El verdadero nivel de España es éste. No el de ganar por 50 a Lituania (109-59), algo inusual, sino el de jugar con esta voracidad. Enormes en ataque, eficientes en defensa. Bueno, esto y reconocer que estos tíos son los mejores actores del mundo. Si no no se entiende que la triste selección de los tres choques anteriores dé paso a este huracán.
Es verdad que Lituania tuvo un mal día y dejó de pelear tras el descanso. La derrota hacía que ya sólo puedan acabar como primeros o terceros de grupo, evitando así a Estados Unidos en el cruce de cuartos de final. Y esta opción es la que también se ha ganado España. Si vencen el lunes a Argentina es probable acabar como segundo o tercero de grupo. Francia o Australia sería entonces el rival en esa ronda.
El inicio de España fue muy bueno (17-8), el primer cuarto acabó con un 26-11 y tocaba ver si, por fin, se conseguía retener la amplia ventaja y no se perdía con rapidez. La defensa era muy buena y provocó 8 pérdidas al rival, 5 recuperaciones directas de los de Scariolo.
Siguió subiendo la renta hasta el 48-29 al descanso, con un 66-27 en valoración-eficiencia. La selección nacional estaba siendo muy superior, brillando igual en ataque y en defensa. Ricky Rubio se destapaba con grandes acciones y un dos de dos en triples. Pau Gasol metió a su vez dos en el primer minuto de la segunda parte y la ventaja española se disparó una barbaridad.
Clavó otro Pau, luego llegó el tercero de Ricky para el 64-38 y quedó claro desde el minuto 26 que la victoria no peligraba. El 84-45 fue la máxima renta en el 30 y en el último periodo hubo otra con el 99-56 a 3 minutos de la conclusión.
España (26+22+36+25): Ricky (11), Llull (10), Rudy (13), Mirotic (17), Pau Gasol (23) -cinco inicial-, S. Rodríguez (6), Navarro (4), Reyes (11), Hernangómez (9), Claver (2) y Calderón (3).
