.

Rescatamos aquí varios momentos del capítulo que tiene Sixto en el libro de Javier Maestro, con un par de anécdotas más que sorprendentes:

-El reporterismo que a ti te gustaba lo pudiste desarrollar desde el inicio porque viajaste incluso estudiando la carrera.

En 1980 me pagué el viaje a Berlín para asistir a la final de la Copa de Europa, el Real Madrid contra el Maccabi. Un conocido aficionado del Madrid organizó un viaje en autobús y ahí me metí. 40 horas de viaje y seis mil pesetas que me costó. En la radio me dijeron que si iba podría luego entrar en conexión unas cuantas veces pero que no me podían pagar el viaje. El siguiente viaje un poco de la misma forma es en marzo de 1982 a Bruselas, una final de la Recopa entre el Madrid y la Cibona. La ganó el equipo croata tras una prórroga, lo entrenaba Mirko Novosel, con el que luego tendríamos nuestras historias buenas y malas, y donde estaba Alexander Petrovic, el hermano mayor de Drazen, como gran estrella con Kosic y Knego. Kosic era bárbaro, un adelantado a su tiempo, un 2,10 que jugaba por fuera y por dentro. Una leyenda. En diciembre de 1982 me fui a Italia para entrevistar a varios jugadores, a todos los que pudiera, de la selección italiana de fútbol que habían ganado el Mundial de España y aproveché también esas visitas para entrevistar para Nuevo Basket a jugadores de baloncesto que admiraba, por ejemplo Dalipagic -que murió en enero del 2025- y a una de esas leyendas que han jugado tanto en España como en Italia y que fue Essie Hollis, uno de los mejores americanos que he visto jugar. Ese año estaba jugando en el Mestre, cerca de Venecia, y me dijo que Brian Jackson, éste sí jugador del Venezia, jugaría el año siguiente en el Real Madrid, así que lo contamos en el siguiente número de Nuevo Basket y así sucedió, una de esas primicias que te encuentras a lo largo de tu vida a veces sin querer.

SIXTO MIGUEL CON HAKEEM OLAJUWON

«En julio de 1985 me fui a Estados Unidos para seguir el campus de verano de los New Jersey Nets, donde estaba Fernando Martín para buscar una oferta en la NBA. Había acordado vender artículos a Nuevo Basket y Mundo Deportivo para financiarme el viaje, cosa que era para mí habitual en esos inicios míos de freelance y sin contrato. Había conocido en la universidad en Madrid a un chica estadounidense de Connecticut, así que estuve unos días en su casa pero claro, tenía que ir de Hartford a Nueva York en autobús, hora y media en uno de esos famosos Greyhound que conectan las ciudades en Estados Unidos. Y luego otra hora y media a Princeton, que está en el estado de New Jersey. Después de unos días haciendo esto pues estaba cansado porque madrugaba mucho, cogía un autobús a las 5 de la madrugada, y me acostaba tarde. Total, que me colé malamente en la habitación que tenía Enrique Ojeda, el enviado especial del diario As, que había conseguido una habitación de hotel en el propio Princeton. Me permitió quedarme con él, un gran favor que nunca le agradeceré lo suficiente. Y encima allí ese verano conocí ya a muchas personas que luego fueron vitales para mí en mis viajes, reportajes y cosas que pude hacer durante años alrededor de la NBA. Empezando por Stan Albeck, que había sido hasta ese verano precisamente entrenador de los Nets y la persona que se fija en Fernando Martín. Pero le llaman de los Chicago Bulls y se va allí con Michael Jordan. Siempre he pensado que si Albeck se hubiera quedado en los Nets, habrían fichado a Fernando y hubiera jugado bastantes minutos. Pero se fue a los Bulls y Fernando acabó un año más tarde en los Blazers de Portland sin ninguna fortuna. Albeck -que falleció en 2021- fue quien me presentó apenas unas semanas después a Michael Jordan en octubre del 85 y tuve una larga relación con él porque tanto él como su mujer eran dos enamorados de España y vinieron muchas veces. Se recorrían nuestro país yendo de parador en parador, les encantaba alojarse en ellos.

También hice amistad con Mike Fratello, el seleccionador italiano Sandro Gamba, conocí a Don Nelson, que entrenó a muchas franquicias diferentes, y estaba en ese momento triunfando en los Milwaukee Bucks, a Richie Adubato, que era técnico asistente en los Knicks de Nueva York, y a unos cuantos más. Hacíamos una tertulia por las noche en el hotel y ellos luego me abrieron muchas puertas en la NBA. También conocí allí a Warren Legary, gran agente de jugadores en esa liga y el representante que firmaría luego a Drazen Petrovic (lo empezó a representar para Estados Unidos en agosto de 1989 y se lo arrebató al Real Madrid de inmediato al lograr un contrato con los Blazers para el jugador croata, nota del autor). Y al doctor de los Lakers, Larry Paben que era un tío encantador y nos caímos muy bien. En un viaje unos años después a Los Ángeles con Fernando Laura, en un partido de los Lakers, Paben hizo que nuestros nombres aparecieran en el videomarcador. Lo hacen con las leyendas de Hollywood o cantantes que van al Fórum Inglewood donde jugaban en aquellos años. Pero lo hicieron también con nosotros. Nunca lo olvidaré: ‘A Lakers Forum welcome to Sixto Serrano, Spain’, sólo les faltó poner el Miguel en mi nombre, que es como a mí me gusta aparecer. Y cuando salieron nuestros nombres un fotógrafo de los Lakers nos hizo una foto a Fernando y a mí y luego nos la enviaron a España de regalo. La NBA es así, si tú te portas bien con ellos, eres educado y tal trabajar luego con directivos, entrenadores, jugadores es muy fácil. Yo le estoy agradecido a la NBA eternamente por todo lo que supuso para mí».

MARCADOR DEL FORUM DE LOS ANGELES LAKERS DANDO BIENVENIDA A SIXTO MIGUEL SERRANO

-¿Hay alguna historia de esas que creas que no has contado nunca?

Uff, seguro que sí. Estoy pensando en una pero es que un poco… Es que yo creo que me doparon o que me dopé sin enterarme. Al menos lo recuerdo así. ¿Te la cuento? Es que me da cosa hasta recordarlo… Como te he dicho, conocíamos mucho a Homicius y Kurtinaitis y en un viaje a Milwaukee para cubrir aquel primer Open McDonalds de 1987, un torneo que igual ahora se recuerda poco pero durante casi una década fue fantástico, yo estaba allí y estos dos me presentan a Sarunas Marciulionis, su compañero lituano de la selección soviética, que estaba invitada a esta edición junto al Tracer Milán, que había ganado la Copa de Europa en abril de ese año.

Es un viaje que creo que hice solo y voy a este torneo y los lituanos me sacaban por ahí de juerga. Pero me agarré de repente un día una gripe y me metí en la cama. A las pocas horas me vienen a buscar los dos a la habitación, les digo que estoy mal no salgo esa noche y Kurtinaitis, de repente, riéndose, poniendo una cara… me dice, ‘espera un momento’. Y sale de mi habitación y al rato me vuelven a buscar, ‘ven con nosotros a ver a nuestro doctor’. Me llevan a verlo y aquella habitación parecía la del druida que salía en los comics de Astérix y Obélix, allí había pócimas, tubos, humo… Le explican en ruso que estoy con gripe y le dicen que soy su amigo y que necesito alguna medicina. Me agarra, me palpa, me da unos golpes en el pecho para ver cómo estaba físicamente y me da un vaso con un líquido y una pastilla. Al rato, me dice ‘you a big man, two pills’, no se me olvida. Que estaba fuerte y me tomara dos pastillas de esas suyas. Yo estaba hecho polvo, con mucha fiebre, así que las tomé me fui a dormir unas horas. El caso es que esa noche salí como nuevo con esos tres jugadores lituanos, no sé qué me dieron pero me recuperé».

8 Comentarios

  1. Buenas. No voy a decirlo más veces, porque me hace sentirme raro, pero sinceramente …

    No veo mejor manera de agradecer la posibilidad de haber estado pululando por esta web tantos años, y habiéndonos «regalado» este sitio para hablar de basket y poder disfrutar de lo que más nos apasiona que… comprando un ejemplar quién se lo pueda permitir. Es que … es de cajón!

    Además, lo comenté ayer; mi mujer que no tiene ni la más remota idea de basket… lo está leyendo y le está gustando. Alucino. 🤷🏼‍♂️

  2. Libro comprado y terminado de leer. Me compré el libro en versión kindle, por el tema de disfrutarlo en la playa ahora que estoy de vacaciones y ese es el único pero que le pongo, ya que se pierde ver las fotografías con calidad. Yo las estoy viendo ahora en la tablet. Creo que lo mejor hubiera sido en versión papel.

    Sobre el libro en si, me ha gustado como está estructurado con una primera parte introductoria, con lo que fueron esos años de baloncesto, una segunda a modo de entrevistas (pero no a modo de diálogo pregunta – respuesta) a los principales periodistas que vivieron esa época y una parte final con alguno de los protagonistas (jugadores y entrenadores). Muchas anécdotas que nos pasaron desapercibidas.

    Libro para todos los públicos, sea o no seguidor del Basket. Por ejemplo, es como leerse la biografía de Agassi y eso que yo no sigo el tenis, simplemente el deporte es un hilo conductor de una época y unas experiencias de los personajes que lo vivieron. Fácil y rápido de leer. Lo único, el que pueda y le cuadre, le recomendaría que lo comprara en papel.

    Enhorabuena Javier, espero que sigas escribiendo y publicado.

  3. Yo también voy a comprar el libro. Es lo menos que podemos hacer por ti, como dice Naranjito. A ver si lo veo sn alguna librería. Yo no compro libros por Amazon.

    Saludos.

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