El Valencia Basket había estado mal en sus últimas salidas pero en Vitoria mejoró su imagen y terminó ganando (71-78). El Baskonia no consigue ser ni regular ni consistente, capaz de lo bueno y lo malo en una misma semana. Incluso en un mismo partido. Contra el equipo taronja empezó de pena, llegó a estar 20 abajo, remontó en el tercer cuarto y entró igualado a los minutos finales, donde los de Peñarroya fueron mejores hasta ganar.
El Valencia fue muy superior en la primera mitad, con ventajas ya apreciables en el primer cuarto, que terminó con un 11-20, y un 14-34 espectacular en el minuto 14. Un parcial de 0-12 había disparado la renta taronja. Una buena reacción local les acercó a un 32-43 y al descanso, un 34-45. El Baskonia había abusado del triple con poco acierto y perdido ya 10 balones.
En la reanudación, del 41-52 en el minuto 23 se pasó a un 51-56 en el 27 y a un marcador volteado a cinco segundos de acabar el tercer periodo con un triple de Fontecchio. Parcial de 12-0 y el Valencia, tocado. El equipo local siguió mandando con un marcador apretado un buen rato (64-51) pero los de Peñarroya se fueron recuperando en ataque y entraron por delante al tramo final, un 69-72 restando cuatro minutos.
Los de Spahija chocaban siempre con el aro o perdían balones, no podían con la defensa taronja y los visitantes lo aprovecharon (71-76 a falta de un minuto) para llevarse el triunfo. López-Arostegui, con 20 puntos y buenos porcentajes, y Hermannsson, con 15, fueron los más destacados en un día donde ambos equipos tiraron mal de tres, especialmente el Baskonia.
71 – Bitci Baskonia (11+23+24+13): Baldwin IV (15), Giedraitis (12), Fontecchio (12), Peters (13) y Enoch (11) -cinco inicial-, Raieste (-), Marinkovic (3), Granger (3), Sedekerskis (2) y Kurucs (-).
78 – Valencia Basket (20+25+11+22): Hermannsson (15), Hanlan (5), Labeyrie (3), Rivero (12) y Tobey (7) -cinco inicial-, Puerto (2), Claver (-), Pradilla (3), López-Arostegui (20), Van Rossom (-) y Dubljevic (11).
Por su parte, el Manresa derrotó al UCAM Murcia en una nueva exhibición ofensiva del equipo catalán, que gane o pierda lleva todos sus partidos a una cifra altísima. Su primera mitad fue descomunal, con un 63-49 al descanso, y los visitantes no pudieron aguantar ese ritmo aunque apretaron el marcador en el último cuarto. Thomasson brilló con 33 puntos.
103. BAXI Manresa (36+27+18+22): Dani Pérez (-), Thomasson (33), Valtonen (4), Moneke (13) y Bako (16) -cinco inicial-, Naspler (2), Steinbergs (3), Rafa Martínez (2), Maye (19), Sima (11) y Sagnia (-).
93. UCAM Murcia (24+25+15+29): Taylor (14), Davis (12), Rojas (10), Webb (9) y Lima (15) -cinco inicial-, Bellas (6), McFadden (15), Radovic (8), Cate (4), Czerapowicz (-) y Vasileiadis (-).
Ayy ese exceso de triples, no sólo por el número de lanzados, sino también por lo descompensado de la propuesta ya que hemos vivido por fuera del 6,70 básicamente, que es lo grave y un mal vicio. Me parece que es facilitar la tarea al rival. A diferencia del Valencia B. (equipo muy trabajado el de peñarroya) que aunque haya recurrido también al triple – evidentemente – si que ha buscado balones interiores sobretodo con Dulbjevic que nos ha hecho un ocho tirando de oficio…. y arrobas (bote y culo, ecuación que siempre suma en el basket) .Este sabe lo que se hace…..
Se ha echado en falta a Costello. Nos da ese balance dentro-fuera y ese plus en defensa.
Mirar la clasificación y torcer el gesto. No es nuevo para nosotros, pero lo que está costando coger algo de velocidad…. Lo bueno es que este equipo ya no se cae al mínimo meneo. Hay que creer.
La diferencia de puntos de cada banquillo ha marcado el partido. Al Baskonia no le da con jugar con solo 5-6 jugadores, sobre todo, con la lesión de Costello.
Enhorabuena al Manresa. Ese estilo de resolver el ataque en segundos requiere una gran confianza y no es nada fácil de conseguir.
Puede que hasta aquí haya llegado el UCAM. El equipo estuvo al máximo hasta la Copa del Rey pero la plantilla es corta y varios jugadores no tienen la forma que han tenido. Taylor ha bajado el rendimiento, su compromiso está fuera de duda, jugó contra el Valencia con fiebre, pero los contratos a su alcance parecen haberle aturdido y no ha sido tan decisivo como hace un mes. Cate y Czerapowicz, que algo habían aportado, tampoco mucho, han desaparecido casi por completo. Lima está fundido porque no tiene recambio. En fin, el UCAM ya no encuentra esa intensidad que Sito Alonso considera innegociable, quizás porque no tiene elementos suficiente para sostenerla y en vísperas de playoffs están muy justos de gasolina.
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