Entrevista a Javi Rodríguez, nuevo entrenador del Estudiantes: «El objetivo todos sabemos cuál es, pero ahora no tenemos el mayor presupuesto y la presión estará repartida entre tres equipos»

Javi Rodríguez comenzó esta semana la pretemporada al frente del Estudiantes, que iniciará a principios de octubre la andadura en la LEB Oro por segundo año consecutivo. El objetivo, se hable más o menos claro de él, es buscar el ascenso, el regreso a la ACB. No será sencillo pero está satisfecho con la plantilla que han reunido. Como jugador en su día de Breogán, Gijón, Manresa o Fuenlabrada ya conoció la presión de luchar por no descender o de ascender desde la LEB, cosa que logró en dos ocasiones. Así que sabe que es algo que penderá sobre el equipo colegial estos próximos meses, algo que ve natural.

Esta es su primera entrevista al frente del ‘Estu’ con la plantilla hecha y la preparación en marcha y nuestra web agradece al propio Javi y al club las facilidades dadas. Transmite ideas muy claras y convencimiento respecto a lo que pretende conseguir con este plantel, de cuyo potencial se muestra seguro.

-Estabas de ayudante en Bilbao y con la opción de seguir allí, pero te llegó la propuesta de Estudiantes, no sé si un poco por sorpresa.

Acabó la temporada en Bilbao y tenía que valorar las opciones. Al final soy un profesional de ésto. No soy entrenador de cantera o de larga trayectoria en un club. Me considero entrenador y eso puede ser ayudante o primer entrenador. Sabía que Bilbao Basket quería que siguiese y cuando parecía que iba a ser así, me llamó Pancho Jasen (responsable deportivo del Estudiantes). Me preguntó por mis planes, por si estaba dispuesto a coger el banquillo. Mi respuesta fue que vosotros sois los que tenéis que decidir. Es decir, condiciones mías no hubo. Si vosotros estáis convencidos de que yo soy la persona adecuada, adelante. Por mí ninguna exigencia, sólo que todas las personas que deciden estuvieran convencidas. Vine a Madrid, me reuní con Pancho y el presidente y todo fue muy rápido.

-No tuvo dudas pese a que era un momento complicado para el club, con una posible venta, una ampliación de capital y con la necesidad de reconstruir la plantilla contando con un presupuesto menor comparado con el verano anterior.

No, no, dudas ninguna. Sólo es eso, que todos confiaran en mí y luego ya estaba mi parte de decir a la familia que dejamos Bilbao, que hay que cambiar al niño mayor de colegio… El Bilbao Basket lo entendió y me dio todas las facilidades. Yo no veía riesgo ninguno, sólo hay ilusión, llego a un club muy grande y de gran tradición. Yo estoy encantado de tener esta oportunidad.

-Tuviste una larga carrera de jugador en diferentes equipos. ¿Ya pensabas entonces en ser entrenador? ¿El cambio mental de una etapa a otra o de ser ayudante a ser primer entrenador es muy grande?

Sabes qué pasa, yo tuve que retirarme de repente. Me rompí la rodilla y vi que ya no podía jugar al nivel que me exigía. Eso sí fue un gran cambio, cuando juegas no imaginas tener que dejarlo de repente. Tuve que decidir los pasos a dar, el baloncesto es mi vida y descubrí que ser entrenador era lo siguiente que quería hacer. Siento que es lo mejor en este deporte después de ser jugador. El Oviedo me dio la oportunidad de ser ayudante, luego primer entrenador, luego surgió la opción de Bilbao Basket… Ahora me llega esta nueva etapa y siento que llevo años preparándome para ello. Me gusta y me veo capacitado y desde luego con toda la ilusión. Para mí el cambio mental grande fue dejar de ser jugador, cuando lo eres, quizá no valoras tanto lo que es ser entrenador, todo el trabajo que conlleva, todos los detalles que dependen de ti en un club y en un equipo. Luego, empezar a ser entrenador es un aprendizaje, tener suerte de tener buenos maestros, como lo fue para mí Carles Marco o Alex Mumbrú. ¿Pasar al Estudiantes mayor exigencia o responsabilidad? Para mí no, yo me exijo mucho esté donde esté, mi profesionalidad es la misma en cualquier puesto. Estudiantes es un reto mayor que Oviedo, una exigencia más grande. Seguramente, pero la responsabilidad de liderar un equipo es la misma en cada club. Cambian los objetivos de un sitio a otro, pero no mi exigencia conmigo mismo.

-Esa palabra, objetivos. Me imagino que tienes asumido y hablado con Pancho Jasen y el club que os va a perseguir toda la temporada. Hay menos presupuesto, han bajado a la LEB dos equipos de gran nivel como Andorra y Burgos. Pero puede sonar a excusa, los aficionados os van a exigir estar peleando por el ascenso. ¿Es una presión que te preocupa, porque el año pasado afectó mucho al ‘Estu’?

(Asiente un par de veces antes de contestar). Lo primero es que lo del presupuesto es una realidad, pero no puede ser una excusa. Cuanto más presupuesto, más opciones a priori de fichar mejores jugadores. O más caros, veremos si mejores que los que fichan otros. Eso se verá luego. Pelear por el ascenso o no dependerá luego de varias cosas, pero la nuestra principal es hacer el mejor trabajo posible cada día, cada semana. Tampoco podemos obviar que somos Estudiantes y no admitir que el objetivo es el que es. Pero también nos puede ayudar ver que ahora la presión no la tiene sólo Estudiantes. El año pasado era así, el favorito, el que se esperaba que subiera y tenía el presupuesto mayor era este club. Era una presión que tenían. Yo he jugado en ACB muchas veces por no descender y eso sí que es duro, eso sí que es presión.

-Es decir, ahora esa presión va a recaer en más equipos pues Andorra o Burgos están pensando sí o sí en subir.

Hay más presupuesto en otros dos clubs y su objetivo claro va a ser ascender. Cuando tienes un presupuesto alto en ACB, desciendes cuando no lo esperabas, pues vas a intentar volver cuanto antes. Así que esa presión también existe para ellos. Digamos que no sé en qué porcentaje para cada uno, podríamos pensar que de un 33 por ciento para cada uno, y eso debe ayudarnos. Las expectativas son ascender, pero quizá las tengan más otros. Por otro lado, la presión no me asusta. A mí me parece que es algo natural a tu profesión. Si no aguantas mentalmente luchar por ganar o por la permanencia, no puede jugar a nivel profesional como un cirujano si le da miedo realizar una operación no puede ser médico. O ser piloto de un avión si no asumes la responsabilidad de llevar un grupo de personas a tu cargo. Cuanto mejor entrenas y confías en el grupo, en tus compañeros y el entrenador, mejor preparado estás para jugar y soportar la presión. Y luego están las expectativas, que a veces no dependen de ti mismo. Lo que se diga fuera, las encuestas, las redes sociales… Nosotros debemos estar centrados en nuestro trabajo, saber que habrá momentos buenos, otros malos, que los de arriba perderemos partidos, que la liga va a ser complicada y que la temporada será larga. Si aceptamos todo esto, podremos tener un año más sosegado de lo que quizá fue el anterior.

-Esta liga es más difícil de lo que parece, no se asciende en diciembre o en febrero, hay que saber llegar bien a marzo-abril o a los playoff.

Exactamente, la temporada es larga, hay muchos partidos por delante. Siempre hay altibajos, no va a ser un paseo para nadie. Nosotros lo sabemos. Confianza, calma, confiar en la plantilla que hemos hecho… El año pasado, quizá visto desde fuera, era mi impresión, y pasa en muchos equipos a todos los niveles, hay que tener clara una cosa: una victoria es una victoria, no hay que menospreciarla nunca. En la LEB no se gana fácil, no puedes aspirar a ganar de 30 por tu presupuesto o pensar que estás mal por ganar por uno en una salida. No, es una victoria, hay que valorarla, ya corregirás cosas para el siguiente partido pero tienes una victoria más en tu camino hacia el objetivo, el que sea. Siempre hay que respetar la competición, los rivales, lo que te juegas y lo que cuesta ganar.

-Todo ello además en una temporada donde aparte de los tres favoritos hay otros buenos proyectos como Leyma Coruña, Palencia, Alicante, etc.

Claro, por eso hablo de respetar la competición y a cada equipo. Que haya tres teóricos favoritos al ascenso, tres que tenemos esa presión, no me engaña, no creo que seamos los únicos candidatos a lograrlo. Hay otros equipos que legítimamente pueden pensar que tienen plantilla para pelearlo. Y se pueden aprovechar de que no tienen de inicio esa presión. Ojo, yo las dos veces que ascendí como jugador lo hice quedando quinto en la liga regular y ganando eliminatorias de playoff. Ahora el formato es distinto, vale, sube uno directo y el otro en una Final Four tras una eliminatoria de cuartos de final. Pero si hay que jugárselo en un playoff y Final Four, hay que estar preparado para disputarlo, da igual cómo haya sido lo anterior.

-Supongo que también entiendes que habrá una lupa mirándote a ti, sobre todo al principio. Eres un entrenador bastante joven, tu nombramiento causó cierta sorpresa en parte de la afición…

Creo que la experiencia está muy bien, lógicamente, pero esto va de ser bueno o no. Se lo he dicho a los jugadores el primer día, te he fichado porque eres bueno y confío en ti. A mí me da igual que tengas 30 años, 35 ó 19. Yo quiero jugadores buenos, que trabajen, que aporten al colectivo. No miro tanto la veteranía. En cuanto a mí, me eligieron, confían en mí y eso es lo que me vale. Me toca demostrar ahora si soy bueno o no para este cargo. Si sólo se busca experiencia nunca se habría dado paso a esos grandes entrenadores que hay ahora y que en su momento eran novatos o técnicos ayudantes.

-¿Qué tipo de plantilla habéis buscado construir? Comparado con el verano pasado, se ve una línea de fichajes y de polivalencia distinta.

Yo tenía dos ideas claras, una es que quería jugadores con mucha hambre. Ojo, no digo que los que estaban antes no la tuvieran, lo dejo claro de antemano. Pero quería que tuvieran un hambre especial. Nuestra media de edad no llega a los 25 años. Gente que trabaje en el día a día, con muchas ganas de mejorar. Soy exigente y me gusta entrenar duro. Eso que pido no significa que sólo lo tengan los jóvenes, se puede tener 31 años o casi 40 y tener muchas ganas de mejorar. Luis Scola se fue con 40 cuatro meses a entrenar a un retiro el año pasado para preparar los Juegos Olímpicos.

Lo segundo es fichar jugadores buenos. Me preguntan, ‘oye, cómo vas a jugar’ y yo respondo ‘dame jugadores buenos’ y a partir de ahí vais a ver cómo quiero que juegue este equipo. Con buenos jugadores que se vean con margen de mejora es como está hecho el equipo. Estoy muy satisfecho con la plantilla. Y asociado a esto, la experiencia dice que se sube con jugadores que hayan ascendido previamente y hayan conocido lo que se sufre para conseguirlo. Así tenemos a Larsen, Leimanis, Jawara y Demetrio.

Son siete fichajes y salvo los dos bases, los otros cinco en principio pueden hacer dos posiciones, como también tres de los canteranos, Alderete, Sola y Rubén Domínguez.

Si miramos los siete fichados, una idea inicial, aparte de esa polivalencia y calidad, es que sean buenos chicos y buenos compañeros. Gastamos mucho tiempo Pancho y yo en analizar eso. Yo hablé con cada uno de ellos para transmitirles lo que quiero y busco. Yo logré dos ascensos desde la LEB y en ambas ocasiones recuerdo que éramos un grupo humano unido. Tanto en Gijón como en Manresa pasamos momentos malos durante la temporada pero salimos adelante. Nos respetábamos mucho y al entrenador también.

Luego en los que hemos traído pues buscamos hacer la plantilla lo más compensada posible y como lo normal es que pueda haber lesiones durante el año, esperemos que pocas y que ninguna sea grave, pues esa polivalencia nos viene bien para cubrirnos ante alguna ausencia. Buscaremos que haya una competencia sana entre los doce, yo no soy de regalar minutos o de garantizar 25 a un fichaje. No, los minutos se los gana cada uno entrenando y jugando bien. Claro, luego algunos jugarán más o menos porque serán más de rol. Pero todo puede variar con el paso de los meses si uno mejora su rendimiento y otro lo baja.

-A partir de ahí, con estos 12 jugadores, esas ideas generales sobre los fichajes, la polivalencia de la mayoría de tus piezas, ¿qué juego quieres hacer o esperas conseguir en unos meses?

Está claro que cuando confeccionas la plantilla, lo haces acorde a unas ideas. Me gustan las defensas agresivas, jugar con mucho ritmo, defensa, rebote y correr si es posible, con focos claros en ataque… Ser siempre competitivos en la cancha, entiendo que me conocían y que sabían que me gusta eso cuando me fichan. Además, he jugado cien veces ante esta afición como rival y creo que sé el tipo de equipo que les gusta y el que vamos a intentar construir.

-Curiosamente, tanto el año pasado como en otras ediciones, al final suben equipos que supieron reforzarse bien con la temporada pasada. El Girona es un buen ejemplo de ello. ¿Están preparados para esta posibilidad, con margen presupuestario para ello?

Tienes razón, es algo a valorar. Yo creo que un equipo profesional no está cerrado nunca. Es muy obvio en la ACB y también pasa en la LEB. A nosotros nos encantaría que todo vaya rodado y poder tirar todo el año con estos doce, pero puede que no sea así y claro que debemos estar preparados para cualquier circunstancia o lesión. Pero también si luchas por la permanencia, no sólo para subir.

-¿Cómo vives la presencia de cuatro canteranos, tres jóvenes y Adams Sola con alguna temporada más a sus espaldas, en esta plantilla de doce? ¿Lo aceptas como parte de lo que es la filosofía de este club?

¿Están en el roster? Sí, entonces es que están capacitados para estar. No es que lo acepte, es que creo que están preparados. Si no creyese en que lo están, estarían con nosotros pero igual con otro rol o yo habría tenido discrepancias con el club. No ha sido así, a partir de aquí, yo no miro la edad. Serán cuatro como los demás y se tendrán que ganar los minutos.

-Lo decía sobre todo porque con los jóvenes a los entrenadores de los primeros equipos cada vez os toca más ser en teoría profesores para completar su formación dado lo difícil que es para los chavales hacerse un sitio viniendo de las categorías inferiores. Y más en este club, que se les dé espacio y que luego se ganen ellos sus minutos es algo esperable. Pero también que haya paciencia con ellos puesto que se ha invertido en su formación.

Es un problema, está claro. Se ganan muchas medallas con las selecciones de categorías inferiores y luego ves cuántos están llegando a la ACB y son pocos. Es un debate complicado. ¿De quién es la culpa? No lo sé, sí pienso que nosotros somos entrenadores profesionales, no de formación. Yo hago técnica individual con ellos y me gusta enseñar, en pista y fuera de ella. Me encanta dar herramientas a los jugadores, sean más jóvenes o más mayores, para que luego se desenvuelvan mejor. Pero al entrenador de un primer equipo se le mide por los resultados y objetivos, no somos equipos de formación sino equipos profesionales. En este club están ahora mismo las dos cosas, hay un objetivo de regresar a la ACB y de contar con jugadores que vienen de las categorías inferiores. Ojalá vayan bien las dos cosas pero yo tengo que tratar igual a todos, sean canteranos o no. No puedo garantizar minutos a nadie ni victorias, sí que vamos a trabajar duro por ese objetivo que entiendo principal de intentar ascender con estos doce jugadores. Si fuera un entrenador sub 20, los objetivos supongo que serían otros.

Por último, ¿qué mensaje le lanzas a esa afición que el año pasado apoyó al equipo con miles de personas acudiendo al pabellón ilusionándose con que la pesadilla del descenso vivido se revirtiera en un año y luego no fue posible?

Que sigan viniendo, que venga más gente aún. Que sean justos con nosotros, si tú transmites trabajo y entrega, seguro que lo serán. Esto es deporte, yo voy a exigir a mis jugadores que den el cien por cien. Luego la cancha te pone en tu sitio pero si tú lo das todo en la pista, el público lo nota y agradece. Tenemos que lograr que el club y la afición se sientan orgullosos de nosotros. Que nos apoyen en los momentos buenos y en los no tan buenos.