Otra cosa es que en la ACB siga habiendo un buen nivel deportivo, que se mantenga más o menos el número de asistentes a las canchas -inflado artificialmente en todo caso por la manía de la mayoría de equipos de engordar la asistencia a sus pabellones- y que siga siendo la más fuerte de Europa. Pero la falta de patrocinadores en varios clubs, la marcha de varios de la liga y el concurso de acreedores de varios equipos es una realidad insoslayable.
Ahora se trata de trazar una estrategia para el corto y el medio plazo. La ACB de dentro de cuatro años debe ser muy distinta, más atractiva en su sistema de competición, más rigurosa en los económico-financiero y con un modelo televisivo diferente. Pero de cara al año que viene tiene que haber ya novedades en la liga regular y tener muy claro con qué televisión se va a firmar un nuevo contrato toda vez que el actual con TVE concluye y sería de locos repetir con ellos salvo que te garanticen ir por la primera cadena.
Un grupo de clubs lideró hace seis meses una revolución para cambiar la cúpula de la ACB y para devolver el poder a los 18 equipos en vez de dejarlo en las manos de quien lo ocupó casi 30 años, Eduardo Portela. Todo ese movimiento y los cambios internos en la liga han cristalizado en poca cosa visible. Esperemos que a partir de la próxima semana haya nuevo director general y todo cambie. Al menos que se aceleren algunos asuntos.
De entrada, los clubs presentaron una serie de nombres. Como ya contó esta web, Antonio Martín y Antonio Maceiras, fueron dos de los que sonaron con más fuerza. Salvador Alemany, también fue barajado.
Una vez que fueron descartados, Chus Bueno, que ahora dirige la NBA en Europa y hasta hace un año era el segundo de Sáez en la Federación Española, fue otro nombre importante en la mesa. Juan Aísa, ex jugador del Estudiantes y socio fundador de la empresa de representación de jugadores U1st, también tuvo sus opciones allá por julio.
Finalmente, no hubo acuerdo porque ninguno convencía a la mayoría y algunos de éstos eran vetados por varios clubs. Así que una empresa de ‘head hunter’ ajena a la ACB inició un proceso de selección. A mediados de septiembre ofreció tres nombres. El citado Agustí, un directivo valenciano que trabaja en una multinacional en Milán que prefiere que no se publique su nombre por discrección, y Luis Esgueva, ex directivo del Estudiantes y que lleva muchos años con responsabilidades en la empresa Adecco.
Esgueva fue rápidamente descartado en la primera reunión que mantuvieron un grupo amplio de clubs con los tres candidatos. El directivo de Milán es políglota y con grandes conocimientos empresariales, pero sin vinculación alguna con el baloncesto, lo que varios clubs consideran un obstáculo para adaptarse a una ‘empresa’ tan particular como la ACB.
Así que el que más convence es Agustí, muy bien valorado por clubs tan dispares como los vascos y el Fuenlabrada.