Desde abril se escuchaba en el mundillo del basket español que Pedro Martínez no seguiría en el Valencia Basket tras dos años como entrenador taronja. Acababa contrato y no le ofrecerían la renovación. Hasta ahí algo lícito y natural en los ciclos que vive cada club aunque las formas han podido ser mejores.
Las desavenencias de Pedro con Paco Raga, directivo y amigo íntimo de Juan Roig eran conocidas. Las discrepancias con Chechu Mulero, director deportivo, también. Lo curioso es que Mulero empezó a buscar entrenador en marzo, en plenas semifinales de la Eurocup.
Es decir, no parecía tener mucha fe en lo que lograra su entrenador. Se les escapó in extremis el título de la Eurocup pero ganaron el de la Liga. En varias entrevistas ha dicho en las últimas semanas que Pedro Martínez es el responsable de lo que han logrado… cuando ya tenía decidido que no le renovarían. Estaba en su derecho pero suena cínico.
A partir de ahí, Mulero decidió que Txus Vidorreta sería el sustituto y ha firmado por una temporada. Se anunciaría al concluir la campaña una vez finiquitada la etapa de Pedro, que acabó este lunes con una reunión con el club en la que estuvo muy claro que no había posibilidad alguna de renovación pues el Valencia no la deseaba y el técnico tampoco se veía otro año así.
Una vez fuera del club, Pedro Martínez dio explicaciones: «Era algo esperado. Hace unas semanas tuve una conversación con Chechu Mulero (director deportivo) y le dije que, viendo determinadas relaciones y sensaciones con el club, pensaba que mi ciclo se acababa al final de la temporada y así quedamos en aquel momento».
Pedro Martínez señaló que dio ese paso al final de la liga regular porque «era lo que pensaba entonces», porque quería «darle al club la información para que obrara en consecuencia y por ser sincero con Chechu, con el que siempre he tenido una relación de confianza».
«Luego, con los resultados, me han entrado las dudas porque entrenar a este grupo es muy motivante y estaba dispuesto a reconsiderar la situación, pero el club ha decidido que no, que se ha acabado, y eso es algo que acepto con profesionalidad», señaló.
El técnico ahondó en las causas que le llevaron a comentar que no quería renovar y explicó que después de perder la Eurocup entraron en una dinámica «diferente y más negativa» y notó «que la comunicación era menos fluida y que se había roto la confianza».
«La vida es así y los resultados nos hacen tener una determinada percepción de las cosas», señaló a EFE el entrenador, quien añadió que percibía una «sensación de deterioro».
«Después, cuando me lo replanteé, el club dijo que la situación ya no era reconducible», resumió Martínez, quien destacó que le sabe «muy mal» no seguir entrenando a este grupo, pero que asume su decisión inicial.