La junta extraordinaria de accionistas que ha celebrado esta noche el Joventut ha servido para que el consejo de administración, que preside Juanan Morales, exponga la conocida y difícil situación que atraviesa la entidad. Sobrevolaba la opción de disolver la histórica entidad verdinegra por la falta de recursos económicos para pagar el convenio firmado con Hacienda el pasado año, a la plantilla y a los trabajadores del club.
Pero los accionistas han votado masivamente contra esta opción. La directiva seguirá trabajando para conseguir los recursos necesarios para la supervivencia económica, que pasan por desatascar las dos partidos que reciben de ayuntamiento, casi 1,8 millones netos de euros.
Sin ellos, no pueden afrontar los impagos y la deuda. Morales explicó que «la Penya tiene un problema de tesosería más que económico». Es la falta de liquidez que atribuye a esa falta de cobro de lo comprometido por el Ayuntamiento de Badalona.
Esperan presentar pronto el aval prometido para la partida de 800.000 euros y la justificación de cómo se gastó la de 950.000 que ha recibido la Fundación vinculada al club verdinegro en el pasado para seguir cobrándolos.
Una vez que se ha votado por no liquidar la sociedad anónima que sostiene al Joventut existe un plan de viabilidad más arriesgado para el futuro: la venta del club. Morales indicó que tienen tres propuestas para ello.
Eso sí, sólo irían por esta vía siempre que se garantice el mantenimiento del modelo de club que caracteriza a la Penya y que seguirá radicado en Badalona.