La ACB reduce a 2,5 el presupuesto mínimo y vigilará a los clubs con déficit

La comisión delegada de la ACB, formada por 10 clubs, se reúne hoy desde las 10 de la mañana en Barcelona para debatir un borrador con las nuevas condiciones económicas que se quieren establecer en la Liga con vistas a poner orden y dejar fuera toda entidad que no las cumpla.

Es un paso más para provocar la reducción de la Liga a 16 equipos, como te contábamos ayer,… o menos. Que a nadie extrañe si la próxima temporada sólo hay 15 y vuelve a ver una liga regular impar con un equipo descansando cada semana.

En ese borrador hay dos notas que llaman la atención de manera especial. La primera es la que indica que se reduce el presupuesto mínimo que deben presentar los clubs a 2,5 millones de euros. Esto significa un millón menos que el que había establecido hasta el pasado verano.

En realidad es una cifra que cuatro clubs no habían cumplido en las temporadas 2008-09, 2009-10 y 2010-11. Ni Valladolid, ni Manresa ni Fuenlabrada ni Granada llegaban a esa cifra. Pero bueno, se falseaban los números, la ACB con su habitual torpeza no se enteraba o miraba hacia otro lado y listos.

Ahora se pone en un documento, 2,5 millones. Muchos parecen en época de crisis. La estructura ACB de Manresa, Fuenlabrada y Valladolid no llega a esa cifra. La reducción de las generosas subveciones públicas al Gran Canaria harán al club amarillo bajar por debajo de esa cifra su techo de gasto. ¿No se les inscribirá entonces este verano? ¿De verdad puede la ACB imponer a sus miembros asociados que gasten lo que no tienen?

Además, la otra nota destacada es que se aplica una contención del gasto digamos por abajo. Es decir, los clubs no pueden excederse en su gasto incurriendo en un desfase grande porque si llega a 500.000 euros, se habla de no inscribirlo la siguiente temporada.

En cambio, si los grandes presupuestan 25 millones ó 30 y pierden 23, nadie dice nada porque los cubre el fútbol

Pero los clubs pequeños avisan de que hay cuestiones que les pueden afectar mucho más a ellos: una plaga de lesiones que obligue a fichar en plena temporada, un cambio de entrenador y americano si el primero que se trae no funciona, un patrocinador que te abandona en plena temporada, un ayuntamiento que promete un dinero y luego no cumple aunque esté firmado…

Esto último es lo que le sucede al Alicante, al que internamente se da ya por muerto en la ACB. Casi nadie piensa que se le pueda inscribir sumido en un concurso de acreedores, con una gran deuda pendiente, con un pequeño sponsor y con las instituciones que no poner un duro porque no lo tienen.

Habrá dos descensos, nadie subirá desde la LEB porque nadie tiene 10 millones para convertirse en un club ACB y si no se inscribe al Alicante, Liga de 15. Calendario más corto que beneficia a los de Euroliga al no haber ACB entre semana, pero que hace daño a los modestos.