La selección española volvió a ser plata olímpica. Es la tercera de la historia, la segunda consecutiva. Pero es la plata más orgullosa que se puede lucir. Tanto o más que la de Pekín hace cuatro años. No puede haber lágrimas por perder así. Durante 32 minutos la final estuvo igualadísima y Estados Unidos no tenía el oro muy claro. Pero un bache en el momento clave dejó sin opciones a España. Reaccionó y perdía por seis en el minuto 38 hasta acabar finalmente con un 107-100.
Fue una final con dos ganadores indiscutibles. Tres en realidad, las dos selecciones contendientes y el propio baloncesto. El deporte en global en realidad. Esto es como los Nadal-Federer o aquellos Karpov-Kasparov, duelos que trascienden una disciplina deportiva y pueden ser disfrutados en el mundo entero.
La primera mitad está ya en la historia de este deporte. Una vez más. Como en Pekín’2008. En aquella ocasión ganaban los ‘yankees’ por 4 y esta vez por uno (59-58). Un ritmo anotador brutal y eso que España tuvo la última bola para irse a los vestuarios por delante. Con sus cambios en defensa y el recurso de la zona, fue atascando al combinado estadounidense.
Llull se enredó con la bola y no llegó a lanzar. Una pena porque había sido un segundo cuarto brillante. En el primero hubo igualdad en el arranque, con mucho acierto en ambos bandos (14-12), sobre todo con un Navarro tremendo y autor de 14 puntos en seis minutos, tres triples incluidos.
Poco a poco abrió brecha EEUU con su acierto en los triples y el 35-27 al cierre de este periodo anunciaba una final de anotación altísima.
Los de Scariolo ajustaron mejor atrás en el segund cuarto y ya no concedieron tantos lanzamientos lejanos librados. Además, su ataque fue más versátil y anotaba con muchos jugadores distintos aunque Pau Gasol no aparecía. Su hermano Marc se fue al banco con cuatro rápidas faltas, una más que rigurosa, pero España remontó (50-49, min. 16) y seguía uno abajo al ecuador del choque.
Navarro llevaba ya 19 puntos, Rudy 12 y Durant 17. Pau Gasol se sumó a ellos enseguida con ocho puntos casi seguidos para un 66-68 en el minuto 24 que levantó al pabellón. Ya totalizaba 18 y se convertía en sexto anotador histórico de los Juegos superando a Petrovic y Dalipagic.
España se mantuvo en el partido todo este tramo al empatar o estar uno abajo y se alcanzó el cuarto final con un 83-82. Pau sumaba 23 puntos y Durant 27, con dos triples que hicieron mucho daño.
Un pequeño estiró estadounidense (90-84). Un nuevo triple de Durant y una pérdida más complicaron el panorama (95-86, min. 34). Fueron cuatro minutos de sequía anotadora española pese a que algunos tiros eran buenos y no entraron que dieron una renta que parecía notable en un choque de tanta igualdad.
Así fue, el 97-91 a tres minutos del final dio ligeras esperanzas, pero otro tiro fallado, la respuesta estadounidense y una rigurosa falta en ataque señalada a Pau rompieron definitivamente a España.
107 – Estados Unidos (35+24+24+24): Chandler (2), Durant (30), James (19), Bryant (17) y Paul (11) -equipo inicial-, Westbrook (3), Williams (6), Iguodala (0), Love (9), Harden (2), Davis (0) y Anthony (8).
Comments are closed.