Entre las 18 clasificaciones individuales positivas contabilizadas por la ACB, apenas 7 de ellas -aproximadamente un tercio- están lideradas por algún jugador de Barça, Real Madrid, Bilbao, Baskonia, Unicaja o Valencia, mientras el resto se las reparten componentes de escuadras más modestas.
De hecho, en el Top 10 del ranking de valoración sólo se ‘cuelan’ Mirza Teletovic (8º) y Joel Freeland (6º), además de un Rudy (5º) que -visado mediante- probablemente no jugará más. El aún madridista promedia en este apartado 19,6 puntos, pero no se encuentra muy lejos del líder, Gustavo Ayón (21.8). Con la marcha del escolta, Boniface Ndong entrará en puestos de honor, y Germán Gabriel quedará como nacional más valorado (16.9).
Le pisa los talones un Mirza Teletovic estratosférico en su acierto (17.7), que si bien no es el baloncestista más valorado del campeonato, seguramente luche por ser su MVP junto a Freeland o el propio Ayón -especialmente si completa la campaña en Fuenlabrada-.
El amo y señor de los rebotes es en cambio Paul Davis (8.78), quien eleva en más de una unidad el registro marcado por Nik Caner-Medley el curso anterior. El ala-pívot ahora en el Valencia acabó también entonces siendo el más valorado (17.6), teniéndose que conformar demomento con la decimoquinta plaza en esa clasificación (13.8).
Pero su caso no es el único entre los componentes del último quinteto ideal. Así, Marcelinho Huertas promedia casi dos asistencias menos de un año para otro (de 5.88 pasa a 4), en un ranking encabezado por Javi Rodríguez (5.6).
Al menos, donde sí podrán decir los grandes que son los mejores es tirando, que al final es de lo que se trata. Con un 47% de acierto, Kris Valters es el más acertado triplista, seguido de Brad Oleson (45.45%). En tiros de dos la clasificación las comandan Peric (71.05%) y Fran Vázquez (69.44%), y desde el 4.60 los reyes son De Colo (96.55%) y Marko Banic (95%).
Números, números y más números que corroboran el buen o mal estado de forma de todos los jugadores de la ACB, cuyos seguidores no deben olvidar aquella afirmación llena de sabiduría de Boza Maljkovic: «Las estadísticas son como los bikinis, enseñan mucho, pero no dejan ver lo más importante».