Las desgracias nunca vienen solas dice el refrán. El Real Betis encajó ayer una dura paliza ante su afición. Además, sus dos bases se lesionaron, hay que ver de qué alcance. Y fue el último partido de Luka Zoric, que había solicitado al club rescindir su contrato para marcharse a Croacia por un asunto personal.
Su salida deja un agujero grande en la zona y el club sevillano se afana ya en buscar un sustituto. Están mal clasificados y Zoric era vital para ellos. El fichaje no puede ser americano porque las dos plazas están ya ocupadas.
