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La gran y fantástica factoría de series inglesas

Son más famosas y exitosas las series de EEUU. Muchas con justicia, otras no tanto. Pero cualquier aficionado a la series sin importarle si son europeas o americanas sabe que Canadá, Australia, Dinamarca, Francia, Suecia, Noruega y, sobre todo, Reino Unido, facturas excelentes series.

Las inglesas tienen eso, una factura fantástica siempre. Si son históricas, su ambientanción y vestuario son impresionantes porque Londres da mucho juego.

Cuando quieren utilizar un Londres moderno porque la ciudad ha cambiado muchos en los últimos 20 años, pues las localizaciones en Luther o Sherlock realzan el producto.

Cuando quieren algo rural o utilizar la campiña, o pueblos de interior o la costa, pues igual, encuentran escenarios ideales como en una de mis series favoritas de los últimos años, Broadchurch.

Por supuesto, las series inglesas se benefician de otro factor: la excelencia de sus actores, muchos con formación teatral. Especialmente en dos aspectos básicos de una serie: los papeles para gente anciana, jubilada, mayor en definitiva, y para los secundarios. Da igual si son jóvenes, institutrices, políticos, amas de llave o policías: la caracterización y el casting en las series de la BBC, la ITV, el Channel 4 o, antaño, la Granada Television, que realizaba grandes series en los años 70 y 80 y luego fue incorporada a la ITV.

Sus policiales son variados y de calidad, con Luther a la cabeza los últimos años. Son muchas veces series cortas, de 5-6-8-10 capítulos, que no queman personajes ni estiran tramas a lo loco. The Fall también tiene una gran primera temporada y luego baja un poco el nivel. Ahora estrenan Principal sospechoso 1973, precuela de la serie del mismo título y sin año que durante muchos años protagonizó Helen Mirren. En esa variedad de policiaco, misterio y muchas cosas más The Missing ha tenido justo éxito los últimos años.

Si hacen ciencia-ficción les funciona durante años y años, como en Doctor Who. Utopia y The Misfits también han dejado buenas temporadas pese a ser irregulares.

De las de espías, recomiendo The Game y State of Play, aunque hay más que no he visto y con buenas críticas, como Secret State o Cambridge Spies. En 1983-84 ya crearon una gran serie, Reilly, as de espías, que la recuerdo como algo fantástico en mi niñez, los domingos por la noche en TVE 1. Distinta pero muy entretenida era The Honourable Woman.

En series de época, Downtown Abbey ha sido la más famosa esta década, pero siempre han tenido unas cuantas, victorianas especialmente, en cartelera. Fue muy famosa en los ochenta Retorno a Brideshead, típica adaptación de una novela de época que es especialidad británica, como Emma o Sentido y Sensibilidad. Incluso mezclando géneros, como en The Crimson Petal.

Life on Mars tuvo cierto éxito y tuvo hasta adaptación española. Black Mirror ha tenido grandes episodios y hay que recordar que House of Cards es de origen británico y luego hubo adaptación estadounidense con Kevin Spacey.

Acabo con el que para mí es el genero que bordan los británicos: la series relativas a la Primera Guerra Mundial. También las hay sobre la Segunda, pero en la Primera han logrado hitos de todo tipo.

37 días era una sencilla forma de contarte cómo se llega a esa conflagración por los torpes manejas de la diplomacia y el militarismo de ciertos sectores de Alemania.

Our World War también es de 2014 con motivo del centenario del inicio del conflicto y en tres episodios contaban muy bien muchas cosas. Las mujeres enfermeras han aparecido en muchas series, pero en The Crimson Field narraban muy bien al inicio pero la serie fue decayendo. No todas salen bien ni aun basándose en una gran serie de novelas, como Parade’s End, que aun así no dejé de ver como excepción a la regla de un país que tantos otros buenos productos ofrece.

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