Indiscutiblemente, la pérdida de una estrella por parte de un equipo pequeño siempre afectará a la competitividad de la liga, pero no resulta nada sencillo conciliar las necesidades de unos con la ‘tergiversación del campeonato’ que otros consideran intrínseca a estos movimientos.
A nadie se le escapa que la venta de Ingles o Batista -y ahora Singler- dieron una valiosa bocanada de oxígeno a las depauperadas arcas de Granada o Fuenlabrada, garantizándose así la supervivencia a corto plazo a cambio de cierto menoscabo en su nivel deportivo.
Una perspectiva que, con el refranero en la mano, alguno podría definir como ‘pan para hoy y hambre para mañana’; pero sin esos traspasos quizás este tipo de clubes no tendrían siquiera la posibilidad de pasar hambre mañana, tras morir hoy de inanición.
Obviando este detalle -que es mucho obviar-, el reglamento de la ACB intenta que los extracomunitarios con contrato garantizado permanezcan en sus respectivos clubes durante todo un curso, presuponiendo que son los baloncestistas más desequilibrantes y quienes aseguran la competitividad.
Pero siempre quedan resquicios legales. Es el caso de la cláusula de salida que al final de ‘lockout’ puede ejecutar Singler, o el pasaporte británico de Ingles que le convierte en ciudadano comunitario; amén del corte de jugadores que objetivamente nadie externo al club interesado puede poner en tela de juicio.
Por tanto, no debe hablarse de ilegalidad en estos traspasos -aunque las circunstancias que les rodeen sean ‘peculiares’-, y sí de brillantez o habilidad suficiente por parte de las personas que los llevan a cabo, pese a dejar cierta sensación de prostitución de la norma.
Así las cosas, el camino a seguir podría ser el de la Champions League, donde ningún futbolista puede jugar en una misma edición de la competición con más de un equipo. Algo que obligaría a los directores deportivos a efectuar búsquedas de mayor profundidad, aunque sin una fecha límite para inscribir jugadores aún se darían situaciones de desequilibrio en pleno desarrollo de la liga.
¿Cómo actuaríais vosotros? ¿Qué tipo de reglamento estableceríais? ¿Os parecen ‘éticos’ estos traspasos por legales que sean?
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