Por sexto año consecutivo el Obradoiro garantiza su presencia en la liga ACB. No ha sido un curso sencillo para el equipo comandado por Moncho Fernández. La lesión de Alberto Corbacho en el primer partido de la temporada supuso un duro golpe a la línea de flotación del equipo. Si a ese revés le sumamos una epidemia de lesiones a lo largo de la temporada de la que sólo se libraron Yusta, Bendzius y Pustovyi, tenemos el cóctel para un año sufrido con final feliz, del que hablamos con su entrenador en esta entrevista de nuestro compañero Pablo González.
Un año más tuvisteis unos de los presupuestos más bajos y habéis logrado la permanencia. ¿Qué sensaciones te quedan después de esta temporada?
La mente humana es muy inteligente e inmediatamente sólo se queda con lo bueno y tiende a arrinconar lo malo. Entonces, lógicamente, me quedo con la sensación de alegría, del deber cumplido. Tras una temporada llena de problemas, de baches en el camino, hemos sido capaces de sacarlo adelante. Esa es la sensación fundamental, la que se impone por encima de las demás. El ver a la gente feliz, el ver a los jugadores comprometidos hasta el último momento y el ver que Santiago sigue teniendo una base sólida para tener un proyecto en la ACB porque la gente quiere, los sponsors quieren y que en todo momento todo el mundo se vuelca.
Se ha hablado siempre de las complicaciones que habéis tenido por lesiones, empezando por la de Corbacho a los 4 minutos de arrancar la temporada. ¿Ha sido sólo cuestión de infortunio o algunas dificultades también se pueden achacar a ciertos fallos de planificación?
Creo que hemos tenido un gran acierto de planificación en tener el número de cupos que teníamos, que nos permitió ante la lesión de un cupo fundamental como era Alberto, poder buscar en el mercado comunitario un jugador. Eso creo que es un acierto de planificación. Creo que lo de Rosco, lo Shayne, lo de Pechacek, lo de Pepe, lo de McConnell…si eso no es infortunio… Pero si te fijas, exceptuando una de ellas, son todo lesiones traumáticas. De todas formas, con Alberto estando bien, con Txemi estando bien y sin haber tenido los problemas que tuvimos, estoy convencido de que hubiera sido una temporada muy dura para el Obradoiro como es todos los años porque compites con grandísimos equipos en esta liga y este año que además había un equipo menos. Yo creo que a la hora de valorar las cosas hay que valorarlas desde nuestro presupuesto, que además ha sido, como te he dicho, volteado claramente por el tema de las lesiones. Creo que si no hubiéramos planificado bien ese número de cupos y el tener dos jugadores sub-20 como teníamos, pues posiblemente hubiéramos tenido más problemas. Yo creo que es un éxito de la dirección deportiva, del Director Deportivo. La gente se olvida y no pone en valor, sobre todo desde fuera, lo que significa no tener ayudas públicas o un régimen fiscal que te favorece. Prácticamente el 100% del presupuesto de Obradoiro viene de sus sponsors, de la ayuda privada y de lo que pagan sus abonados. Eso es lo que hace súper meritorio este proyecto.
Cuando peor iban las cosas, con el equipo en descenso, va el club y anuncia tu renovación por dos temporadas. ¿Cuánta importancia tuvo ese apoyo del consejo para la salvación del equipo?
No lo sé, porque es inmedible. Yo creo que nadie puede medir eso. Lo que te puedo decir es lo que yo pienso. A mí, en todos los años que llevo aquí, que son siete, en los peores momentos siempre he sentido el calor del Consejo de Administración, del club…te diría más, incluso de los jugadores. En ese aspecto no soy yo quien tiene que opinar o medir esto, pero lógicamente agradezco enormemente la confianza dada por el club. Pero creo que fue más importante que Dulkys metiera canastas, McConnell repartiera asistencias y que Artem pusiera tapones e hiciera mates, que mi renovación.
¿Llegaste a sentir el peligro de una destitución en algún momento?
Cuando tú escoges la profesión, digamos de cocinero, tienes que tener claro que algún día te vas a cortar un dedo, es así. Te cortas, eso forma parte de tu trabajo, son riesgos propios, como si eres bombero es posible que te quemes. Pues en el caso del entrenador es lo mismo. La cuestión de que te puedan cesar está siempre ahí. Si tú vives pensando en eso pierdes el foco en lo principal, que es entrenar al equipo, prepararlo y formarlo. Somos un equipo que siempre está peleando en puestos difíciles, que puede encajar varias derrotas consecutivas…Por eso, el día en que me dedique a pensar en si me echan qué voy a hacer, estaré perdiendo el foco de lo realmente importante. Lo cierto es que no lo hago. ¿Que sé que eso es puede ocurrir? Sí, pero como ocurren en el caso de un periodista que cierra su medio y se quede sin trabajo. Si estás pensando en eso, no estás haciendo bien tu trabajo. Ese riesgo siempre está ahí presente. Yo lo que te puedo decir es que soy un tío muy muy optimista, siempre pienso que va a ir bien.
Al final se demuestra que la paciencia es una virtud en esta ACB. Para muestra lo sucedido con Ocampo en Joventut y los casos contrarios en Betis o Zaragoza ¿no?
Yo creo que decir que Joventut y Obradoiro se salvan por mantener a Moncho y Diego, que el Betis desciende y Zaragoza las pasa canutas hasta el último momento por haber cortado a los entrenadores es un análisis que se queda corto. Hay muchos factores para que las cosas hayan salido mejor o peor. Lo que sí creo, y esto es la opinión de Moncho Fernández, cuando el ganar o el perder está en los detalles y en cosas pequeñas, a veces la paciencia es una virtud. Igual que te decía ahora que no creo que el mérito en conseguir las victorias o la salvación sea del entrenador sólo, que es de mucha gente, pues igual pasa con las derrotas. No sólo compete a los entrenadores. Entonces yo creo que cuando se toman decisiones de tanto calado, te sale a la cabeza el proyecto deportivo. Tienen que ser muy meditadas, analizando los factores y demás. Pero esto es una opinión particular. Y por supuesto, no estoy diciendo con esto que no lo hubieran hecho en Sevilla o en Zaragoza, no soy yo quien lo tiene que decir ni mucho menos. Ya te digo que creo que las cosas hay que verlas con calma y analizarlas. Es igual que cuando hacemos un análisis del típico partido que pierdes en un tiro libre al final. Si tú crees que has perdido solo por fallar ese tiro libre eres un cegato. Tienes que analizar que ha ocurrido todo el partido para en lugar de ganar por uno, haber ido ganando por tres y entonces es tiro libre no tendría tanta importancia. Los análisis no pueden ser tan estrechos de miras, si me permites la expresión.
En Santiago eres un símbolo, casi una parte más del patrimonio de la ciudad. El mérito de sacar adelante los objetivos temporada a temporada se reconoce fuera de la ciudad. ¿Os gustaría demostrar en la liga que sois mucho más que ese binomio Obradoiro-Moncho Fernández y podéis afrontar otros retos en otros lugares? ¿Cuándo crees que podría darse ese caso?
Todo el mundo dice que la liga Endesa es la segunda mejor liga del mundo, después de la NBA, al menos lo dice mucha gente. Lo que no cabe duda es que es una liga importantísima, durísima y dificilísima, en la que entrenan 17 entrenadores o 17 cuerpos técnicos y nosotros somos uno de esos. Entonces creo que estamos en una posición privilegiada. Y lo que quiero decir con esto es que yo estoy muy feliz donde estoy. Para el mí el deporte profesional es presente, presente, presente. Yo creo que lo que hay que hacer es centrarse en el presente, disfrutarlo, porque hay gente que nunca está contenta con lo que tiene. Yo soy una persona que disfruta mucho con lo que tiene, porque me siento un privilegiado, como te decía. Y lo que tenga que ser será. Pero yo ahora mismo solo estoy preocupado por ser el mejor entrenador posible para el Obradoiro. Si a mí hace 20 años me dices: “Oye voy a hacer el camino de Santiago con Nikos Galis” y me diría el otro: “Ya, ya, y entrenando al Obradoiro en ACB”. Pues parecería de locos, pero es lo que ha ocurrido hace 2 días, por ponerte un ejemplo. Entonces lo que tenga que ser pues será. Esté Moncho, Víctor y Gonzalo y todos los demás, o cada uno en otro sitio. Lo que tengo claro es que los miembros de mi cuerpo técnico son buenísimos y podrían entrenar en baloncesto en cualquier nivel.
Y con las vacaciones a las puertas…¿Qué Obradoiro vislumbras para el año que viene?
Lo primero es ver como acaban las situaciones de la gente que tiene contrato y que tienen opciones de quedarse, seguir o salir. Todavía es tan pronto para eso (la planificación), que podría hablar de que espero un Obradoiro como el de siempre, en el que al final el colectivo predomine sobre lo individual, con sentido solidario del juego, la lucha, el esfuerzo, eso es lo que espero del equipo. ¿Ponerle nombres y apellidos a esto? Creo que ahora no es que estemos en una fase embrionaria, es que el óvulo aún no está fecundado.
Hablas de que el primer paso es decidir qué hacer con gente con contrato vigente y jugadores que aún no se conoce su continuidad como McConnell, ¿te gustaría que siguiese?
Hay muchos que me gustarían que siguiesen, claro que sí. Pero hay que analizar un montón de aspectos. Estos días han sido días de mucho ajetreo, la liga terminó hace muy poco y ha habido un montón de actos del club. No he tenido el número de reuniones que solemos tener con el director deportivo y bueno, cuando las tengamos y analicemos lo que ha pasado, lo que hemos hecho bien, lo que hemos hecho mal y las situaciones, pues entonces lo pensaremos. Yo creo que hablar ahora de nombres no tiene ningún sentido porque no existen, no hay.
Canon sí, canon no, los grandes apretando por reducir el calendario, el GBC anunciando medidadas legales…¿cómo ves el futuro de la ACB? ¿El modelo actual está condenado a morir?
Yo creo que doctores tiene la iglesia, siempre digo lo mismo. Y hay gente que sabe mucho más que yo de esto a la hora de hacer análisis si está bien o si está mal. Yo, lo que te puedo decir, es que veo pabellones llenos de gente, que España es una país en el que el basket es un producto que vende, a la gente le gusta el baloncesto, llena los campos y ahora llega la época del playoff que es una de las épocas más seguidas. ¿Qué puede ocurrir? Pues no lo sé. Pero es igual que hace más de 30 años cuando se crea una liga privada que parecía imposible, lo que puede ocurrir ahora, no sé, pero lo que sí tengo claro es que el baloncesto es un producto de primer nivel porque la gente lo solicita. De lo que sí estoy en contra es de esta moda de decir que la liga ha perdido calidad, de que la liga no es buena. No soy de los que comulguen con esas ideas. Yo creo que la liga es fantástica. Todos los que han entrenado fuera dicen que es una de las mejores ligas del mundo en todos los aspectos: organización, calidad…Por ejemplo, el otro día me lo decía Bartzokas, por hablarte de un ejemplo. A veces parece que vende más decir que las cosas van mal y bueno, yo no creo que sea así. Ves a dos equipos disputando la final de la Eurocup un campeón como el Canarias de competición europea, el Madrid en la Final Four, yo no creo que la liga haya perdido nivel.