El Oeste espera el renacer de los Lakers y los Clippers, la mejoría de los Nuggets y la pujanza de los Suns y los Mavericks ante el dominio de los Warriors

Las debacles con lesiones o sin ellas que vivieron la pasada temporada los Lakers y los Clippers más el derrumbe de los Nuggets y Utah Jazz dejaron a los Suns como dominadores claros del Oeste. No hicieron una liga regular tan remarcable los Warriors, pero luego en los playoff los de la Bahía estuvieron arrolladores y se plantaron en la final. Lograron el anillo por 4-2 contra los Celtics y eso les coloca en la rampa de salida de nuevo como aspirantes al título.

La competencia que van a sufrir es enorme pues al estrellarse los dos equipos angelinos, los de Denver y hasta los Blazers, emergieron dos equipos que lo hicieron muy bien, los Grizzlies y los Mavericks. Hay que citar también de cara a esta nueva temporada por supuesto a los Suns, que tras lograr el récord histórico de victorias de la franquicia en la liga regular luego fracasaron en las eliminatorias aunque empiezan el curso con turbulencias internas.

Los Warriors intentarán mantener su poder con el trío clásico de esta década dorada que llevan, Stephen Curry, Klay Thompson y Draymond Green. El año pasado hizo una gran temporada Jordan Poole y debe seguir su progresión.

También la hizo Wiggins, confirmando por fin todo lo bueno que se venía esperando de él. Han ampliado la plantilla con dos fichajes de este verano, Donde DiVincenzo y JaMychal Green. Kevon Looney será el pívot titular a priori, un trabajador de la zona para el lucimiento de otros. Pero cuidado sobre todo con dos jóvenes que pueden ayudar estos próximos años a alargar la dinastía de los Warriors, el pívot de 2,13 James Wiseman y Jonathan Kuminga, también de 2,13. Sin lesiones, plantilla muy larga y experta y jugadores para ir reduciendo la influencia de Draymond Green, ya poco anotador y experto en polémicas.

En Phoenix aún se tiran de los pelos tras lo vivido el pasado mayo, así que los Suns viven una auténtica reválida. Olvidar esa pesadilla de aspirar a todo y no llegar ni a la final de Conferencia será una carga pesada. Queda ver cómo afrontan la temporada pues por un lado saben que gastar fuerzas en la liga regular es arriesgado dada la edad de Chris Paul y, por otro, que el Oeste se presenta más competitivo y el factor cancha en las eliminatorias es importante.

Su verano ha sido convulso primero con los continuos rumores de que podría marcharse su pívot titular, Deandre Ayton, cosa que no ha sucedido. Luego, porque estos días previos a empezar la temporada otro titular, Jae Crowder, apunta a ser traspasado. Su peso en el equipo parece que va a caer y buscarían un buen especialista que mejore las prestaciones del equipo, veremos si un tirador, un defensor o un pívot.

Por lo demás, con Paul y Devin Booker, la pareja exterior titular está clara. Mykal Bridges y Ayton, como el dúo interior. Además, continúan Cameron Johnson, Payne, Biyombo, Landry Shamet vuelve de su lesión el croata Saric y han incorporado dos jugadores muy interesantes para el perímetro, así que Paul y Booker deberían descansar más: Damion Lee, desde los Warriors, y Duane Washington Jr, desde los Pacers.

Los Clippers vivieron un año extraño porque la ausencia de Kahwi Leonard les quitaba toda opción de aspirar al anillo. Y luego se lesionó su otra estrella, Paul George. Pero el equipo siguió siendo competitivo y consolidó un interesante grupo de jugadores, Reggie Jackson, Ivica Zubac, Reggie Jackson, Terance Mann y el veterano Marcus Morris destacaron.

Robert Covington y Norman Powell llegaron en febrero y son dos buenos jugadores también. Continúa también otro veterano como el francés Batum y han fichado este verano, libre ya tras el gigantesco contrato que le hicieron en su día los Wizards, a John Wall, un base anotador de calidad que no juega desde hace año y medio y queda ver cómo se adapta a un rol secundario. Son una plantilla muy larga, experta, con mucha anotación y sólo con un cinco puro, Zubac. Así que George y Morris harán de ‘cuatros’ y quizá Covington de falso pívot, es decir, que van a jugar con cinco jugadores abiertos dejando mucho espacio al uno contra uno de Leonard y George y a la generación para el triple.

Los Grizzlies fueron segundos del Oeste con 56 victorias nada menos y repetir una cifra así parece casi imposible este próximo curso. Pero se confía en ellos para estar sobrados en playoffs. Sin lesiones, no parece peor plantilla que Lakers, Clippers, Mavericks o Nuggets, el grupo de equipos que viene en teoría por detrás de Suns y Warriors.

Ja Morant y Jaren Jackson son los claros líderes de estos Grizzlies, dos grandes jugadores muy versátiles, un tremendo anotador Morant y un gran defensor Jackson, que además en ataque saca provecho de su gran físico. Pero es que además con Desmond Bane tienen otro puntal ofensivo, Tyus Jones es un buen base suplente, Ziarie Williams, Dillon Brooks y Brandon Clarke se adaptan perfectamente a un rol secundario. Como lo hace un pívot grande y poco estético como el neozelandés Adams, gran bloqueador, gran continuador hacia el aro y gran pasador. Con Jackson lesionado en estos momentos quizá el canario Santi Aldama tenga más espacio en la rotación y se gane minutos por fin para el futuro si responde.

Los Mavericks llegaron a la final de la Conferencia la pasada temporada y fueron creciendo mucho como equipo durante la campaña. Es evidente que Doncic ya es un Top8 de la NBA, un jugador sobre el que construir un equipo campeón. Pero no deben tener prisa. Dar un salto más hacia el anillo es complicado, en cambio bajar uno o dos peldaños es sencillo si algo va mal u otros rivales hacen una buena temporada.

No se han movido mucho en el mercado aunque la llegada de un interior con puntos y movilidad como Christian Wood debe darles amenaza por dentro en las continuaciones sin desdeñar su buena mano en el triple. Tyler Dorsey, que todavía no tiene un sitio seguro, es otra cara nueva, un tirador que viene de hacerlo muy bien en el Olympiacos. Facu Campazzo es la otra novedad a falta de ser oficial su fichaje.

Han perdido a un tirador como Brunson, así que el juego pasará por los puntos y la generación de Doncic y debe ser Spencer Dinwiddie el segundo ejecutor, con Wood como tercera pata del ataque. Pero sin olvidar la aportación de otros, el alemán Maxi Kleber debería ser otro hombre importante. Dorian Finney-Smith, Tim Hardaway Jr, Davis Bertans, Dwight Powell o Reggie Bullock completan una larga plantilla. Su nivel defensivo en los pasados playoff fue excelso, jugando muchas veces con cinco jugadores abiertos. Veremos si mantienen la estructura con Kleber como único hombre grande o si Wood hace variar los planteamientos.

Los Nuggets volverán a disfrutar de Jamal Murray tras una temporada perdida por lesión de rodilla. Esa es su principal novedad, un regreso muy especial pues si el base recupera el nivel previo debe montar de nuevo una gran sociedad con la estrella del equipo, el serbio Jokic. Pero es que también vuelve Michael Porter Jr. tras otra grave lesión.

Motivos para ser optimistas y aspirar al anillo hay con Jokic renovado hasta el 2027. Pero también puede acabarse la paciencia, el pívot necesita más nivel competitivo a su alrededor. Han construido una plantilla larga y equilibrada pero con Jokic y Murray como puntales. Ahí debe aparecer también Aaron Gordon, el joven Bones Hyland, que afronta su segunda temporada, y Porter Jr. Para dar experiencia y trabajo defensivo han llegado Kentavious Caldwell-Pope, Ish Smith y Bruce Brown. El pívot DeAndre Jordan ofrece más dudas dado su claro declive así que Zeke Nnaji a sus 21 años aparece como opción más prometedora.

Los Timberwolves fueron una de las notas más agradables de la pasada campaña después de años y años de fracasos. Jugaron playoff y parecen preparados para estar al menos en la pelea por el play-in. Han hecho una apuesta arriesgada con el intercambio que llevó a la torre francesa Rudy Gobert al equipo, así que Karl-Anthony Towns hará más de cuatro.

Veremos cómo funciona aunque Gobert garantiza rebotes, intimidación y buenos bloqueos para el dúo estelar que tienen en el perímetro, Anthony Edwards y D’Angelo Russell.

Los Lakers no lo van a tener nada fácil para subir escalones ante la falta de química interna y el problema que tienen con Westbrook. Su contratación el año pasado ya parecía problemática porque su estilo no casaba con el de un equipo donde Lebron James es el Rey, el base, el que manda, el que dirige…

Las lesiones de King James y Anthony Davis, sus dos estrellas, y el fiasco de Westbrook convirtieron su campaña en un verdadero fracaso. Incluso a horas de empezar la temporada están intentando colocar al base en alguna franquicia, pero no parece fácil.

Han fichado dos bases como el alemán Schroder y Patrick Beverley, así que el rol de Westbrook será pequeño si siguiera. Además, tienen un entrenador debutante como Darvin Ham, que a ver si es respetado. Lebron tiene un año más, Davis algún día tendrá que jugar una temporada sin lesiones y demostrar que es una estrella total, no un mero aspirante…

Panorama peliagudo, aunque si lograran la salida de Westbrook y sus 47 millones de salario, podrían tener alguna incorporación interesante, dos bases expertos ya citados, a Lebron, Davis, un par de fichajes que han hecho como Damian Jones y Lonnie Walker más Austin Reaves, de lo poco que se salvó del equipo el año pasado… Deberían estar en playoffs entonces, pero el anillo parece lejos.

Los Pelicans, como los Wolves, fueron un equipo que fue creciendo según llegaban los playoffs. Los de New Orleans aprovecharon el play-in para acceder a las eliminatorias y vieron que había un buen grupo de jugadores para ser optimistas esta temporada desde la llegada, vía traspaso, de CJ McCollum desde Portland, al que han renovado este verano.

Con él e Ingram tienen un gran dúo en la generación y anotación desde el perímetro. Con Valanciunas, un buen pívot que además ha adquirido cierto rango de tiro. Hay optimismo en la franquicia y muchas expectativas en la NBA con el regreso de Zion Williamson tras una temporada sin jugar. Si está bien de peso y forma y mentalmente focalizado en jugar y ser un buen compañero, los Pelicans deben estar en la pelea del playoff sin problemas. Con Larry Nance Jr, Devonte Graham, los jóvenes Herb Jones, Jose Alvarado y Trey Murphy III y el español Willy Hernangómez tienen una plantilla realmente larga. Pero ojo con buscar en demasía a Williamson como estrella y que eso no penalice al resto, que ya había logrado el pasado abril una buena química sin él.

Los Blazers vienen de una temporada catastrófica y han hecho una pequeña revolución en su plantilla aunque manteniendo a Damian Lillard como absoluta estrella tras renovarlo por dos años y 121 millones. El play-in es el objetivo al que deberían aspirar con el base, Nurkic en la pintura, Anfernee Simmons como otro buen anotador y dos fichajes, Jerami Grant y Gary Payton II, que deben dar puntos y solidez defensiva a uno de los equipos probablemente más flojos en este apartado como fueron los Blazers.

Utah Jazz hizo una revolución al ver que después de tres años el núcleo alrededor de Donovan Mitchell, Gobert, O’Neale y Bogdanovic no daba resultados en playoffs. Collin Sexton, Lauri Markkanen, Kelly Olynyk, Jarred Vanderbilt, Malik Beasley y el rookie Walker Kessler son los recién llegados para unirse a Mike Conley y Jordan Clarkson. Con ellos y el italiano ex del Baskonia Simone Fontecchio empieza la reconstrucción y el playoff no parece a su alcance.