Desde este miércoles al domingo tenemos en disputa la Final Eight de la FIBA Champions League. El Nizhny Novgorod es el anfitrión y la ciudad rusa acoge la cita. Habrá público en las gradas y se prevé emoción en la pista. Tres equipos españoles en la pista, los mismos que en la edición de la pasada temporada, disputada el pasado septiembre por la pandemia.
Entonces el campeón fue el San Pablo Burgos, que juega este jueves frente al Hapoel Holon de Israel. También mañana es el turno del Lenovo Tenerife, contra el Estrasburgo francés. Hoy abre el torneo el Casademont Zaragoza precisamente contra el Nizhny Novgorod.
Luis Casimiro, entrenador del equipo maño, indica que las buenas sensaciones del equipo con los últimos resultados deben confirmarse ahora: «Llegamos bien en todos los sentidos y con mucha ambición para afrontar este torneo», asegura aludiendo también a la presencia de público en las gradas: «Tenemos que transformar el hecho de jugar con público y en un ambiente adverso en motivación», sentencia.
En la primera fase del torneo, ambos equipos estuvieron encuadrados en el mismo grupo. En Zaragoza ganó el equipo rojillo por 78-75 y en pista rusa volvió a imponerse, 92-98. Ambos equipos han sufrido cambios en la plantilla y queda ver cómo se desenvuelven ahora, a cara o cruz, con el ambiente a favor de los anfitriones y numerosa presencia de aficionados en las gradas.
El ganador de este cruce se medirá el viernes en semifinales al vencedor de la eliminatoria que enfrenta a los, en teoría, equipos más débiles de esta Final Eight: Nymburk-Pinar Karsiyaka.
Le deseo lo mejor a Zaragoza pero a mi Nizhny Novgorod no me parece ni mucho menos una perita en dulce y menos en su cancha y con público. Equipo típico ruso muy físico con buenos fundamentos capitaneado por Vorontsevic.
¿Ya han dejado pasar a Shermadini o sigue en el aeropuerto?
Porque es vergonzoso lo que hace Rusia… Con su «Democracia».
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