Tras la dimisión de Pablo Prigioni y la llegada de Pedro Martínez al banquillo del Baskonia, derrota en casa contra el Zaragoza. Un nuevo varapalo para un equipo desquiciado este mes de octubre.
Han sido apenas dos victorias en seis jornadas de la Liga Endesa y cuatro derrotas en los cuatro encuentros disputados en la Euroliga.
Nadie pensaba algo así tras aquel buen debut en el Palau en la primera jornada cuando estuvieron 35 minutos por delante y cayeron a última hora pese a jugar con cuatro importantes bajas.
Prigioni quería una defensa muy difícil de aplicar y coordinar, con cambios automáticos en cada hombre. Todo ello con bajas y con jugadores que llegaron tarde de jugar el Eurobasket.
El Baskonia encaja nada menos que 84,5 puntos de media en la Liga. el tercero que más entre los 18 equipos. El Iberostar, sólo 68 y el Fuenlabrada, 74.
En ataque, 82 de media con un pobre 31 por ciento en triples, igualmente de los peores de la Liga. De los dos triunfos, uno sobre la bocina con canasta de Beaubois en casa y remontando 15 puntos al Gipuzkoa Basket.
Poirier y Timma no han funcionado, entre los fichajes, y Voigtmann ha estado lejos del jugador que fue el pasado año. Con McRae y Garino lesionados aunque ya recuperados, el equipo baskonista debería mejorar sus porcentajes. Además, Timma, mejor rodeado y sin un rol de primer espada también debería crecer.
En Euroliga encajan 77 puntos de media pero metiendo apenas 66,7, lo que impide competir. En este caso, con un terrible 28% en acierto en lanzamientos de tres. Perdiendo más de 12 balones por encuentro y robando apenas 5. En rebotes 30 de media por partido, el decimoquinto de 16.
Por tanto, defectos de todo tipo. Pedro Martínez quiere un fichaje, de entrada parece que en el juego interior. Un cuatro que dé descanso a Shengelia y que deje a Voigtmann más como cuatro y medio.
El nuevo entrenador dice que «hay que defender mejor, atacar mejor y que no todo sea psicológico. Tenemos muchos problemas y por eso no ganamos, pero ahora toca entrenar y levantar la cabeza».
