El viernes acaba el plazo para saber si el Baskonia iguala las ofertas del Barcelona por Hanga y Larkin. Pero la sensación en el club azulgrana y en el vitoriano es que es muy difícil. No sólo por la cuantía económica, también por las condiciones contractuales puestas a ambos jugadores. Nuestras distintas fuentes informan de que es muy improbable que el Baskonia lo haga.
El tanteo tiene sus ventajas e inconvenientes. Si se iguala, hay que igualar todos los puntos de la oferta presentada por un jugador ante la ACB. En este caso, el Barcelona ha puesto tanto a Larkin como a Hanga una trampa, una argucia, que, nos explican, es grave para la entidad baskonista: la cifra salarial en bruto y con una cláusula específica de que toda la ficha a percibir sea sueldo bruto. Sin posibilidad de poner un porcentaje importante en derechos de imagen, como suele hacer el club vitoriano en sus contratos, lo que es fiscalmente favorable para el club.
Barça, Real Madrid, Joventut, Estudiantes y algunos otros equipos ya no ponen parte del salario de un jugador en derechos de imagen porque a Hacienda no le gusta. El neto que quedaba a un jugador era mayor pues la parte en imagen tributaba mucho menos que el salario puro y duro. A la ventaja fiscal del Baskonia con su Hacienda local se unía esos derechos de imagen para tener más margen en los sueldos que ofrece en sus contrataciones y/o renovaciones.
Esto supone que igualar por Hanga y Larkin supone un bruto enorme que pondría a ambos muy pero que muy por encima del resto de la plantilla, además de con peor fiscalidad para el club ya sin la imagen que ellos en origen podían ofrecer.
Hay un tercer punto clave en el tanteo. Si un club iguala, el jugador afectado luego no está obligado a firmar la oferta. Si lo hace, sigue en el equipo, en este caso en el Baskonia. Si no lo hace, es libre para firmar en un club de Europa, China o la NBA. Y Hanga tiene decidido que no va a volver a la entidad vitoriana, como lo sabe el Baskonia. Los desencuentros de los últimos meses han propiciado esta situación. Para acortar plazos y dada la histórica buena relación entre ambas entidades, algún pequeño pago no es descartable desde la entidad azulgrana para acelerar ambos fichajes, nos dicen.
Así que si igualar es difícil por caro, en el caso del húngaro se podría dar la circunstancia de que no quisiera quedarse y se fuera gratis. Para Larkin, si igualan, significaría ser uno de los jugadores mejor pagados de toda Europa una vez descontados impuestos.
El viernes por la noche se aclarará todo pero está claro que el Barcelona no ha querido en los días previos negociar una compensación para evitar el riesgo de que el Baskonia iguale. Para la entidad que preside Josean Querejeta el golpe de perder a ambos es duro, pero así funciona el negocio en su club y lo saben.
Descubren buenos jugadores casi cada año y se van a la NBA o los equipos más poderosos económicamente del continente. Es una rueda que funciona así. Como cuando ellos se llevaron a Hanga y Tillie y sus equipos no pudieron competir. O ahora con Jayson Granger, cuya oferta es inalcanzable para el Unicaja con el tanteo. Como cuando el Valencia Basket pesca baratos a Vives y Abalde en el Joventut. Lo importante para el Baskonia es seguir descubriendo talento joven o desaprovechado antes que otros y equivocarse poco. Si se van vendiendo mejor, claro.

