Entrevista Ibon Navarro: «Creo que club y afición van entendiendo que estamos en una etapa distinta pero siempre sin dejar de competir»

En apenas dos meses en el cargo, ha conseguido que el equipo baskonista empiece a remontar el vuelo. La grave situación deportiva que había a las órdenes de Marco Crespi empezó a solventarse con Ibon Navarro como primer entrenador. Pero está muy lejos de conformarse. Derrotas en los segundos finales como las vividas frente a Efes o Real Madrid le duelen especialmente pero sabe que son el peaje de los cambios en la plantilla y la falta de entrenamientos para conocerse y ser mejores como colectivo. Ahora hace falta que club y afición tengan paciencia con un plantel nuevo pero tengo claro que un técnico joven y encima vitoriano apoyado por todos puede suponer un salto de calidad y de imagen exterior para el Laboral Kutxa.

El joven entrenador nos ha concedido esta entrevista:

Tienes 38 años sólo pero ya llevas casi una década ejerciendo de entrenador. ¿Eso cómo se elige? ¿O eres un jugador frustrado que entonces decidir seguir en este deporte desde otro ámbito?

No, no, no soy un jugador frustrado (sonríe). Bueno, es como vienen las cosas. Yo llevaba un año entrenando en Primera Nacional, había estado varios años en la cantera baskonista y de Corazonistas y llegó un momento en que notaba que los días en que me levantaba sabiendo que iba a entrenar por la tarde, pues lo hacía más feliz que los que no. En el 2006 Rafa Sanz me llamó para ir de ayudante suyo en el Tenerife de la Adecco Oro y lo acepté. Me lancé y me fui. Ahí empezó todo.

Luego has sido ayudante de Spahija, Ivanovic y Scariolo en Vitoria y de Perasovic, en Valencia, y Paco Olmos, en el Menorca, también en ACB. Clubs y entrenadores muy distintos. ¿De todos se aprende algo?

Sí, sí. De todos he aprendido cosas sobre baloncesto y sobre cómo vivir este trabajo y esta vida. La vida de un entrenador de un equipo de élite no es sencilla.

Visto desde fuera, da la sensación de que hace años ya que casi es más importante la vertiente psicológica y de gestión de un grupo humano que la parte táctica. Trabajan con personas muy diferentes de edad, culturas, países, formación… y manejar los roles no es fácil.

No lo es claro, es una parte sin duda muy importante cuando hablamos de la máxima categoría. Aquí todo es distinto porque hay muchos medios, grandes presupuestos, etc. Cosas que en ligas menores no, claro. Saber conducir y liderar a un grupo de 12 jugadores, ganarte su confianza, es fundamental. Pero también del cuerpo técnico, de la gente que rodea al equipo, del club.

Eras ayudante de Crespi y el club decide su destitución. Te ofrecen el puesto de forma temporal primero y luego permanente. ¿Cómo lo viviste, tuviste dudas?

Bueno, yo pensaba que cuando cesan a Crespi llegaría algún sustituto. Hay buenos entrenadores en paro, llegarían ofrecimientos… Yo dirigiría el partido inmediato contra el Gipuzkoa Basket pero sin más. Unos días más tarde me dijeron que confiaban plenamente en mí y que iban a apoyarme a tope y que adelante. ¿Dudas? Bueno, es más el vértigo de sentir lo que te viene encima, pero no porque no me sintiera preparado. Está claro que nadie mejor para hacer un diagnóstico del equipo que alguien que está dentro. Marco y yo hablábamos mucho de los problemas del equipo y algunos seguramente persisten. Pero en otras cosas había que darle una vuelta para probar y buscar otras soluciones y despertar a algunos, pensando que si lográbamos sacar más de algunos y que otros reaccionaran, pues el equipo iría para arriba.

Eres vitoriano y baskonista. Por una parte seguro que es bueno, pero por otra quizá en algo te pueda perjudicar. ¿O no te ha dado tiempo todavía a percibirlo así?

Sí, sí, claro que lo ves. Tú tiene pasión por tu trabajo y estar en este club es magnífico, pero si además estás en tu ciudad, pues mucho más. Pero también más responsabilidad. Conoces la repercusión que tiene el equipo y lo que hace. Sabes lo que suponen algunas derrotas y cómo algunas situaciones afectan especialmente a gente que tienes cerca y al club. He de aprender a vivir con todo ello.

Es increíble la cantidad de técnicos ayudantes que habéis dado el salto últimamente: Hugo López la pasada semana, tú en noviembre, Diego Ocampo en julio, antes Rafa Pueyo, Sito Alonso, Joan Plaza o Xavi Pascual, por no hablar de otros que han estado también o han tenido al menos esa oportunidad. Parece claro que son gente válida.

Sí, pienso que sí, que en general el nivel de preparación de los técnicos españoles es muy bueno. Pero un entrenador ayudante es eso, un técnico que ayuda a otro. Luego entrenador ya eres, con otras funciones, con otra forma de trabajar, pero entrenas. Cuando pasas a primer entrenador cambia tu rol, pero entrenador ya eras, sólo que ahora con nuevas responsabilidades.

Sí, pero antes opinaba, asesoraba… Ahora debe decidir en décimas de segundo en un partido y entender, y asumir, que se va equivocar, que es irremediable no acertar siempre y que eso a veces cuesta un partido o un cabreo con un jugador.

Sí, quizá es el paso más difícil. Entender que te vas a equivocar aunque actúes de buena fe es algo que va en el cargo. Pero también a veces tomas una decisión que parece errónea y no pierdes un partido. Es todo muy rápido y alocado a veces, lo importante es asumir que funciona así y seguir mirando adelante convencido de lo que haces.

¿Hay algún entrenador que le ha gustado especialmente y algún modelo de juego con el que te identificas especialmente?

Creo que hay que adaptarse a los jugadores que tienes. Si estás en un top de Europa y puedes fichar lo que quieres, puedes ir a por algo más concreto. Si no, nos toca trabajar con lo que tenemos y adaptarnos para sacar el mayor fruto a lo que entrenas. Me gustan cómo defienden unos, cómo atacan otros, pero porque tienen unos jugadores de un perfil. Yo tengo los míos y para mí son los mejores y lo que intento es que cada semana seamos mejores en función de sus virtudes y sacarles el máximo rendimiento.

¿Y os falta mucho para ser el equipo baskonista de siempre, duro y ganador. Al menos siempre competitivo? 

Tenemos mucho margen de mejora como equipo, sobre todo en el apartado defensivo. Lo que pasa es que estamos en semanas donde juegas y viajas y es difícil entrenar mucho y de forma continuada. Nos faltan semanas de trabajo para acoplarnos porque hay muchas caras nuevas. Pero digamos que es una plantilla ofensivamente buena, y entonces lo de adelante no nos cuesta tanto. Nos falta jugar con mejor timing algunas situaciones, leer a veces mejor lo que toca, pero el talento en ocasiones nos ayuda a resolver cosas. Pero atrás no somos igual de buenos y hay que trabajar más cosas tácticas que, claro, no es fácil en este momento de la temporada porque hay que jugar y preparar partidos continuamente. Necesitamos que se conozcan más entre ellos, que sepan cuál es la debilidad del compañero para estar atento a ayudarle y taparla en la pista. Pero también hace falta más concentración en determinados momentos, hay cosas que no son de trabajo, son de estar atento y no despistarse.

Antes y después de tu nombramiento, muchos cambios en la plantilla. Sois un club que ha cambiado muchos jugadores y ha hecho fichajes temporales habitualmente, pero lo de este curso es un récord. Eso no ayuda en esa labor de conocerse más y corregir errores.

Bueno, es la situación que nos ha tocado por diferentes razones y la aceptamos. No me voy a lamentar de ello pero tampoco se puede negar que partimos en desventaja frente a nuestros rivales en cuanto a que nos faltan dos meses de trabajo previo para conocernos, trabajar con un grupo de jugadores concreto, entrenar cosas durante semanas para usarlas en determinados momentos… Es complicado hacerlo jugando cada semana dos partidos, pero no lo vamos a usar de excusa. Estaríamos perdiendo el tiempo.

Al final no van a la Copa del Rey. ¿Es una decepción o se asume como parte de lo que ha sucedido en este primer cuatrimestre de la temporada?

Es una decepción, por supuesto. Ser el único equipo, con el Estudiantes, que no hemos sido capaces de ganar un solo partido fuera de casa, es algo que nos ha matado. A pesar de los cambios en la plantilla, de un mal inicio, de alguna derrota que no merecimos, no podemos negar que para nosotros eso es un fracaso y nos hacemos responsables como equipo de ello. Nos toca disculparnos con la afición porque sabemos lo que significa este torneo para ellos, somos el equipo que más aficionados mueve, pero ya está. Otros años les pasó a otros clubs y sabíamos que podíamos pasarnos por cómo ha ido nuestra primera vuelta. Pero repito que es la consecuencia de no haber jugado bien o competido fuera de casa en muchas ocasiones y eso sí que me duele.

Quizá porque al jugar jueves-viernes en Euroliga con mucha intensidad y buscando el pase al Top 16, luego el domingo notan el cansancio mental y no compiten igual.

Pero eso es algo que nos ha pasado a nosotros, al Barcelona, al Real Madrid, al Unicaja… Las derrotas nos llegan fuera de casa a los de Euroliga. En general, a los equipos de otras ligas, igual. Vienes de un partido duro, a veces con viaje largo incluido y eso te penaliza. Madrid y Barcelona tienen plantilla más largas y lo notan menos pero a nosotros nos está costando.

¿Qué mensaje le lanzaría a la afición para que mantenga la fe en el equipo para esta segunda mitad de la temporada pese a derrotas tan duras en los segundos finales como las vividas contra Efes y Real Madrid?

Lo que les dije al llegar en mi nombre y en el del equipo: que somos un equipo que quiere estar arriba, que vamos a competir siempre, que no nos vamos a rendir nunca, que vamos a trabajar para darles más alegrías de las que han tenido hasta ahora, que han sido pocas. Creo que la afición, como el club, va entendiendo desde la temporada pasada que estamos en una etapa distinta porque la situación económica no es la misma de hace unos años, pero siempre queriendo competir contra los mejores. Al final es la clave, pelear contra los mejores, ganando a veces, perdiendo otras, pero estando a su nivel.

Sé que es difícil elegir, ¿pero es más importante el Top 16 o escalar posiciones en la Liga Endesa para entrar bien en los playoffs?

El Top 16 es un premio para nosotros, es volver a estar jugando contra los 16 mejores de Europa y vamos a intentar ganar el mayor número posible de partidos. Pero está claro que lo que necesitamos ya es escalar puestos en la ACB y meternos de una vez entre los 8 primeros, porque nunca hemos estado ahí este curso.

Por último, ¿mira al futuro? ¿Confía en vivir un ciclo largo en Vitoria como entrenador y en tener una larga carrera en esta profesión?

No tengo tiempo para planteármelo siquiera, de verdad. Entiendo que es una pregunta que hacéis los periodistas pero no tengo respuesta. Vivo día a día, partido a partido. Me gustaría que esta primera aventura como primer entrenador saliera bien por muchas razones, pero no sólo por mí. Especialmente por el club, pero ya veremos lo que pasa.