El encuentro estuvo marcado por una igualdad un tanto ‘ficticia’, pues ambas escuadras no se dedicaron a intercambiar canastas sino parciales, con los locales casi siempre ‘haciendo la goma’. Una racha de 5-14 -con 4 triples- al final del primer cuarto permitió que los blancos se anotaran el mismo, si bien al descanso solo mandarían por tres (34-37) después de que se sucedieran sendos ‘breaks’ de 7-0, 4-14 y 9-2.
Una tónica que no varió tras la reanudación, donde los árbitros pecaron de rigurosos -para desesperación de la grada- señalando como personal algunos contactos que si se pitaran siempre, nadie acabaría los partidos. Y es que lo peor no es atenerse milimétricamente al reglamento, sino la disparidad de criterios a lo largo del curso.
Después, con los dos equipos buscando la última posesión, a Mirotic y a Alvarado no les tembló la mano desde el el 4.60, pero el Gran Canaria optó por defender el definitivo ataque merengue y el propio Mirotic dicto sentencia tras dos intentos fallidos de Llull y Felipe Reyes. Así, el jugador cordobés celebró con triunfo haber rebasado la barrera de los 6000 tantos anotados a lo largo de su carrera.
Todo ello en un partido en cuyos prolegómenos fue retirado el dorsal de Jim Moran, quien jugó durante 10 campañas en la isla y este domingo vio reconocida su trayectoria en un emotivo homenaje.
74 – Herbalife Gran Canaria (14+20+17+23): Guerra (2), Scheyer (-), Newley (14), Baez (7), Nelson (24) –cinco inicial-; Alvarado (5), Toolson (16), Beirán, Xavi Rey y Tavares.
76 – Real Madrid (22+15+22+17): Llull (8), Rudy Fernández (5), Suárez (9), Mirotic (19), Begic (2) –cinco inicial-; S. Rodríguez (9), Draper, Carroll (8), Darden (5), Reyes (5), Slaughter (3) y Hettshieimeir (3).