El Barcelona estaba por los suelos, dando una pésima imagen y caminaba hacia el desastre en el minuto 34. Estaba 14 abajo y con apenas 44 puntos metidos en esos 34 puntos. El Unics Kazan tenía la victoria en la mano. Pero llegó un increíble parcial de 5-25 y el equipo azulgrana venció por 63-69.
Dentro de un mes sólo se recordará el triunfo, pero no conviene olvidar que se jugó mal más tiempo que bien. Que el Unics dio muchas facilidades en esa remontada al olvidarse su entrenador de hombres clave para estar 58-44, caso de Langford y Latavious Williams. Rice, Doellman y Navarro salieron al rescante. Pero qué mal se ve a Dorsey y Perperoglou y Eriksson no consigue salir del cascarón. Pau Ribas y Koponen darán más al perímetro, pero en la pintura hay un grave problema.
El Barça estuvo casi toda la primera mitad por delante en el marcador con pequeñas diferencias. Tras el 21-23 del primer cuarto, en el segundo cundió el desacierto en ambos bandos. Recuperó la puntería el Unics y por eso primero empató el choque y luego cogió a su vez mínimas rentas hasta el 36-34 al descanso. El 6 de 8 en triples del conjunto ruso tapaba el pobre 8 de 25 en tiros de dos. Los azulgrana lanzaban igual de mal de dos y peor de tres tras el acierto en los primeros minutos.
El equipo de Bartzokas siguió seco en el tercer periodo, con apenas 9 puntos en este tramo tras los once del segundo. Escasa anotación producto de fallos continuas, varias pérdidas de balón absurdas y desastrosa defensa. El 58-44 a seis minutos de la conclusión encendió todas las luces de alarma.
Un parcial de 0-7 dio esperanzas. Respondió Langford pero un 0-13 destrozó al Unics. El tercer triple de Navarro lo cerraba y eran 8 puntos clave del capitán en este parcial. Doellman aseguró el triunfo a 34 segundos del final con el equipo local tirándose de los pelos por su debacle.
Barcelona (23+11+9+26): Rice (5), Oleson (4), Claver (3), Doellman (23), Tomic (13) -cinco inicial-, Navarro (13), Perperoglou (-), Dorsey (3), Peno (2), Vezenkov (3) y Eriksson (-).