Manu Ginóbili ha anunciado este lunes de forma oficial que se retira. El mundo del baloncesto pierde a una leyenda, a uno de los mejores jugadores de los últimos 30 años, a alguien que demostró su categoría en la Euroliga, con la selección argentina y en sus 16 temporadas en la NBA con los Spurs.
Cumplió 41 años el pasado julio. «Con una gran mezcla de emociones, les cuento que decidí retirarme del básquet», empezó diciendo Ginóbili en un tuit: «Enorme gratitud para mi familia, amigos, compañeros, entrenadores, staff, aficionados y todos los que formaron parte de mi vida en estos 23 años», continuaba el jugador.
Llegó del Estudiantes de Bahía Blanca al Reggio Emilia en 1998 y jugó allí dos años, para pasar al Kinder de Bolonia de Ettore Messina, con el que ganó dos Copas, la Lega del 2001 y la Euroliga del 2001, la primera que se disputó.
Firmó con los Spurs en el 2002 y fue pieza clave de una franquicia que ganó cuatro anillos con el argentino en sus filas. Generalmente como suplente pero siendo un sexto hombre básico cada temporada. Ginóbili aportaba talento, carácter, puntos, defensa, pase, liderazgo…
Lo mismo con Argentina, al frente con Nocioni, Scola, Pepe Sánchez, Oberto y Prigioni de una histórica generación que se coronó con el oro olímpico en los Juegos de Atenas 2004. Esa selección albiceleste ganó también el FIBA Américas del 2001 y la plata en el Mundial del 2002 o el bronce en Pekín 2008.
En fin, un palmarés impresionante para un jugador ya legendario.