El día 26 sale a la venta el libro ‘Tri, tri, triple’, un título que hace referencia a esos carruseles de baloncesto que había a mediados de los años ochenta en todas las cadenas de radio. El grito que acompañaba a esas, escasas, canastas de tres puntos que se metían en la ACB y en las competiciones europeas en aquella época. Esos programas radiofónicos, las muchas revistas diferentes que había en el kiosko, las muchas páginas de baloncesto que había en los periódicos, deportivos y de información general, en los años ochenta o noventa son un recuerdo que empieza a quedar muy lejanos. Javier Maestro, creador y director muchos años de esta web, ha recopilado los recuerdos y anécdotas del periodo 1982-1992 en esta obra editada por el sello Córner y Rocaeditorial. Ya está en preventa en la propia web de la editorial, en todas las cadenas de librerías y en Amazon y puedes encargarlo clickando aquí.
La selección española consiguió con su buen papel en diferentes campeonatos a
principios de los años ochenta y luego con las dos medallas de plata obtenidas en
1983 y 1984 catapultar el baloncesto a unas cotas inimaginables. Un deporte
seguido pero poco mediático se convirtió en pocos meses en el segundo con más
aficionados y presencia en televisión y en cuanto a fichas federativas. Nacía a su
vez la ACB y la nueva liga fue otro gran revulsivo que disparó las audiencias y
generó el nacimiento de revistas y programas de radio. Boom es una palabra
manida pero muy significativa para definir esa explosión que estuvo rodeada de
títulos, éxitos y fracasos de la selección y diferentes equipos, de tragedias,
polémicas y muchas anécdotas que este libro rescata a través de jugadores,
entrenadores y los periodistas que vivieron esa época única para el deporte de la
canasta. Lolo Sainz, Mario Pesquera, Aíto García Reneses, Juanma Iturriaga, Jordi Villacampa, Nacho Solozábal, Pedro Barthe, Martín Tello, Manolo Lama, Franco Pinotti, Sixto Miguel Serrano, Jordi Robirosa y muchos más desfilan por este volumen para rememorar una década inolvidable.
Como adelanto editorial, ofrecemos estas páginas donde uno de los periodistas radiofónicos más importantes en esos años ochenta, José Joaquín Brotons, relata un par de anécdotas que sirven para ejemplificar el tono ameno del libro:
«Conocía a Díaz-Miguel desde los años setenta, de concentraciones que hacía con la selección en Barcelona o en alguna localidad cercana, y cuando yo llego a Madrid para hacer la mili, sería en 1979, esa Navidad la paso con él. Yo estaba recién llegado a Madrid, solo, nos dieron un permiso en el cuartel, y Antonio y su mujer me invitaron a pasar la Nochebuena en su casa».
Pero de quien guarda también un recuerdo especial Brotons es de Raimundo Saporta, histórico directivo del Real Madrid y con muchas conexiones en el mundo del fútbol y con la FIBA. «Yo, primero, era redactor, y luego, jefe de Deportes de la Cadena Ser. A Raimundo lo nombran presidente del Mundial de fútbol de 1982. Le iba a ver en su oficina en el Banco Exterior de España con cierta frecuencia. Ahí hablábamos mucho de todo, del Mundial, de que era todo un evento para España y para un medio como la Ser y de baloncesto, por supuesto, y de política o lo que fuera. Un día yo estaba con él en su despacho y de pronto recibe una llamada, y yo noto que es una llamada especial, así que me empiezo a levantar para salir un momento de su despacho y dejarle hablar de forma privada. Pero me hace el gesto de que me siente y me dice que me quede. La conversación empieza, va transcurriendo, y de repente le oigo decir: “Juanito, ya te he dicho que Epi tiene que ir a los Juegos Olímpicos”. Así era Saporta: ese Juanito era el rey Juan Carlos, al que conocía desde niño y al que trataba con familiaridad porque la red de contactos, amistades y capacidad de influencia de Raimundo era única. No creo que España vuelva a tener un dirigente como él».
En relación con esta charla, hay que recordar que Epi iba a disputar en julio de 1980 los Juegos de Moscú, pero que estaba haciendo el servicio militar obligatorio. En plena guerra fría, con el boicot a esos Juegos de Estados Unidos y varios países occidentales más, España decide participar tras una tensa votación en el Comité Olímpico Español. Nuestro país era una democracia de nuevo cuño y acababa de restablecer relaciones con la Unión Soviética tras más de cuarenta años de ruptura durante la dictadura franquista. Pero Epi estaba en plena mili y el Comité Olímpico no quería llevar a ‘soldados’ a los Juegos. Así pues, Saporta movió los hilos, igual que el rey (como intuye Brotons por esa conversación) y Epi recibió un permiso especial del Ejército y pudo llegar a los Juegos de Moscú a pocos días del debut de la selección.
Enhorabuena por la publicación.
Interesante, estaremos atentos.
Todo lo que rodea a esa época me da mucha nostalgia. Cómo bien dices, los 80 fue la época del boom del baloncesto en España, acompañado por la eclosión del showtime de los Lakers, que me terminó de enamorar.
Era un mico por esa época, pero recuerdo a mí padre con la radio y las transmisiones deportivas.
Una época incomparable en la que esas anécdotas y las relaciones entre los personajes había que tomarlas de manera sana. Tan diferente a la actual, on tantos intereses, dinero y gente que no sabe de nada metieda en todas partes.
Aquella época de los 80 con el baloncesto en los medios y miles de seguidores fue inigualable y me lleva a mi amor por el basket que, todo este tiempo después, sigue vigente.
Enhorabuena, Javier.
Enhorabuena Maestro, después de años entrando a diario a esta web es obvio que tú libro estará en mi biblioteca.
Viene la época de fichajes, dale caña a la página que hay ganas!. Suerte con las ventas.
Recuerdo esos juegos y esa espera por Epi al que yo no había visto jugar nunca, pensaba de verdad es tan bueno?, le pude ve en un partido metiendo 4 tiros de media distancia como si nada y me impresionó, con el tiempo se convirtió en uno de mis jugadores preferidos de siempre aunque fuera del Barça, cada vez que se levantaba para tirar pensabas que era canasta segura y así era casi siempre, tiro corto, largo, a tablero, por cierto consiguió ese tiro a base de repetir y repetir, no nació con ese talento, no veo esas ganas en las nuevas generaciones, éstos se limitan al tiro de 3 si acaso, pero en realidad no son tiradores, no saben tirar a 3-4 metros y menos usar el tablero.
Gracias a todos.
Es un libro para recordar una época mítica, para descubrirla quien no la vivió y para disfrutar de muchas anécdotas
Pues que buena pinta tiene Javier…
Como soy viejuno y este libro va de historias vintages, me permito contar una pequeña anécdota
Tendría 8 o 9 nueve años y un domingo por la mañana (finales 70, principios 80), me encontré en la entrada del Palau Blau Grana a Chicho Sibilio (DEP), con su hijo pequeño, que jugaba con un helicóptero volador (el primer dron de la época). Ese día no había partido y tuve la enorme suerte de saludarlo en persona.
Siempre he sido muy del gran Chico y cuando se retiró Epi, se hizo un documental en la TV3 sobre Epi y en una de la entrevistas habló Chicho y me quedaron grabadas a fuego unas palabras suyas, en relación a todas las históricas derrotas en la finales de Copa de Europa (lease Banco di Roma y la Jugoplástikas):
«Después de mucho tiempo, he aprendido que en la vida hay cosas que se te escapan, y eso puedo doler, pero no frustar».
Felicidades por el libro
Enhorabuena por el libro, Javier
Lo que nos ha dado el baloncesto ..cada vez estoy más orgulloso de este deporte es us filosofía de vida, aparte de los títulos que se ganen o se pierdan ..o rollos de piques.. ..
La publicación de un libro siempre es una gran noticia, más en estos tiempos oscuros. Felicidades al autor, lo compraré.
Enhorabuena Javier. Lo comprare.
Una opción interesante para la lectura veraniega. Lo compraré y lo publicitaré entre los amigos a los que les gusta el basket. Mucha suerte con la publicación, Maestro. Saludos.
Gracias amigo