Esta tarde se han presentado los datos finales en términos económicos de la pasada Copa del Mundo de España. No hubo el éxito deportivo que se esperaba pero el torneo sí tuvo un gran impacto económico. La firma británica que ha auditado las cifras indica en su balance que el impacto total que tuvo el evento estos años en la economía española fue de 408 millones de euros. Aquí se engloba el gasto directo de turistas aficionados llegados al Campeonato, de los más de 2.100 periodistas acreditados, el impacto en la marca España y el gasto en infraestructuras para el torneo.
Asimismo, hay dos datos llamativos del retorno económico que ha supuesto para España esta Copa del Mundo. Esos 408 millones han generado unos ingresos directos de 75 millones para Hacienda. Si se tiene en cuenta que el gasto de organizarlo ha sido de 39 millones, queda claro que el evento ha sido rentable.
Por último, hay que destacar que pese a los incentivos fiscales otorgados a este tipo de eventos y la desgravación en impuestos de la que se benefician las empresas patrocinadoras, el beneficio neto del torneo para el Estado ha sido de 33 millones de euros, según la auditoría independiente de Deloitte.
Esto es una cifra récord en la historia de los mundiales de baloncesto ya que era habitual ver las gradas vacías en la primera fase salvo cuando jugaba el equipo local e incluso en algunas eliminatorias para la lucha por las medallas.
Hubo más de 40 millones de visionados en Youtube de vídeos del torneo. Se escribieron 4,3 millones de tweets con el hashtag #Spain2014, hubo cifras récord también en páginas web vistas del site oficial del torneo. Por último, llegaron a España 55.000 aficionados turistas de docenas de países para presenciar el Campeonato, con Finlandia como el país que más congregó.
La audiencia televisiva mundial fue de 300 millones de espectadores de 179 países diferentes. Hubo más de mil acciones de promoción de la Copa del Mundo y del baloncesto en la calle y otros escenarios tanto en las ciudades sede como por todo el territorio nacional. Finalmente, más de 300.000 personas pasaron por las Fan Zone levantadas en cada ciudad sede.
El presidente de la Federación Española, José Luis Sáez, se congratuló de estas cifras ya que corroboran «lo acertado de empezar hace seis años a buscar ser elegidos como país sede de esta competición y la apuesta porque fuera algo distinto a los torneos anteriores». Igualmente, destacó el legado que queda en términos de instalaciones, de beneficios para la Marca España en unos años duros por la crisis, el programa de voluntarios, que se va a copiar en otros eventos… «Ha sido el mayor evento deportivo acogido por España en esta década», concluyó Sáez.
Por último, Miguel Cardenal, secretario de Estado para el Deporte, explicó que «los datos presentados hacen que merezca la pena esforzarse tanto por querer albergar eventos deportivos».