Digamos de entrada una vez más que las selecciones son lo más importante de este deporte NBA al margen. También que la ampliación de calendario de la Euroliga y su tozudez han agravado el problema de las ‘ventanas FIBA’, en sí misma una mala idea. Pero con un calendario más descargado, no serían una tan desastrosa.
A partir de ahí, pues ya lo hemos visto de viernes a domingo: en Europa hay 15 selecciones competitivas y todos sabemos cuáles son y 17 comparsas. El aficionado local holandés, serbio, francés o estonio ha podido ver a su selección en un partido oficial y no en un amistoso de preparación, algo que para la FIBA era muy importante al parecer.
Pero lo que desde luego ha visto son muchos partidos flojos, muchas palizas y victorias claras de las más fuertes. También muchos partidos con mil aficionados en las gradas. O con 2.000 ó 3.000. Hubo 5.000 para ver a Finlandia o Lituania. Dicen que en Burgos había 7.500 para el España-Eslovenia, yo creo que había menos pues los huecos en el Coliseum eran muy apreciables.
Asimismo, a Francia, Serbia, Grecia o España les vale con su selección B para ir ganando. Pasarán a la siguiente fase sin problemas.
Sergio Scariolo volverá a convocar a los mismos en la ventana de febrero. Entrarán Beirán y Aguilar si no están lesionados y seguirá sin los de la Euroliga pues no parece que habrá acuerdo entre ambas partes salvo que la imponga la Comisión de la Competencia de la Unión Europea.
Tampoco necesita el seleccionador a los mejores para ganar a Montenegro y Bielorrusia en febrero. La calidad y compromiso de los que ha convocado la pasada semana ya se ha percibido. Deberían lograr dos victorias más y asegurar así el pase a la segunda fase, que tiene más miga.
En junio ya podrá tener a los españoles en la NBA. También a los de la Euroliga, al menos a los que no estén en la final de la Liga Endesa, que acabaría el 23 de junio. El primer partido de España está fijado para el 26.
Una chapuza de fechas a la que hay que unir dos factores más: como la concentración previa es de una semana o poco más el seleccionador tendrá que escoger jugadores que habrán dejado de competir a finales de abril (los que no entren en playoffs de la NBA), otros a primeros de mayo (los que caigan elimiandos pronto si se meten) o hacia el 20 de ese mes, cuando acaba la liga española para dar paso a los playoffs. Jugadores que estarán de vacaciones y sin ritmo junto a otros que puedan haber llegado a la final de Conferencia de la NBA o a semifinales de la ACB y estarán con mucho ritmo.
Si España gana sus primeros cuatro partidos, convocar en junio a Marc Gasol dos meses después de acabar seguramente su temporada no tendría mucho sentido. En septiembre ya será otra cosa: empezará la segunda fase con cuatro grupos de seis selecciones cada uno. Las tres primeras de cada grupo, al Mundial 2019.
Eso sí, como en junio o septiembre se lesione de gravedad alguna estrella de la NBA tipo Schroder, Gallinari, Jokic o Antetokounmpo en las ventanas, el conflicto con la NBA y el acuerdo actual a ver cómo queda.

