Preocupación en el Valencia Basket con la racha de derrotas y las lesiones; saltan las alarmas en Zaragoza

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La temporada no ha empezado bien en el Valencia Basket, con varias derrotas muy apretadas, dos por apenas un punto en los dos últimos partidos, contra el Asvel Villeurbanne en la Euroliga y el UCAM Murcia en la ACB. Esto ha originado algo de nerviosismo en el seno del conjunto taronja y entre los aficionados. El nuevo proyecto, con entrenador debutante y varios cambios en la plantilla, que han llevado a una estructura de juego diferente, necesita tiempo para afianzarse y no desconfianza.

Además, hay jugadores que se estrenan en Europa como Jared Harper, otros que se incorporaron tarde como Pradilla y López-Arostegui, Dubljevic ha estado fatal en los dos partidos de Euroliga disputados y encima aparecen los primeros problemas de lesiones. Una en un pie ya impidió jugar el domingo a James Webb y otra muscular de Rivero en la última derrota le dejará KO varias semanas. Lo previsible es que Claver pase al puesto de cuatro porque son dos bajas en el juego interior.

Se sabía que había menos presupuesto y que el paso por la Euroliga sería complicado al estar haciéndose un equipo nuevo y con menos dinero que la gran mayoría de rivales. Lo lógico es que haya paciencia y confianza en lo que se construyó y fichó en verano. Contra el Bilbao Basket y el UCAM Murcia dejaron escapar ventajas en los instantes finales, es con trabajo y confianza como irán progresando no cuestionando todo a mediados de octubre.

En Zaragoza la situación es más peliaguda porque vienen ya de temporadas malas previas, de muchos cambios de entrenador, de no asentar nada, de cambiar y cambiar jugadores, de no acertar en posiciones clave como la del base (hasta 13 diferentes han utilizado las tres últimas campañas).

En junio los candidatos al banquillo eran Joan Plaza, el que quería el nuevo director deportivo, Toni Muedra, y Porfi Fisac, el que quería el presidente y máximo accionista, un Reynaldo Benito muy acostumbrado a intervenir en la parcela deportiva y que habitualmente es quien ficha al primer técnico. De esa larga disputa salió que ninguno de los dos ocupó el cargo y que se fichó a un entrenador de renombre aunque sin experiencia en la ACB, Martin Schiller.

ACBPhoto/Casas

Las cuatro derrotas acumuladas en estas cuatro jornadas por el equipo maño, con pésimas sensaciones en cuanto al juego y roles en la plantilla, han generado un estado de pánico en el club y frustración en la afición.

La posición de Schiller es muy débil a día de hoy, pero también la de Muedra pues si el entrenador austriaco fuera finalmente cesado, como se baraja en el seno del Zaragoza, el responsable deportivo quedaría en el disparadero. Y también porque es quien hizo casi todos los fichajes y la mayoría no están funcionando, especialmente Simanic, Lomazs y Jessup.

La falta de un buen base director que genere y permita poner a Ponitka en su verdadera posición, de escolta, y que alimente a los interiores, es lo urgente. También un cuatro titular es necesario porque Simanic no funciona. Sin embargo, están pensando en un pívot cuando ya tienen dos como Mekowulu y Hlinasson mas el joven Aday Mara. Hay conversaciones por Pasecniks, pero sus derechos ACB son del Betis y su contratación parece lejana, nos dicen.

2 Comentarios

  1. Muy mala pinta para el Casademont Zaragoza. Estamos lejos de competir en los partidos que hemos jugado y así es imposible ganar.

    Sin bases no se genera juego. Se fichan tiradores con buenos porcentajes de acierto en T3 pero no hay sistemas para tirar liberados. En el cuatro se ficha a Simanic como especialista en T3 para abrir el campo y no se atreve ni a tirar ( es una nulidad ni rebotea, ni defiende, ni tira. Es capaz de estar 20 minutos en cancha y tener una estadística de 0 en todo ).

    La mayor decepción es el entrenador. Está claramente sobrepasado y lo que es peor, está volviendo locos a los jugadores con tanto cambio de roles y parece que cada día se va cargando a un nuevo jugador. En vez de intentar generar confianza hace lo contrario y está desquiciando a los jugadores. En vez de mejorarlos los empeora.

    Está claro que la plantilla está mal diseñada, que hay muchos jugadores jóvenes y nuevos en ACB y que su nivel es bajo, pero es que todos están jugando por debajo de sus posibilidades y en esto el entrenador es el principal culpable.

    Muedra de momento como el año pasado está tardando demasiado en buscar soluciones a la plantilla que ha elaborado.

    Otra vez toca reconstruir el equipo en el primer mes de competición, pero ya están tardando porque aunque se ganara a Fuenlabrada este sábado, el equipo tiene múltiples carencias y algo hay que hacer para cambiar la dinámica del equipo. Cuanto mas tarde se realicen los cambios mas nos costará sacar la temporada adelante.

    Saludos !!

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