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Las ventajas fiscales en la propia ACB: es verdad que los clubs vascos tributan menos, pero no deben un solo euro a sus haciendas forales (2ª parte)

Completamos esta serie de artículos relativos a la distinta fiscalidad que existe en las principales ligas europeas con uno relativo a la situación dentro de la propia ACB. Hay que decir de entrada que es muy diferente la forma de plantear contratos y fiscalidad en cada uno de los clubs. También que ese rumor más o menos fundado de las ventajas fiscales de los clubs vascos es cierto, pero con matices importantes. Además, tiene más privilegios el Caja Laboral que el Bilbao y éste que el Lagun Aro. Partiendo siempre de que se cumple la legalidad porque el pacto que cada entidad vasca tiene con su respectiva hacienda foral lo exige a rajatabla. Y tiene una contrapartida clara: un mínimo retraso en el pago de los impuestos implica dejar de percibir subvenciones y otros acuerdos.

Así que Caja Laboral, Bilbao Basket y Lagun Aro pueden presumir de estar al día tanto con Hacienda como con la Seguridad Social. Cada mes pagan puntualmente y no deben un euro, cosa que no pueden decir el resto de clubs de la ACB, especialmente los medianos y los pequeños, que acumulan sus deudas básicamente con esos dos organismos.

Los tres clubs vascos, como la mayoría de la ACB, reciben subvenciones institucionales, pero las pierden si dejan de pagar en plazo sus impuestos. El resto de equipos españoles los van retrasando y acumulandos, les llegan multas por intereses, pasan los años y la bola crece y de repente se encuentran con deudas imposibles de asumir y en concurso de acreedores. El Gran Canaria lo ha evitado al llegar un año más el cabildo grancanario y ‘regalarle’ dos millones para cuadrar las cuentas.

El derecho foral, reconocido por la Constitución Española para los tres territorios históricos vascos y para Navarra, hace que cada diputación tenga su hacienda y organice sus impuestos. Todas ellas entendieron en los años noventa que la carrera del deportista es corta y se acordaron unas tablas de tributación ventajosas.

Se pagan menos impuestos en comparación al resto del estado español pero también porque, como contamos ayer, ha desaparecido la ‘ley Beckham’ y el régimen de impatriados para los deportistas que ganen más de 600.000 euros se ha esfumado. Esto afecta desde hace un año a Real Madrid, Barcelona y Unicaja, que son quienes ponen sueldos por encima de esa cifra con mucha frecuencia.

No menos curioso es que luego cada hacienda foral pacte con sus deportistas una situación tributaria distinta. La Hacienda vizcaína sólo admite un máximo de 15 por ciento de un contrato en derechos de imagen, igual que la guipuzcoana. La alavesa no, permite más, de ahí la fama de que el Baskonia puede ofrecer salarios altos porque luego los jugadores cobran un salario neto mayor que si firmaran por la misma cifra en el Madrid o el Barça.

La hacienda foral guipuzcoana no permite a los deportistas que ganan hasta 600.000 euros recurrir al régimen de impatriados para tributar al 24% en vez de al 43% mientras sí se admite en Bizkaia y Álava.

Aparte de esta situación relativa a los clubs vascos, hay que ver cómo hacen los contratos los equipos de la ACB. El Barcelona y el Madrid siempre negocian el bruto. Te ofrecen 1,5 millones y eso es lo que figura en tu contrato. La mayoría del resto de equipo negocia en neto y desde luego siempre con los estadounidenses y los comunitarios.

Luego se le suma la cifra de impuestos pertinentes y es la que figura en el contrato enviado a la ACB y a la Agencia Tributaria. Pero mientras en los clubs vascos no se puede poner  en los contratos una bolsa de dinero que incluye gastos para casa, coche, billetes de avión, etc, que suele sumar unos 20.000 euros, en los equipos del resto de España se hace casi siempre.

Por otro lado, Madrid, Barça, Unicaja y Cajasol (estos dos porque tienen bancos por detrás y no quieren problemas legales), Bilbao, Lagun Aro y el Power Valencia, respetan el 15 por ciento en derechos de imagen que comúnmente Hacienda considera como tolerable en los contratos de los deportistas.

El resto de clubs, es decir, los medianos y pequeños, no. Llegan a poner hasta un 30 por ciento habitualmente en imagen porque ahorran impuestos ya que los derechos de imagen tributan menos y hasta una cifra, muy poco.

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