El sabor amargo de la derrota dejó destrozado el vestuario taronja. Pedro Martínez dijo tras el batacazo que «ha sido un partido muy duro, nos ha costado entrar. Luego hemos tenido momentos buenos, lo teníamos donde queríamos pero hemos entrado en colapso, no hemos sido capaces de anotar algunos tiros buenos. El baloncesto es anímico y hemos tenido un momento muy malo en el último cuarto y al Unicaja le pasó lo contrario».
El técnico admitió que le cuesta «encontrar las razones» pero dijo que al fallar algunos tiros en el inicio del ultimo cuarto se juntó con algo de cansancio que provocó que el Unicaja les castigara con algunas acciones fáciles. «Y todo eso va restando confianza», señaló.
Pedro dijo estar «decepcionado por haber perdido y triste por los jugadores, que estaban muy afectados, y también por la afición, pero así es el deporte profesional y hemos de empezar a pensar en el siguiente encuentro».
Finalmente, el entrenador pidió: «No hemos de buscar ni culpables ni explicaciones más allá de que ellos han estado más acertados en el último cuarto». «Tenemos que animarnos, no podemos pensar que todo es un desastre. Entiendo la decepción pero espero que no dure mucho tiempo», concluyó Pedro Martínez.
Entre sus jugadores, San Emeterio decía que «se nos ha escapado (el título), estábamos bien pero se nos ha ido. Tendremos que analizar qué ha pasado, se nos ha cerrado el aro y no hemos podido rematar un partido que teníamos controlado».
Joan Sastre reconoció que es «muy duro, es la segunda final que perdemos esta temporada y está bien llegar a finales pero si las pierdes son golpes muy duros, costará recuperarnos pero nos queda mucha liga por delante».
Sastre añadía que «simplemente han estado más acertados que nosotros. Hemos hecho buenos tiros pero no han entrado y si no entra la pelota es difícil. No sé por qué, puede que haya sido la presión. Lo único que podíamos hacer era ir a por el rebote a muerte y lo hemos hecho pero no ha sido suficiente».
En el Unicaja, Joan Plaza indicó que “no hemos bajado la mirada, no se ha dejado de creer. Con la salida de Omic parecía que todo se hundía. Hemos llegado a estar trece abajo, pero hemos sabido darle una vuelta de tuerca porque tienen dos cojones y creen en lo que hacemos».
Plaza analizó la trayectoria de su equipo en una temporada europea difícil que ha desembocado en un título y el billete para la próxima Euroliga. “Esto se veía como una montaña muy alta. No hemos querido ver la montaña; solo un montón de rocas y las hemos ido escalando una a una. La Euroliga es un premio extraordinario para cualquier equipo. Pero un título como este no se gana todos los días. Tenerlo habla mucho y bien de este grupo humano”, señala.
Sobre la remontada de su equipo en el último cuarto, Plaza destacó que “en un tiempo muerto he visto que aún seguían vivos. Así que hemos utilizado la baja de Omic para que todos dieran un paso adelante. Hemos hecho algún cambio táctico para confundir… Y ha salido bien”.
Jamar Smith explicaba que la clave había sido “no rendirse. Es lo único que hablamos ayer. Es lo único que hablamos en el último cuarto. Es lo único que hemos hablado en toda la temporada. No nos rendimos… Y ha dado resultado”.
«Ha sido algo increíble, es algo que todo el mundo sueña de conseguir con tu club y con tu gente. He llorado porque es algo que estaba soñando y estoy muy contento. Nuestra filosofía es no rendirse nunca hasta el último segundo y nuestra gente y toda Málaga se lo merece y creo que no podíamos rendirnos», señaló Alberto Díaz.
