El calendario de la Euroliga para la próxima temporada va a provocar un serio conflicto en algunas ligas europeas, incluyendo la ACB. El próximo octubre arrancará la edición del torneo continental, que ha programado la Final Four para junio del 2014, unas semanas más tarde de las fechas habituales, que suelen ser del 5 al 15 mayo. Esto supone que los playoffs de las ligas nacionales que no hayan concluido tendrán que paralizarse.
El motivo es que el O2 de Londres, sede también el próximo curso de la Final Four, no tiene fechas disponibles en mayo por otros eventos que albergará esa magnífica instalación. Además, la celebración del Eurobasket en septiembre impide comenzar el torneo a primeros de octubre como el presente curso sino que habrá que retrasarlo al menos tres semanas. Eso hace que los cuartos de final concluyan en pleno mayo y que no haya margen para hacer la Final Four a mediados de mayo.
Así que una chapuza de la Euroliga repercutirá sobre otros. Tras anunciar el año pasado que la ciudad londinense acogerá dos ediciones consecutivas de la Final Four porque la Euroliga quiere privilegiar el mercado británico y algunos sponsors pese a que ese país carezca de tradición baloncestística, ahora no hay fechas.
Una Final Four en junio alterará mucho los planes de los 4 equipos participantes. Aún no está aprobado el calendario, pero distintas fuentes consultadas por esta web indican que se hará en los próximos días, todo lo más precisamente en la ejecutiva que tendrá lugar en Londres con motivo de la Final a 4 del 10 al 12 de mayo próximos.
La ACB y las ligas turca, griega, italiana y alemana acaban a mediados de junio, no así la rusa y la israelí, que no sufrirán este retraso en el calendario. Pero en España puede pasar que Laboral Kutxa, Barcelona o Real Madrid tengan que paralizar su semifinal liguera para irse a la Final Four. Es decir, perder la concentración de luchar por un título para focalizar otro muy diferente.
Asimismo, es un nuevo torpedo a la línea de flotación de las ligas nacionales, que ya ven cómo los participantes en Euroliga no pueden jugar en sábado porque los viernes tienen partidos o viajes y cómo se están llevando partidos a los lunes, algo que en la ACB aún no ha sucedido.