Grecia, una de las también favoritas a optar a medalla en este Mundial, se jugaba su billete en el tercer partido ante Nueva Zelanda, que se encontraba con una victoria y una derrota, al igual que los griegos.
Giannis Antetokounmpo ponía una marcha más que el resto en los primeros minutos de juego, sumando siete de los primeros 11 puntos de Grecia (11-4). Se arrimarían los neozelandeses en el marcador, que incluso se ponían por encima, con un parcial de 0-8, ante unos griegos que acumulaban fallo tras fallo. Cambiaría la situación de cara al final del primer cuarto, pues apretarían, de nuevo, los griegos para poner el 28-19 en el marcador.
La selección de Grecia lograba aumentar la diferencia hasta los 11 puntos, aunque, con muchos intercambios de canasta, los neozelandeses volvían a reducir esa desventaja por debajo de los diez, rondando el +8 para el conjunto que dirige Skourtopoulos. Corey Webster se convertía en un claro protagonista en el partido, ya que con sus 21 puntos al descanso, ayudaba a los suyos a mantenerse muy cerca de Grecia, manteniendo un marcador al descanso de 51-44.
Poco cambiaría la diferencia en el luminoso. Los griegos conservaban una ventaja que no dejarían que se redujese pese a los constantes intentos de los neozelandeses y su estrella, Webster. Giannis Antetokounmpo tiraba de los suyos para mantenerse arriba y no ceder ni un instante. Dicha misión la conseguirían, y de esta forma, sería Grecia quien acompañáse a Brasil en la segunda fase ante Estados Unidos y la República Checa. Al final, y tras una disputa entre varios jugadores, Grecia vencía por 103-97.
La selección turca volvía a las canchas tras la sorprendente derrota ante Estados Unidos. Esta vez se enfrentarían a la debutante del campeonato, República Checa, que buscaba seguir haciendo historia en la Copa del Mundo. De hecho, los checos comenzarían dominando en el marcador en el primer y segundo periodo. En el tercero, los turcos les buscaban las cosquillas, pero con muy poco acierto comparado al 65% de tiros de dos con el que acabaría el partido el conjunto de Ronen Ginzburg.
Auda, Hruban, Bohacik, Satoransky y Balvin, aupaban a los visitantes a la victoria y a vivir, por primera vez en su historia, una segunda fase del Mundial. Ni siquiera Cedi Osman, con 24 puntos, pudo con unos checos que jugaron mejor. Así pues, Turquía quedaba eliminada del torneo después de quedarse más cerca que nadie de vencer a Estados Unidos tras más de quince años de imbatibilidad en torneo oficial, y con una derrota algo estrepitosa (76-91) ante una debutante República Checa.
Decía que Balvin, ¡17 puntos, 11 rebotes, 2 tapones y 24 de valoración! Excelente y esta vez ante un rival cualificado, a ver si guarda un poquito, para su vuelta al botxo, que falta nos hará.
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