La selección española derrotó este lunes a Turquía (74-58) en el cierre por ahora de esa mala idea que son las ‘ventanas’ FIBA. No parece que vayan a desaparecer pese a no funcionar ni a nivel competitivo ni como espectáculo ni entre la inmensa mayoría de los aficionados, que no entienden estos partidos oficiales mientras los NBAs y los jugadores en la Euroliga no acuden con sus selecciones.
Scariolo debería ser ahora justo y que al menos dos jugadores de los que han logrado la clasificación para el Mundial vayan a China en septiembre. El tercer base, Quino Colom, y un exterior, Jaime Fernández parece el más experimentado dada la juventud de Brizuela y la pésima temporada de Abalde y Sastre.
Turquía llegaba clasificada, como España, y no se esforzó en demasía en este último partido. La selección empezó muy entonada (25-16), tenía un 47-36 al descanso y la diferencia subió sin problemas a los 17 puntos en el tercer periodo. Pudieron jugar así los 12 convocados y debutó Pere Tomás como lo hizo Alocén el pasado viernes. Buen partido de Vicedo y Brizuela.
España (25+22+12+15): Colom (7), Brizuela (16), Abalde (10), Llovet (4), Sebas Saiz (10) -cinco inicial-, Beirán (5), Vicedo (13), Arteaga (2), López-Arostegui 5), Pere Tomás (2), Ventura y San Miguel.
En este mismo grupo, billete mundialista para Montenegro, que perdió por 74-80 frente a Letonia aunque habían ganado por nueve en la primera vuelta y eso fue decisivo para dejar fuera a los letones.